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Teatro 2018-07-31 19:15

Ambrosía, de Roland Schimmelpfennig, reto para futuros licenciados en actuación y escenografía

Ambrosía, de Roland Schimmelpfennig, reto para futuros licenciados en actuación y escenografía



· Montada por alumnos del 4o año de la ENAT del INBA, bajo la dirección de Bruno Bert



· Se presenta en el Teatro Salvador Novo: miércoles y viernes a las 20.00 horas; sábados, 19:00, y domingos, 18:00 horas, hasta el 2 de septiembre


Alumnos del 4º. año de las licenciaturas en actuación y escenografía de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) presentan Ambrosía, de Roland Schimmelpfennig, como parte de su trabajo de titulación.


La puesta en escena se lleva a cabo los miércoles y viernes a las 20.00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00, hasta el 2 de septiembre, en el Teatro Salvador Novo de la ENAT del INBA.


“Todo montaje debe ser un desafío, un cúmulo de preguntas, una incógnita apasionante. Pero más cuando se trata –como en este caso- de un trabajo de titulación para un grupo de creadores teatrales”, señaló Bruno Bert.


“Tal vez por esto hemos elegido la obra de Roland Schimmelpfennig, un autor alemán que es ejemplo de las últimas fronteras de la escena contemporánea. Una caja blanca, una decena de actores e infinitos litros de licor, vino y cerveza consumidos sin tasa durante horas. ¿Quiénes son? ¿De qué hablan? ¿Qué quieren? ¿Qué los vincula? ¿Qué relación tienen con nosotros, tan cercanos y lejanos a la vez?”.


Bruno Bert explicó que se realizan montajes obligatorios para la calificación de los alumnos y en este caso es para su titulación. Y agregó: “Respecto a mí, es trabajar dos años con el mismo grupo para que adquieran y desarrollen determinado lenguaje; el año pasado se montó Las mujeres sabias, de Moliere, que significó una aproximación a la comedia de época de Luis XIV.


“Para esta ocasión elegí una obra de Roland Schimmelpfennig, autor dramático alemán de gran importancia, porque es transcendental que cuando ellos emerjan puedan estar capacitados para enfrentar la dramaturgia más contemporánea”, agregó el director.


“Tanto a nivel de escritura como de montaje se trabajó cinco meses. Me parece interesante Schimmelpfennig por la estructura quebrada de su escritura, por la lectura crítica de su trabajo social y por la aproximación al teatro europeo, pero además por el planteamiento de la problemática de tipo social. Es un desafío para los jóvenes actores contar una obra donde casi no se cuenta nada, donde no sabemos exactamente quienes son.


“La obra es irritante, nada es amable, nada genera una facilidad de comunicación con la puesta. Y, sin embargo, la violencia constante, el sinsentido, la mutilación emocional, la sensación de una vejez que no depende de los años, es algo que nos rodea más allá de la coyuntura: la contemporaneidad urbana, la desestructuración de las ideologías, el ruido y la incapacidad de comunicar”, acotó Bert, quien cuenta con 50 años de experiencia artística y docente, de los cuales 25 ha dedicado a la ENAT.

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