Redescubre Eduardo Matos Moctezuma el pasado de la Ciudad de México para los argentinos

· Sorprende el antropólogo a visitantes de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con fotografías e información sobre los recientes descubrimientos en el Centro Histórico de la Ciudad de México

· Rafael Barajas El Fisgón presenta en Buenos Aires a la Familia Burrón, la obra cumbre del caricaturista Gabriel Vargas

BUENOS AIRES, Argentina.- El antropólogo Eduardo Matos Moctezuma redescubrió el pasado prehispánico del Centro Histórico de la Ciudad de México para los visitantes de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires que asistieron a la conferencia que ofreció la noche de este miércoles en el Stand CDMX.



Apoyado por una serie de imágenes, las cuales proyectó a través de la gran pantalla que se instaló en el espacio dedicado a la Ciudad de México como Invitada de Honor en La Rural, el descubridor del Templo Mayor sorprendió al público reunido con las fotografías de los diferentes hallazgos realizados en la zona hasta la fecha.



Una a una, Matos Moctezuma mostró imágenes de las diferentes excavaciones que se han llevado a cabo en diferentes calles del primer cuadro de la ciudad, así como de las esculturas, monolitos, estatuas, figuras y demás objetos que se han localizado en dichos lugares y que se han trasladado sobre todo al Museo del Templo Mayor.



Uno de los temas que más llamó la atención de los reunidos fue cuando el antropólogo habló sobre el reciente descubrimiento del templo circular dedicado a Ehécatl Quetzalcóatl, Dios del Viento, encontrado en la calle de Guatemala, atrás de la Catedral Metropolitana, por los miembros del Programa de Arqueología Urbana (PAU), adscritos al Instituto Nacional de Antropología Historia (INAH).



De la misma manera, informó a los visitantes que junto con su equipo trabajó en la nivelación de la Catedral Metropolitana en 1991, donde encontraron diversos objetos.



“En la Capilla de Ánimas pudimos encontrar la primera piedra colonial que data de 1721, es una caja que en su tapa tiene inscrita la fecha y en su interior encontramos medallas de la Virgen de Guadalupe y de San Francisco, ambas con un decorado interesante. Además, encontramos una moneda de oro auténtica y otras pintadas sólo de amarillo para simular su manufactura en oro.



“Tuvimos la suerte de encontrar una caja de ofrenda con su tapa de cal muy dura, que corresponde a la etapa VI de Templo Mayor y en su interior estaban telas en buen estado de conservación, una bolsa hecha de papel y una especie de pectoral con siete dioses aztecas que la rodean, la cual está hecha con 15 mil piedras verdes como jadeítas y turquesas”, describió Matos Moctezuma.



La Familia Burrón aterriza en Buenos Aires

Previamente, el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, habló sobre la trayectoria del caricaturista mexicano Gabriel Vargas, desde sus inicios hasta la creación de su máxima obra, La Familia Burrón.



Al participar en la mesa 100 años de Gabriel Vargas: La Familia Burrón, organizada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, El Fisgón comentó que realmente la industria de los comics es sorprendente y en el caso de México fue especial, ya que hubo publicaciones como Lágrimas y Risas que en su mejor época llegó a vender 600 mil ejemplares a la semana, o Kalimán, que logró vender 2 millones 500 ejemplares cada semana.



Al abordar la obra de Vargas, quien este año cumple 100 de su natalicio, señaló que fue un dibujante precoz, ya que a los 13 años empezó a trabajar en el suplemento Jueves de Excélsior, al lado de dos de los grandes caricaturistas de la época: Mariano Martínez y Ernesto “El Chango” Cabral.



Indicó que sus caricaturas fueron la serie de El Caballero Rojo, Episodios de la Guerra de España, Frank Piernas Sueltas, Virola y Piolita, Los Super Locos, Don Gilemón Metralla y Bomba, que lo consolidó como caricaturista.



Rafael Barajas señaló que el surgimiento de la Familia Burrón fue por una apuesta que le hicieron por 10 mil pesos, asegurándole que no podría crear un nuevo personaje que fuera igual de impactante que Don Gilemón.



Explicó que de esta manera Gabriel Vargas decidió matar al personaje, sin avisarle a nadie en el periódico y crear a Doña Borolas Burrón, una ricachona venida a menos y que termina viviendo en una vecindad del Distrito Federal, personaje que tuvo mucho éxito y dio pie a la creación del comic La Familia Burrón, obteniendo un mayor éxito pues muchos de los habitantes de la ciudad se sentían identificados con los personajes de la historieta.



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