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Noticias 2018-08-08 19:09

Recuerdan los ideales de Emiliano Zapata en el 139 aniversario de su natalicio



Recuerdan los ideales de Emiliano Zapata en el 139 aniversario de su natalicio



· Con una ceremonia cívica, autoridades del Gobierno de la Ciudad de México rindieron homenaje al prócer revolucionario ante su estatua ecuestre ubicada en la Alameda del Sur



· La lucha y el espíritu del defensor de la tierra y los derechos de los campesinos fue honrado en presencia de algunos descendientes de los generales Emiliano Zapata y Francisco Villa



El amor que el general Emiliano Zapata mostró por la tierra y la colectividad fue recordado en el marco del 139 aniversario de su natalicio, con una ceremonia cívica organizada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX), ante la estatua ecuestre erigida en su honor en la Alameda del Sur.



Con presencia de algunos de sus descendientes, como Jesús Aguilar Zapata y Juan Andrés Aguilar Zapata, así como de familiares directos del general Francisco Villa, entre ellos Agustín Villa Córdova y Francisco Villa García, y representantes de distintas dependencias capitalinas, Ramón Lépez Vela, de la Secretaría de Cultura capitalina, recordó al Caudillo del Sur como un héroe evocado en todas las luchas agrarias e indígenas.



“A 139 años de su natalicio recordamos a la leyenda que forjó un camino pulcro e impoluto y cuya muerte prendió la llama que ilumina las luchas de los más humildes, al hombre que murió de pie sosteniendo los ideales de la lucha agraria y la libertad”, expresó Lépez Vela.



Señaló que Zapata avivó en su juventud su espíritu de lucha al ser testigo de las arbitrariedades que sufrían los campesinos y del crecimiento de las haciendas y la construcción de los ferrocarriles, lo cual evidenciaba que la modernidad porfiriana nunca beneficiaría a las comunidades agrarias.



“Concluyó muy pronto que la única opción de lucha viable consistía en armar a un ejército de campesinos para luchar en defensa de su tierra y en 1909, Zapata, quien ya contaba con 30 años, organizó a su gente e inició el reparto de tierras en los campos de Morelos”, enfatizó Lépez Vela.

Destacó que Zapata no buscaba el beneficio propio, sino el bien colectivo, ideas que plasmó en el Plan de Ayala, documento considerado uno de los más avanzados en materia agraria que se volvió la columna vertebral de la lucha campesina contra porfiristas, maderistas, huertistas y carrancistas.



La lucha del Caudillo del Sur contra el imperialismo fue recordada también por Agustín Villa Córdova, quien resaltó que pese a la posibilidad de haber tomado una actitud burguesa, Zapata —influenciado por el lema magonista de “¡tierra y libertad!”—, se convirtió en la punta de un movimiento popular que cuestionó los intereses económicos de las clases en el poder, por lo que fue perseguido, declarado bandolero y, posteriormente, asesinado.



“Es reconocido el esfuerzo de las comunidades campesinas y la lucha que continuaron a partir de este proceso histórico. Hoy el general Emiliano Zapata pisa la tierra y sigue manteniendo las posiciones esperando que los futuros vientos de transición sirvan para tener una mayor solidez de su lucha”, expresó Villa Córdova.



En la ceremonia cívica se depositó una ofrenda floral y se rindieron honores a la bandera por parte de la escolta y Banda de Guerra de la Secretaría de Seguridad Pública, y se entonó el Himno Nacional a cargo de la Banda de Música de la SCCDMX y del Coro de la Ciudad de México.



Al acto también acudieron la Juez Vigésimo Tercero Civil de Cuantía Menor del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, Laura Elena Rosales Rosales; el Director Adjunto de Servicios Históricos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Felipe Ávila Espinosa, y la Directora General de Bibliotecas de la Secretaría de Educación de la CDMX, Karina Estévez Rivera, entre otras autoridades.



Emiliano Zapata (8 de agosto de 1879–10 de abril de 1919) nació en Anenecuilco, al sur del estado de Morelos. Su infancia transcurrió en el campo, donde trabajó como labrador y arriero, en el esquema del latifundismo porfirista, interesándose sobremanera en torno al derecho de propiedad de los pueblos sobre sus tierras.



A los 23 años apoyó a la Junta de Cuautla en sus reivindicaciones por la tierra en el estado de Morelos. La persecución desatada contra la Junta por el régimen porfirista lo condenó a la leva y al Noveno Regimiento de Cuernavaca, donde su idea de insurrección se incrementó.



De regreso a su pueblo, Zapata retomó la defensa de las tierras comunales, y fue designado jefe de la Junta de Ayala. En 1909, al frente de un pequeño grupo armado y tras proceder a la entrega de tierras a los campesinos, fue perseguido al ser declarado bandolero.



En 1910, atraído por las demandas agrarias del Plan de San Luis ─proclamado por Francisco I. Madero─, se unió al movimiento; sin embargo, una vez que Zapata advirtió que el reparto de la tierra pactado en dicho documento no se llevaría a cabo, reorganizó a su ejército para retomar la lucha, fue así como lanzó el Plan de Ayala en noviembre de 1911.



En 1914 el Ejército Zapatista tomó Chilpancingo, Cuernavaca, Cuajimalpa, Xochimilco y Milpa Alta, y en noviembre de ese mismo año se llevó a cabo la Convención de Aguascalientes, que incorporó a los zapatistas en una segunda instancia. Posteriormente, Carranza se retiró a Veracruz, mientras que Villa y Zapata firmaron el Pacto de Xochimilco; así, el 6 de diciembre de 1914 el Ejército Libertador del Sur y la División del Norte desfilaron triunfalmente en la capital del país.



La baja del general Emiliano Zapata se planeó mediante una celada comandada por el coronel Jesús Guajardo, quien fingió pasarse a su bando y, una vez ganada su confianza, preparó una emboscada donde el Caudillo del Sur fue asesinado a mansalva el 10 de abril de 1919 en la hacienda de Chinameca, Morelos.

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