Recomiendan historiadores revisar y aplicar las enseñanzas legadas por Benito Juárez



Celebra el Museo Panteón de San Fernando el 211 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas



Los historiadores Pedro Salmerón, Luis Arturo Salmerón y Bernardo Ibarrola encabezaron la conferencia “Juárez en vigencia”



Ante el periodo de crisis que vive México en su política interna, así como en sus relaciones al exterior, deben recordarse las raíces que cimentaron al Estado mexicano durante el siglo XIX, señalaron historiadores durante la conferencia magistral “Juárez en vigencia”, celebrada en el Museo Panteón de San Fernando como parte de la celebración por el 211 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas.



El doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Pedro Salmerón, consideró que, a pesar de que México no atraviesa su crisis más profunda, en el país “debe persistir la voluntad de resistencia, voluntad de construir una nación y la honestidad; hasta Porfirio Díaz era honesto en tiempos de Juárez. ¿Qué debemos recuperar? La austeridad republicana, el carácter incorruptible y la voluntad de que esto es una nación”.



Durante la conferencia magistral, cuya finalidad fue valorar la herencia política e ideológica de Benito Juárez, Salmerón —académico de la UNAM y del Instituto Tecnológico Autónomo de México— argumentó que en la época del Benemérito de las Américas existieron cinco elementos que estimularon la creación de un país que no había encontrado estabilidad social, económica y política después de su independencia de España.



“Existía voluntad de resistencia, el germen de una idea que decía a los mexicanos que su suelo era una nación soberana; había un símbolo, símbolo patriótico alimentado por el ánimo de defender el país con las armas; sucedió una victoria militar después de cinco años de guerra en la Segunda Intervención Francesa; un debate constitucional sobre qué es México, quiénes somos, y hay por lo tanto un país que nace como sentimiento”, enumeró.



A la voz del historiador, Premio Jóvenes Científicos en el área de Humanidades de la Academia Mexicana de la Ciencia en 2011, se sumaron los doctores en Historia Luis Arturo Salmerón, egresado de la UNAM, y Bernardo Ibarrola, quien obtuvo su grado en la Universidad Complutense de Madrid. Para ambos especialistas, la figura de Juárez, nacido en Guelatao, Oaxaca, en 1806, representó estabilidad en una época en la que el país vivía con tres o más presidentes por año.



Símbolo de los años de agitación política del siglo XIX en México, el militar Antonio López de Santa Anna se convirtió en uno de los principales ejemplos de desestabilidad en la forma de gobernar, pues ocupó la presidencia de manera formal en al menos cinco ocasiones. En la misma línea fueron consideradas las invasiones extranjeras, principalmente la Segunda Intervención Francesa, así como las guerras entre facciones políticas.



“Desde 1854 y hasta el 77, la generación de Juárez trata de hacer real un proyecto: un país con un territorio dado y con identidad nacional en construcción. Todo esto se va a formar en torno a un personaje que tenía clara la creación del Estado mexicano, un Estado que aspira a controlar la soberanía y el territorio. La idea básica fue la siguiente: hay que crear un Estado, porque si no lo hacemos desaparecemos”, agregó Bernardo Ibarrola, académico en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.



Luis Arturo Salmerón coincidió con Bernardo Ibarrola al señalar que el promotor de la Constitución Mexicana de 1857 fue la cabeza de una generación que se encargó de construir el Estado mexicano a través del diálogo y las armas, además de representar un alto grado de organización y consenso político, escaso en nuestro contexto actual.



“Hablar de Juárez conlleva tener una toma de posición. En lo personal pienso que ser leal a Juárez es ser leal al Estado; lo veo leyendo a los críticos de Juárez y en quienes fomentan historias negras. Con esas lecturas me convenzo más de que ser leal a esta figura política es ser leal a México”, opinó Luis Arturo Salmerón.



Concluyó su participación con una idea que considera fundamental de la política mexicana del siglo XIX y que debería ser recordada por los ciudadanos en la actualidad: “En la época de Juárez, de brillantes políticos y militares, no era publicidad que un personaje de estos fuera honesto, porque era una cualidad innata de todos. Sin importar la facción a la que pertenecieran, la lealtad a la causa existía”.



El Museo Panteón de San Fernando, lugar en el que descansan los restos de Benito Juárez desde su muerte en 1972, fue así el escenario para la celebración del 211 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas, bajo la premisa de la importancia que reviste pensar el pasado para actuar en el presente.



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