Trabajo de investigación combinado con la creación artística
Exhibe el Museo Casa del Risco exposición que sondea el orden oculto de la existencia
Rumores del silencio. Tiempo de Presencias y ausencias, de
la artista visual María Angélica González Dávila, presenta
cerca de 70 piezas en diferentes formatos
Con mi trabajo creativo aprendo de mí misma y descubro
secretos de la vida, dijo en entrevista
La exposición Rumores del silencio. Tiempo de Presencias y
ausencias tiene como punto de partida un proceso de investigación
personal que emergió del anhelo de sondear o investigar el orden
oculto de la existencia, buscando un acercamiento a la representación
de los secretos del mundo, desde la variedad y consistencia de la
materia.
El Museo Casa del Risco alberga la más reciente muestra de la
artista visual María Angélica González Dávila (Ciudad de México,
1963), integrada por aproximadamente 70 piezas entre instalaciones,
grabados al estilo oriental, monotipos, escultura, pintura al óleo y
fotografía, realizadas por la creativa en los últimos siete años.
En entrevista con Conaculta, la artista formada como escultora
en el taller del maestro Ricardo del Río, explicó que reflexionar sobre
el orden oculto de la existencia es un interés que se ha hecho
presente con más intensidad en los últimos años de su vida, por lo que
ha realizado un trabajo paralelo de investigación académica a través
de una maestría en análisis de la imagen.
“Actualmente estoy trabajando en mi tesis de doctorado en la
hermenéutica del símbolo porque me interesa encontrar o comprender
las acciones humanas, a partir de las mías, a través del símbolo; es un
trabajo paralelo de investigación combinado con la creación artística
personal”, detalló.
La creativa, quien ha presentado más de 15 exposiciones
individuales, señaló que el tiempo es un tema recurrente en su obra.
“El ser humano vive como en un paréntesis dentro de la eternidad que
se ubica en este tiempo que es sólo de los seres vivos, y es un tema
siempre presente para mí porque todo lo que hacemos es inmerso en
este pequeño paréntesis”.
La artista plástica refirió que en muchas de sus obras hace
autoanálisis con el objetivo de lograr comprender su interior. “Trato de
entender los procesos interiores en mí misma y los procesos
humanos, porque como dice una frase antigua ‘Hombre soy y nada de
lo humano me es ajeno’”.
Agregó que los seres humanos durante su vida tratan de
comprender grandes interrogantes, como: por qué estamos aquí, a
qué venimos, quiénes somos, el nacimiento, la muerte, por qué se
acaba la vida; temas que también aborda en su trabajo artístico.
La ganadora del premio de selección, Concurso Toresma,
Madrid, España (2004), compartió que a través de su trabajo creativo
aprende de ella misma y está aproximándose a secretos de la vida.
“Son cosas inadmisibles que nunca vamos a poder controlar, manejar
ni entender al ciento por ciento, pero sí se nos van abriendo algunas
maneras de comprensión más profundas, y esa ha sido la historia de
mi trabajo”.
Las cerca de 70 piezas que integran Rumores del silencio.
Tiempo de Presencias y ausencias están distribuidas en las seis salas
del recinto ubicado en la Plaza de San Jacinto 5 y 15, en San Ángel,
entre éstas la instalación de arte-objeto Corazón latente, realizada
para esta exhibición en específico.
“Corazón latente habla de los procesos de madurez del corazón
del hombre, está representada con siete corazones de cera que
hablan de siete niveles espirituales del ser humano. Esta pieza indica
que a través del transcurso de la vida el corazón del hombre se
convierte en uno amoroso”.
Agregó que esta obra invita al espectador a mirar y a tener una
experiencia fuerte y conmovedora de acercarse a un corazón humano,
con lo que se simula la situación real que experimenta un ser humano
cuando se acerca a otra persona que le muestra su corazón.
Al referirse a otras de sus piezas presentes en la muestra que
estará abierta al público hasta el próximo 24 de mayo; María Angélica
González Dávila explicó que trató de darle sentido a cada sala y todas
sus piezas tienen que ver con todo.
“En la primera sala hablo del símbolo de la esfera que tiene
cualidades que la razón humana le ha dado al ser supremo o a la
totalidad. Desde el centro de una esfera suspendida se ven frases
neoplatónicas y de grandes pensadores acerca de lo que es la
totalidad”, explicó.
En la segunda sala señaló que hay grabados al estilo oriental en
los que plasmó imágenes de seres vivos, muertos o fosilizados que
han sido testigos del tiempo, las cuales las combinaron para
reflexionar sobre el enorme valor que tiene la naturaleza. En este
mismo espacio hay una pieza en la que se observan unas manos que
sostienen una concha que está dando a luz cinco perlas.
Indicó que en la tercera sala hay una reflexión autobiográfica, y
que en ella se puede ver la pieza Devenir, una caja de objetos o
elementos de la naturaleza que creó con la idea de transmitir la
sensación o el concepto de que el ser humano es un ser efímero.
María Angélica González agregó que hay otras piezas que
hablan de los procesos personales, el tiempo, la guerra y el anhelo de
paz entre las personas; así como óleos que hacen referencia a la vida
del ser humano que en el trayecto se encuentra con miembros de una
familia espiritual que lo acompañan en el trayecto de la vida.
La muestra incluye la pieza Unidad en la inagotable dualidad,
con la que María Angélica González obtuvo el Premio Internacional
Lorenzo el Magnífico, Medalla de Oro, premio del Presidente en la VII
edición, Bienal de Florencia (2009).
Indicó que dicha instalación está compuesta por un autorretrato
en escultura que está sobre un ajedrez, cuya escultura tiene una
máscara negra y blanca, una en cada mano. Las piezas blancas
representan cualidades espirituales, las negras los elementos u
objetos a los que el hombre se apega en la vida y que lo limitan en su
crecimiento interior.
“Quise hacer una reflexión en el tema de que los seres humanos
somos duales, que continuamente están buscando su libertad, y que
para progresar tienen de vez en cuando ir deshaciéndose de sus
apegos, desaferrándose a cosas que tienen en la mente”.
La artista, cuya introducción al arte fue a través de la música,
señaló que la exposición está dirigida a todos los seres humanos con
el ánimo de tener un diálogo a través de la diversidad de historias
humanas que se exhiben.
Finalmente María Angélica González Dávila expuso que el arte
es un camino de introspección que se va manifestado a través de
procesos personales que el artista va teniendo de crecimiento interior,
de comprensión e interés por algunas cosas.
La muestra Rumores del silencio. Tiempo de Presencias y
ausencias, de María Angélica González Dávila, se exhibirá hasta el 24
de mayo en el Museo Casa del Risco, ubicado en Plaza de San
Jacinto No. 5 y 15, colonia San Ángel. Horario: Martes a domingo de
10:00 a 19:00 horas. Entrada libre.
DAF