Papalote, papelito de Carmen Villoro, en la sesión de ¿Quieres que te lo lea otra vez? de octubre





· Será encabezada por el actor Abraham Ramos el sábado 28 de octubre al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes





“Poemas muy chistosos y cuentos tan bonitos que hacen imaginar cosas insospechadas” son los textos que abordará el actor Abraham Ramos, de la autoría de Carmen Villoro, en la sesión de este mes del ciclo de lectura en voz alta para niños y adolescentes ¿Quieres que te lo lea otra vez?, que organiza Extensión Cultural del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el sábado 28 de octubre a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.



Papalote, papelito de Villoro es un libro de poesía infantil con ilustraciones de Alberto Castro Leñero. En entrevista, el actor comentó que este volumen “es muy cortito, por lo que también narraré cuentos de esta gran escritora. Qué bueno poder promoverla y ampliar nuestro mundo en la lectura”.



Señaló que en momentos en los que cada vez es más difícil concentrar nuestra atención en una actividad, por tantos problemas alrededor, estos textos de Carmen Villoro despiertan la imaginación y son alimento para el alma y el espíritu.



Una de las historias que leerá es la de “un señor que inventó unas tijeras tan afiladas que podían recortar hasta los pensamientos. Es una historia bellísima que, a través de la imaginación, lleva a los niños por un viaje delicioso”.



Con varios años de participar en los programas de fomento a la lectura del INBA, afirmó que presentarse en cada sede es una experiencia muy grata y una forma de poder regresar un poco lo que ha aprendido. Agregó que le gusta relacionarse con los jóvenes, quienes se muestran muy atentos a lo que lee, y que la lectura es una herramienta fundamental para el desarrollo humano.



“Por todos los lados que se vea, es un placer hacer estas lecturas. El plus es que yo descubro escritores que no conocía”.



Añadió que le apasiona la mitología griega, la psicología, la novela histórica y los clásicos. Para compartir ante el público, le gustan los cuentos, ya que son historias cortas que puede leer completas.



Recordó que desde pequeño se inició en el hábito de la lectura, cuando su mamá le compró una colección de varios cuentos con muchos dibujos. A los 11 años se fue a vivir a León, Guanajuato, a casa de sus tías, donde había muchos libros, por lo que empezó con lecturas más complejas como El jugador de Fiodor Dostoievski. “Tenía 12 o 13 años, y me sudaban las manos al leerlo.



“Por la rapidez con la que vivimos en las grandes ciudades no nos damos el tiempo de darnos un regalito de tiempo para dedicarlo a la lectura. Leer es una forma de relajarnos y dejar fuera el estrés, el tráfico; es un respiro. Al imaginar somos más creativos, y eso en el día a día nos ayuda a funcionar mejor.



“Los invito a reírnos, disfrutar y quitarse las preocupaciones por un rato. Se la van a pasar muy bien. Los textos están muy divertidos”, finalizó Ramos.