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Museos 2015-06-15 17:04

La Sexualidad del Occidente Prehispánico, al descubierto en el Museo de las Culturas de Oaxaca

SEXUALIDAD DEL OCCIDENTE PREHISPÁNICO, AL DESCUBIERTO EN EL MUSEO DE LAS CULTURAS DE OAXACA

La exposición Semillas de vida. La sexualidad en Occidente da cuenta de la cosmovisión de estas antiguas culturas, donde el sexo se relacionaba con lo divino y el orden del universo
Permanecerá abierta hasta el 30 de agosto en el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán

Ya sea con fines reproductivos o de placer, para las mujeres y hombres del Occidente prehispánico, el sexo se relacionaba con lo divino, el orden del universo y la naturaleza, como lo revela la exposición Semillas de vida. La sexualidad en Occidente.
Integrada por 205 piezas prehispánicas elaboradas en barro, piedra y concha, la muestra se exhibe en el Museo de las Culturas de Oaxaca, Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, donde da cuenta de la dualidad como punto de partida de la cosmovisión de Mesoamérica: el hombre representaba la vida, luz y calor; la mujer se relacionaba con la muerte, oscuridad y frío; ambos se complementan y se necesitan para existir.
Tras su paso por recintos museísticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como el Templo Mayor y el Regional de La Laguna, en Torreón, Coahuila, la muestra ahora se exhibe en el recinto oaxaqueño, donde permanecerá hasta el 30 de agosto próximo.
El arqueólogo y curador Daniel Ruiz Cancino destacó que la exposición ha superado las expectativas. El tema ha llamado mucho la atención entre los visitantes, en los distintos recintos donde se ha exhibido, lo que ha servido para despertar el interés por las antiguas culturas del Occidente de México.
Para el montaje en el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán se reordenaron los núcleos temáticos, aprovechando las cualidades del espacio arquitectónico, y para tres piezas se fabricaron soportes de acrílico transparente que sostiene un espejo por debajo, para facilitar la apreciación de los detalles.
“Son dos mujeres con torso desnudo; la primera está sentada y porta un faldellín o enredo que cubre sus genitales de manera frontal y posterior. La segunda, con el rostro pintado de color negro, una decoración corporal con líneas y el vientre con un triángulo partido, tiene una falda grabada de estrellas, que no se apreciaban por estar sentada”, dijo el curador.
La tercera pieza es la única representación del acto sexual de la exposición. Se trata de una pareja en posición de cópula. “La intención de exhibir así está pieza en particular es mostrar las figuras como seres sexuales, más allá de su condición, ya que en las otras exposiciones la gente pensaba que estaban jugando”.
Esta alegoría de la concepción mesoamericana sobre el rol del hombre y la mujer, vistos como seres complementarios, sensuales y fecundos, es abordada en ocho núcleos temáticos: Cuerpo y desnudez, Los géneros y su rol, Mujer y fertilidad, Un mundo dual, El hombre y el culto fálico, Simbolismo de lo femenino, La Conquista y el cambio y Sepulturas, reflejo de la dualidad sexual.
Los visitantes podrán apreciar, por ejemplo, cómo esas culturas prehispánicas concebían las cuevas como el principio de la vida y destino tras la muerte, ejemplificada en las sepulturas y las ofrendas depositadas en ellas; las tumbas de Opeño (1500 a.C.) y las tumbas de tiro (200 a.C.-400 a 600 d.C.) son un ejemplo de ello.
La arquitectura funeraria más notable del Occidente de México en la época prehispánica fueron las tumbas de tiro, que consistían en complejos funerarios subterráneos integrados por criptas con tiros verticales.
“El acomodamiento de los cuerpos en las tumbas de tiro tiene un simbolismo muy importante; la mayoría de las veces, la cabeza de los enterramientos se orienta hacia la salida, y la bóveda del sepulcro representa el vientre. Y el tiro sería el conducto uterino por donde nacemos”, dijo el investigador del INAH.
Esculturas de mujeres y hombres sin ropa exaltan la desnudez en esta relación con la reproducción. Destaca la figura en piedra de un joven que se masturba, fechada entre el periodo Clásico Final (600 a 900 d.C.) y el Posclásico Temprano (900 a 1200 d.C.).
Otra de las figuras, tallada en piedra en una sola pieza que corresponde al Posclásico (900 a 1532 d.C.), habla de la dualidad. En ella se aprecian las caderas anchas, pelvis tallada y pechos de una mujer, pero también la forma de un falo.
La muestra cuenta con piezas de cerámica con variantes de los estilos Comala, Ortices-Tuxcacuesco y Lagunilla, entre otras. Incluye vasijas estilo Aztatlán, del periodo Posclásico (900 a.C.-532 d.C.), provenientes de Sinaloa, algunas de las cuales tienen una decoración policromada con representación zoomorfa que alude a lo masculino.
“La trascendencia de la exposición estriba en que, gracias a ella, el público se ha dado cuenta de que existen otras áreas culturales prehispánicas como el Occidente, más allá de la connotación sexual-reproductiva de la misma”, finalizó Daniel Ruiz Cancino.
Semillas de vida. La sexualidad en Occidente cuenta con piezas provenientes de los museos regionales de Guadalajara, Michoacán y Colima, así como del Soumaya.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 30 de agosto en el Museo de las Culturas de Oaxaca, Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, ubicado en Macedonio Alcalá s/n, colonia Centro, Oaxaca de Juárez, Oaxaca, de martes a domingo de 10:00 a 19:00 horas. La entrada es gratuita.


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