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Noticias 2017-08-15 14:42

La Casa Refugio Citlaltépetl formará parte de la Secretaría de Cultura de la CDMX

La Casa Refugio Citlaltépetl formará parte de la Secretaría de Cultura de la CDMX



El recinto será administrado por la dependencia del gobierno capitalino y un Consejo Asesor, con la dirección de la artista escénica Daniela Flores Serrano



Ubicada en la Condesa, la casa fundada en 1999 será espacio de reflexión para escritores, periodistas, artistas y pensadores, mexicanos y extranjeros



Contará con un programa ampliado de actividades basado en tres ejes de trabajo: derechos humanos, migraciones y libertad de expresión, en transversalidad con la cultura



A partir de este mes, la Casa Refugio Citlaltépetl (CRC) —uno de los proyectos que desde su fundación en 1999 ha respondido a la necesidad de garantizar una vida digna a escritores en situación de amenaza— pasa a formar parte de los recintos administrados por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.



Con una nueva dirección y proyecto actualizado, la Secretaría de Cultura capitalina dará continuidad al trabajo realizado en este sitio ubicado en la Condesa, junto con una gestión directiva a cargo de la artista escénica Daniela Flores Serrano y la asesoría de un Consejo integrado por Carmen Boullosa, Vicente Rojo, Juan Villoro, Blanche Petrich, Marta Durán de Huerta y Bárbara Jacobs.


“Funcionaremos como un ojo crítico en la operación del lugar y serviremos como un péndulo que recuerde a cada instante el tiempo siniestro que está viviendo México”, comenta al respecto la escritora mexicana Carmen Boullosa, miembro fundador de la Casa Refugio junto con Álvaro Mutis, Carlos Monsiváis, Augusto Monterroso y José Emilio Pacheco.

Desde hace 18 años, la Casa Refugio Citlaltépetl ha significado un acto de solidaridad concreta y una expresión de apertura en la Ciudad de México, al abordar el fenómeno migratorio desde el ámbito cultural y dar refugio a escritores de diferentes nacionalidades que han sido víctimas de la violencia en sus países de origen.

Sin embargo, en una etapa en que los altos índices de violencia, las precarias condiciones de seguridad, la crisis en el ejercicio de la libertad de expresión y la violación a los derechos humanos se han incrementado tanto en nuestro país como en el ámbito internacional, era necesario que el lugar respondiera a éstas y demás problemáticas relacionadas con las migraciones.



Para la ganadora del Premio Xavier Villaurrutia 1989 por su obra Antes, “vivimos momentos muy diferentes a cuando se fundó la Casa Refugio Citlaltépetl. Son tiempos mucho más oscuros, tiempos en que la violencia y la intolerancia ya alcanzaron a México de una manera espeluznante”.



Ante esta “pesadilla contemporánea”, enfatiza, el espacio requiere una dirección más joven, que ponga en el centro de su labor los derechos humanos, que ajuste su función como casa refugio a las necesidades del México de hoy, sin olvidar brindar refugio a escritores de otras nacionalidades.



Además, tener un recinto con tal vocación en la capital del país cobra especial relevancia en el contexto que vive la ciudad, al ser consagrada en su nueva Constitución como “ciudad refugio”.



En palabras de Carmen Boullosa, “es importante recordar que la Ciudad de México tiene ese vigor y tradición de ser ciudad refugio. Si lo olvidamos, podemos caer en esa misma insensatez de la violencia que ha invadido al resto del país. En nuestro caso, la consagración de la capital como ciudad refugio está ahí para recordarle lo que tiene de magnífica, que sí lo tiene”.



Con la oleada de exilios en el siglo XX, como el argentino, el español y el chileno, el país y la Ciudad de México en específico aprendieron que la generosidad, solidaridad, empatía y amor al prójimo traía enormes beneficios sociales y culturales.



Fue durante la administración del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas que la capital del país se unió a la Red Internacional de Ciudades Refugio (ICORN, por sus siglas en inglés) mediante el convenio “México, Distrito Federal: Ciudad Refugio”, firmado el 19 de marzo de 1998. Con el apoyo del Parlamento Internacional de Escritores, un año después se inaugurarían las instalaciones de este centro cultural que se dio a la tarea de defender el libre pensamiento a través de la palabra escrita.



Proyecto interinstitucional

A través de la Coordinación Interinstitucional de la Secretaría de Cultura de la CDMX, en 2017 la Casa Refugio Citlaltépetl amplía sus líneas de trabajo, centrándose en tres ejes principales: derechos humanos, migraciones y libertad de expresión, en transversalidad con la cultura.

En ese sentido, la residencia que actualmente cuenta con tres departamentos podrá recibir además de literatos, a periodistas, pensadores y demás hacedores de las palabras, así como a gestores culturales, investigadores y creadores (nacionales y extranjeros), cuyos derechos hayan sido coartados.

