Con obras de Arturo Márquez y Alexis Aranda



Emotivo toque musical lleva la Orquesta Escuela Carlos Chávez a la Biblioteca Vasconcelos



Un bello e intenso programa titulado Sueños y Elegías, interpretó la agrupación en memoria de los caídos por los sismos de septiembre


La Orquesta Escuela Carlos Chávez llevó este sábado 25 de noviembre, un toque musical a uno de los recintos de la sabiduría y el conocimiento, la Biblioteca Vasconcelos, en el primero de los dos conciertos que la agrupación ofrecerá este fin de semana.

Un bello e intenso programa titulado Sueños y Elegías, que estuvo integrado con obras de Arturo Márquez y Alexis Aranda, fue interpretado por la orquesta, acompañada por el Coro Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM).

Bajo la batuta de Eduardo García Barrios, titular del SNFM de la Secretaría de Cultura, el público pudo escuchar Magnitud 8.1, obra de tres movimientos que Alexis Aranda compuso hace dos años para recordar a las víctimas del terremoto de 1985.

Luego de que el pasado 19 de septiembre se repitiera otra tragedia similar y de que más allá de la solidaridad, sobre todo de los jóvenes mexicanos, murieran muchas personas, con dicha pieza, señaló el director de la Orquesta Escuela, se busca honrar la memoria de “nuestros muertos”.

Con pasionales notas que se convierten en estresantes, el primer movimiento de la obra, también titulado Magnitud 8.1, da cuenta de la irrupción del movimiento telúrico. La segunda parte, Elegía, es un canto de muerte de suaves pero emocionalmente intensos acordes, los cuales concluyen con Resiliencias, el tercer movimiento que aborda la reconstrucción a partir del dolor.

El recital, realizado en el pasillo central de la biblioteca ubicada en Buenavista, donde se colocaron sillas para los espectadores, sorprendió a los usuarios, muchos de los cuales siguieron el concierto desde los anaqueles y pasillos superiores.

Después, tocó el turno a las obras de Arturo Márquez: Ofrenda, tanto a la vida como a la muerte, pieza de tonos melancólicos y pausados y Cantata Sueños, en cuya interpretación se contó con la participación del Coro Sinfónico del SNFM que este año celebra su 15 aniversario.

Esta obra, detalló García Barrios, tiene muchos significados, “es la vida misma, pero también es la reflexión sobre la vida, por qué estamos y para qué estamos aquí”.

Cantata Sueños se estrenó hace más de 15 años y es un tema que muestra el compromiso del compositor sonorense con el trabajo social, el pensamiento crítico y la libertad.

Los asistentes pudieron escuchar cuatro movimientos de esta enérgica pieza: Es un sueño todavía, cuya letra advierte que “el sueño de mi país, es un sueño todavía”, así como Sin lamento que, con la voz del bajo-barítono Marcos Herrera, nos recuerda que no se puede comprar la tierra, el cielo, ni el aire, pues la tierra no es del hombre, más bien el hombre es de la tierra.

Con gran maestría, la Orquesta Escuela Carlos Chávez también interpretó Aforismos, movimiento de tintes orientales inspirado en Gandhi y la no violencia que contó con la participación de la mezzosoprano Teresita de Jesús Fuentes, para finalizar con Tengo un sueño, una milonga con tintes de oratoria que es un sueño de libertad e igualdad racial, como lo proclamaba Martin Luther King.

El concierto, que contó con la asistencia de los dos compositores interpretados, Arturo Márquez y Alexis Aranda, fue ampliamente ovacionado y los interesados aún tendrán oportunidad de disfrutar este mismo repertorio.

Y es que este domingo 26 de noviembre, el programa Sueños y Elegías volverá a ser interpretado en un recital que en punto de las 18:00 horas se llevará a cabo en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

AGB