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Noticias 2015-06-08 09:47

Analizan vida y obra de Santa teresa de Jesús

Analizan vida y obra de Santa teresa de Jesús





Angelina Muñiz-Huberman, Coral Bracho, Marianne Toussaint, Carmen Leñero, Lorena Elizabeth Hernández, Claudia Posadas y Hernán Sicilia, participaron en el homenaje titulado Iluminata



Tras 500 años de su nacimiento, sigue siendo un clásico de la literatura española





Después de cinco siglos de su nacimiento, Santa Teresa de Jesús sigue siendo un clásico de la literatura española porque, entre otras cosas, es autora de una poesía estremecedora.



En lo anterior coincidieron, por separado, las poetas “y conciencias en busca del morada interior” Angelina Muñiz-Huberman, Coral Bracho, Marianne Toussaint, Carmen Leñero, Lorena Elizabeth Hernández, Claudia Posadas y Hernán Sicilia, quienes participaron en el homenaje titulado Iluminata, que se llevó a cabo en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia del INBA.



Como una manera de rememorar y recuperar para la época actual la belleza y trascendencia del pensamiento y legado poético de Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada (1515-1582), por los 500 años de su natalicio, las poetas estuvieron acompañadas del ensamble de música antigua Ditirambo, que interpretó obras de su autoría, basadas en algunos poemas de Santa Teresa de Jesús y del compositor Tomás Luis de Victoria (1548-1611), considerado el mayor exponente de la polifonía renacentista española.



En entrevista, la también novelista Angelina Muñiz-Huberman recordó que la poeta mística es una figura abordada por ella en una novela que en 1972 le hizo acreedora al premio Magda Donato. “Siempre me ha interesado la mística, pero no la que está enfocada a Dios sino la parte poética”, explicó.



Señaló que Santa Teresa de Jesús tuvo un papel muy importante en su época porque se atrevió a hacer una serie de cosas inusuales, como reformar la orden conventual y establecer una serie de reglas que le acarrearon muchos problemas, debido a que la Inquisición no quería mover las cosas. Los que tenían nuevas ideas, como Santa Teresa de Jesús, siempre eran vistos de manera sospechosa, agregó.



Como la experiencia mística es algo que la ortodoxia no acepta, la poeta claramente tuvo que enfrentar muchos problemas con la inquisición, al igual que San Juan de la Cruz y Fray Luis de León, quien estuvo preso 5 años simplemente por el hecho de conocer hebreo y traducir El Cantar de los Cantares, explicó la escritora mexicana.



Aseguró que la autora de Las moradas y Los Cuatro caminos de la oración es una figura muy importante, recia, fuerte, poderosa, con mucha voluntad y con un gran ímpetu literario.



Para leer poesía mística hay que concentrarse y tener el deseo de hacerlo, supongo que, por eso, no es una lectura de amplio público, pero sí de uno muy especial que lo va a entender y transmitir a otros. Es un clásico de la literatura, afirmó Muñiz-Huberman.



El poeta Hernán Sicilia dijo que la poesía de Santa Teresa de Jesús es fundamental porque representa un lenguaje realmente diferente a lo que se quería hacer en esos tiempos, en el sentido de que rescata cómo se hablaba en ese momento.



Añadió: Con un lenguaje, que yo podría llamar coloquial, ella toca el misterio de lo que es la mística, la trascendencia, el llegar a Dios. Cómo elevar el lenguaje de algo tan sencillo a algo tan poderoso y profundo, es una de sus mayores virtudes.



En Santa Teresa y San Juan de la Cruz, indicó el joven poeta, más que el contenido de sus poemas lo que importa es el sentido de lo que dicen, lo que logran con enorme sencillez. Realmente te tocan, sin intermediación alguna, la Gracia, es decir que te conducen a Dios sin la necesidad del adorno, el ornato o la palabra rimbombante. Es la palabra precisa la que están sintiendo. La palabra es un vehículo y te lanzan completamente desnudo para alcanzar la Gracia Divina.



A 500 años de su nacimiento, habría que recordar anécdotas de Santa Teresa de Jesús, como la siguiente, aparecida en su Autobiografía: “Aunque lo más gastaba en leer buenos libros, que era toda mi recreación; porque no me dio Dios talento de discurrir con el entendimiento ni de aprovecharme con la imaginación, que la tengo tan torpe, que aun para pensar y representar en mí -como lo procuraba traer- la Humanidad del Señor, nunca acababa.”



O esta otra: “Por aquel tiempo me aficioné a leer novelas. Aquellas lecturas enfriaron mi fervor y me hicieron caer en otras faltas. Comencé a pintarme y a buscar a parecer y a ser coqueta. Ya no estaba contenta sino cuando tenía una novela entre mis manos. Pero esas lecturas me dejaban tristeza y desilusión”.



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