“Estamos ante una ruptura histórica importante en cuanto al tema migratorio, especialmente por el desplazamiento debido al conflicto bélico en Siria, las guerras civiles en África y América Latina y la reciente transición política en Estados Unidos”, comenta al respecto la directora de la Casa Refugio, Daniela Flores Serrano.



“En las últimas décadas, México también se ha convertido en un referente migratorio importante, tanto para connacionales como para centroamericanos; esta crisis se ha gestado durante largo tiempo debido a guerras civiles, desastres naturales, crisis económicas, violencia, entre otras”, señala en entrevista.

En esta nueva etapa de la Casa Refugio Citlaltépetl se mantendrán las redes de trabajo con otras organizaciones nacionales e internacionales que acogen, reciben y centran su atención en personas que debieron abandonar su país de origen a causa de la violencia.



De manera paralela, se realizará un intenso programa de actividades orientadas a promover una cultura de paz y a reflexionar sobre los procesos migratorios internos y externos. El objetivo se enfoca en ser un espacio referente en América Latina que acoja e incentive la reflexión y diálogo críticos sobre migraciones, refugio, memoria del exilio y libertad de expresión.


Uno de los espacios dedicados a ello será el Salón Principal (ubicado en la planta baja), que abrirá sus puertas a seminarios, conferencias, conversatorios, presentaciones de libros, lecturas poéticas y dramatizadas, tertulias literarias, entre otras actividades artísticas y culturales.



En los salones ubicados en el primer piso se programarán talleres sobre temas literarios, periodísticos, de performance, entre otros, que se realizarán mediante convocatorias públicas. Es decir, Casa Refugio Citlaltépetl será un espacio hecho por y para la ciudadanía.



Con el propósito de que en esta nueva etapa la Casa sea visitada por la comunidad en las mejores condiciones, también se ha realizado una labor de mantenimiento en sus instalaciones, respetando el diseño original.



Esta libertad que atraviesa el pensamiento, exposición poética



La Casa Refugio Citlaltépetl difundirá la obra de hombres y mujeres que fueron forzados a dejar sus lugares de origen por la violencia y censura. En la exposición Esta libertad que atraviesa el pensamiento, se aprecia el eco de once escritores exiliados, desde la poeta y activista Alaíde Foppa, desaparecida en Guatemala en 1980, hasta la de María Zambrano, pensadora, filósofa y ensayista española exiliada en México y fallecida en 1991.

Se trata de una exposición poética que lleva el nombre de un fragmento del poema “Concierto de ranas encintas”, de Koulsy Lamko, refugiado procedente de Dadouar, Chad, quien residió en Casa Refugio Citlaltépetl de 2003 a 2005.

La exposición, curada por CRC y Antonio Monroy, propone un tránsito de voces y pensamientos de escritores migrantes, cuya obra evoca la nostalgia y el profundo amor por la vida. A través de distintos acercamientos plásticos, se busca crear una relación física entre los poemas, la casa y el público asistente.


Safaa Fathy (residencia CRC, 2007–2008), poeta, traductora y teórica de origen egipcio; Mohsen Emadi (residencia CRC, 2012), poeta, traductor y cineasta iraní, y Mohamad Alaaedin Abdul Moula (residencia CRC, 2011), poeta sirio, son otros de los escritores que vivieron en Casa Refugio Citlaltépetl y que ahora nos hablan a través de sus paredes para dar testimonio de las distintas migraciones. En la muestra, escritores hispanoamericanos como Luis Cardoza y Aragón, Juan Gelman, Adolfo Sánchez Vázquez, Julio Cortázar y Luis Cernuda también nos invitan a conocer otras facetas del exilio y cómo sus miradas se enfrentaron al abandono de todo lo que conocían.



Otros escritores que han habitado la Casa son: el escritor serbio Vladimir Arsenijevic (residencia CRC, 1999–2000); Xhevdet Bajraj (residencia CRC, 1999–2001), poeta de Kosovo; Yasmina Khadra (residencia CRC, 2001), escritor argelino; Min Kyaw Khaing (residencia CRC, 2001–2003), pintor, diseñador gráfico y caricaturista de Birmania; Boubacar Boris Diop (residencia CRC, 2006–2008), escritor senegalés; Hatem Abdulwahid Saleh (residencia CRC, 2008), poeta iraquí; Shakriza Bogatyreva (residencia CRC, 2009), poeta y periodista rusa, y Christopher Mlalazi (residencia CRC de 2015 a la fecha), dramaturgo, narrador y poeta de Zimbabue.



La cartelera de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México está disponible en http://www.cultura.cdmx.gob.mx/ y en el sitio http://www.cartelera.cdmx.gob.mx; en redes sociales (Twitter y Facebook) @CulturaCDMX, siga los hashtags #CulturaCDMX y #CiudadSinMuros.

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