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Noticias 2016-09-22 12:43

Rescatan otra faceta del arquitecto italiano Adamo Boari en nuestro país

A través de charla, rescatan otra faceta del arquitecto

italiano Adamo Boari en nuestro país





o Rafael Fierro Gossman versó sobre el papel de Boari como constructor de villas en la Ciudad de México, así como su relación con Porfirio Díaz





Como parte de las actividades por el 82 aniversario del Palacio de Bellas Artes, el arquitecto mexicano Rafael Fierro Gossman ofreció una charla en torno a una de las facetas poco conocidas del arquitecto italiano Adamo Boari: la de constructor de villas en la Ciudad de México, en la primera década del siglo XX, en especial la suya, en la entonces naciente colonia Roma.



Rafael Fierro Gossman, egresado de la Universidad Iberoamericana y catedrático de la UNAM, expuso que Adamo Boari (Ferrara, 1863 - Roma, 1928), es reconocido como uno de los más destacados exponentes de la arquitectura del siglo XX en México y en el mundo, en especial por ser el creador del Palacio de Bellas Artes y el Palacio Postal, entre otras obras.



Mencionó que a lo largo de su relación con México, que inició a fines del siglo XIX y se prolongó al vivir aquí de 1903 a 1916, el italiano diseñó también la Parroquia de Matehuala, el Templo Expiatorio de Guadalajara y un monumento a Porfirio Díaz, con quien entabló una fuerte relación de trabajo.



En la charla, realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes el miércoles por la noche, el experto en rescate de la arquitectura mexicana posrevolucionaria comentó que Boari construyó en 1907-1908 una villa, cuando decidió quedarse a vivir en México, en la entonces naciente colonia Roma, entre lo que es hoy las calles de Álvaro Obregón, Insurgentes y Monterrey.



Se trató, dijo, de una casa de apenas 600 metros cuadrados, que era un pedazo de jardín, con bardas pequeñas, rejas bajas para ver hacia el interior y en el techo un jardín, lo que ahora se conoce como roof garden.



“Boari se propuso aquí construir una casa amigable, ecológica, utilizando el concreto como materia base, aportando nuevas formar de construcción, con lo cual se adelantó a los tiempos”, aseguró.



Informó que los planos de esa casa, así como los del Palacio de Bellas Artes, fueron recuperados por el arquitecto mexicano Juan Urquiaga hace algunos años. “Él fue a Roma a visitar a Elita Boari Dandini, la hija de Boari, y allá encontró los planos, en un sótano inundado: un tesoro extraordinario. Esos documentos no se han publicado aún, todo es nuevo”.



Se refirió a esa villa como “la casa de Boari, el ingeniero que estaba haciendo el edificio más importante en el país, el Palacio de Bellas Artes, y que nos ayuda a entender la forma de vivir entonces”. Dicha villa, hoy ya desaparecida --en su lugar se encuentra un parque dedicado a Juan Rulfo--, se terminó de construir en 1907 y se estrenó en 1908.



Rafael Fierro Gossman comentó que entre 1908 y 1910 Boari construyó dos casas más en la colonia Juárez, “entonces una villa americana, de estilo ecléctico. Una de ellas se encuentra aún en la calle Nápoles 47, con algunos inconvenientes; la otra no se sabe dónde está, pero de existir aún se tratarían –las dos casas— de verdaderos tesoros”.



Luego de hacer toda la travesía de Adamo Boari desde su instalación en Brasil y su viaje por Argentina y posteriormente por Estados Unidos --en especial Chicago, donde estudió arquitectura--, Boari vivió y trabajó en México, cercano al gobierno de Porfirio Díaz.



Luego de la caída del dictador, el arquitecto italiano sufrió algunas decepciones en el escenario de la arquitectura, dado que sus colegas lo veían con recelo, y partió del país en 1916 vía Nueva York, no sin antes entregar un amplio informe sobre la construcción del Palacio de Bellas Artes, que demoró su conclusión hasta 1934 a manos del arquitecto Federico Mariscal. Boari falleció en su país en 1928.

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