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Museos 2015-05-19 18:54

CERCA DE 111 MIL VISITANTES URDEN HILOS DE HISTORIA

CERCA DE 111 MIL VISITANTES URDEN HILOS DE HISTORIA

*** En la exposición que permanecerá hasta julio del presente año, la indumentaria se convierte

en mensajera de los ritmos de la vida

*** Por su valor estético y su carga simbólica, casi dos centenares de piezas son ventanas al

pasado

Hilos de historia, exposición con la que el Museo Nacional de Historia muestra cómo la

indumentaria, además de ser portadora del lenguaje corporal, es mensajera de los ritmos de la

vida, ha sido apreciada desde su inauguración en marzo pasado por cerca de 111 mil visitantes,

quienes han descubierto, a través de esta selección de prendas, la textura del tiempo.

Casi dos centenares de piezas escogidas, de la época colonial hasta la década de 1970:

vestidos de día y de noche, de hombres y prohombres como Vicente Guerrero, José María

Morelos, Benito Juárez y Francisco I. Madero, sombreros, zapatillas, sombrillas y abanicos, entre

otros atavíos, por su valor estético y su carga simbólica, son ventanas al pasado.

El montaje realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se

encuentra dividido en tres salas que conforman un recorrido mediante el cual el visitante

comprende los propósitos de las tareas de conservación y la manera en que se integran las

colecciones museísticas.

En este caso, los orígenes de la Colección de Indumentaria del recinto se remontan a

comienzos del siglo XX, cuando le fueron entregados —gracias a la generosidad de Isabel

Pesado de Mier— cuatro vestidos de mujeres novohispanas, los cuales se exhiben en esta

ocasión.

Las más de 10 mil piezas que integran este acervo del Museo Nacional de Historia, todas

ellas portadoras de signos políticos, militares o civiles, sensuales, solemnes y festivos, constituyen

uno de los patrimonios más vistosos y delicados de la historia de nuestro país, de ahí que la

presente exposición representa una oportunidad única.

Lejos de regirse por criterios estrictamente ligados a la impronta que dejaron sus

portadores —si bien pueden apreciarse las casullas sacerdotales de Miguel Hidalgo y José María

Morelos, sus sacos y casacas, o los atavíos de Vicente Guerrero—, el museo ha enriquecido su

colección de indumentaria bajo otros criterios, sea por las habilidades del autor de la prenda, sus

materiales o por el diseño.

Tales criterios se basan en los saberes cruzados de la historiografía y de las técnicas de

conservación y restauración. En ese sentido, cabe mencionar el trabajo conjunto de María

Hernández, investigadora del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, y Verónica

Kuhliger, restauradora adscrita también a este recinto, quienes llevaron a cabo la curaduría de

Hilos de Historia.

Algunas piezas clave de la muestra son un vestido de baile de 1890 de Frederick Worth, el

padre de la alta costura, otro más de Coco Chanel; una pequeña colección de zapatos de la

marca Meier, quien diseñaba calzado para la reina Victoria; un traje de odalisca y ajuares de

novia. Además de un singular abanico de madreperla morado, un parasol de encaje de Chantilly

del siglo XIX y bolsos estilo art déco.

Sin importar si se trata de una confección elaborada o de una prenda ordinaria, cada una

es declaración de creatividad que atestigua la pasión humana por la belleza, el adorno y la

identidad.

La exposición Hilos de Historia. Colección de Indumentaria del Museo Nacional de Historia

se inauguró el jueves 26 de marzo de este año y permanecerá abierta hasta julio de 2015 en el

Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, ubicado en la Primera Sección del Bosque

de Chapultepec.

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