img
Libros 2018-02-15 19:22

Obra de Amparo Dávila es referencia indispensable para jóvenes cuentistas

En el Palacio de Bellas Artes



Obra de Amparo Dávila es referencia indispensable para jóvenes cuentistas



Elena G. Moncayo, Aniela Rodríguez y Jaime Velasco Estrada, compartieron experiencias como lectores de la autora de Arboles petrificados




La obra literaria de Amparo Dávila (Pinos, Zacatecas, 21 de febrero, 1928), considerada una de las más importantes plumas de Hispanoamérica, ha sido para jóvenes escritores una referencia obligada y ejemplo del género de cuento fantástico.



Los narradores Elena G. Moncayo, Aniela Rodríguez y Jaime Velasco Estrada, participaron en la mesa redonda “Reflexiones sobre el cuento”, actividad organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, en marco de las celebraciones por el cumpleaños número 90 de la autora de Muerte en el bosque.



Ante el público reunido en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, la noche del 14 de febrero, Elena G. Moncayo, autora del libro de cuentos La Sequía, compartió que conoció la obra de Amparo Dávila en 2012, cuando cursó un diplomado en la Escuela Mexicana de Escritores.



“Desde su niñez lo fantástico se asomaba, ella veía a un hombre con una pata de palo pasar por su casa, a una señora con una vela encendida vestida de blanco, vivía cerca de un cementerio y veía como la gente de los pueblos cercanos desfilaban para ir a ver a sus muertos.



“Su hermanito menor de cuatro años muere, cuando ella tenía cinco, y ella se empezó a sentirse sola, creo que todo esto hizo que ella indagara en los aspectos de lo fantástico y lo real”, dijo G. Moncayo.



La licenciada en Ciencias de la Comunicación comentó que Dávila se propuso que sus cuentos tuvieran como eje principal al ser humano y el misterio, permitiendo que en sus historias irrumpiera un elemento fantástico para que entonces se revelen los misterios del ser humano.



“Siento que ella escribe desde la vigilia, en un punto desde sus vivencias y sus propias pesadillas que se convierten en las pesadillas del lector. Su libro Arboles petrificados, ofrece elementos sorpresa, es la poética de la nostalgia, de la imposibilidad y me parece bellísimo.



A lo que agregó: “Ella aborda la literatura desde la libertad, sin encasillarse, eso es lo genuino pues escribía sin pretender nada”.



La cuentista recordó algunas de sus respuestas que dio Dávila en una charla en una clase de Literatura Mexicana donde le preguntaron si sus personajes se le aparecían y ella decía categórica que no, pues no eran fantasmas, pero que sí había tenido acercamiento con estas figuras.



“Cuando dijo eso pude entender que ella busca que lo real y lo fantástico converjan porque la realidad tiene tintes fantásticos y lo fantástico tintes realistas”.



En su participación, Aniela Rodríguez, Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2016 por su libro El problema de los tres cuerpos, compartió que cuando empezó escribir tenía un interés muy grande por el terror y el horror. Así que leía a los llamados poetas malditos, entre ellos a Edgar Allan Poe, autor cuya obra influyó en la de Amparo Dávila.



“En los cuentos de Dávila siempre está el ingrediente de la incertidumbre, una presencia extraña y un elemento del que nunca habla, pero como lector sabemos que algo está mal y ese es uno de sus grandes logros, sin duda hace un manejo brutal del lenguaje y de la estructura narrativa”.



La becaria del programa Jóvenes Creadores del Fonca en el periodo 2014-2015 confesó que la obra de Dávila ha influenciado su trabajo. Ahondó que quien fuera secretaria de Alfonso Reyes juega con el lenguaje y deja que el lector caiga en la trampa del suspenso.



“Cuando leemos un cuento establecemos un pacto con el autor. Creo que soy una lectora más habida de lecturas que de estructuras. Los cuentos de Amparo Dávila valen mucho la pena”, aseguró Rodríguez.



Por su parte Jaime Velasco Estrada, Premio Internacional de Narrativa de editorial Siglo XXI, confesó que su acercamiento a la obra de Amparo Dávila ha sido parcial, pues sólo ha leído algunos cuentos.



“Ella maneja una perfecta elipsis, hay aires de interiores y elementos que nunca nombra, la imaginación del lector es el que pone los nombres. Lo que he leído de ella ha sido una gran invitación para leer más de su obra”.



La celebración por los 90 años de Amparo Dávila continuará durante todo febrero. Una segunda mesa de reflexión sobre el cuento y la pauta que ha puesto la zacatecana en este género literario se realizará el miércoles 28 de febrero a las 19:00 horas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. Participarán Julieta García, Iliana Vargas y Fernando de León.



DAF

Mas Articulos