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Noticias 2018-09-02 15:08

La Orquesta Sinfónica de Minería ofreció una apoteótica noche de gala en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes


La Orquesta Sinfónica de Minería ofreció una apoteótica noche de gala en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes



Para cerrar su temporada de verano 2018 y celebrar su 40 aniversario, interpretó las sinfonías Octava y Novena de Beethoven; recibió una ovación de diez minutos



La directora general del INBA, Lidia Camacho, entregó un reconocimiento a la orquesta por su aniversario, así como al director del coro Philip Brunelle



Un largo aplauso que se prolongó por más de diez minutos y cimbró los muros del Palacio de Bellas Artes coronó este viernes por la noche la gala de clausura de la temporada de verano 2018 de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM), agrupación que en su visita al recinto de mármol conmovió al público presente con una portentosa interpretación de la Novena sinfonía, Coral, de Ludwig van Beethoven.



Tal y como había prometido desde el inicio de la temporada, la orquesta universitaria celebró este año sus cuatro décadas de esfuerzo y constancia con la interpretación de las nueve sinfonías del catálogo del compositor alemán. Este viernes último de agosto se cumplió la promesa con la ejecución de las dos últimas: la Sinfonía núm. 8 en fa mayor, op. 93 y la Sinfonía núm. 9 en re menor, op. 125, Coral.



El programa se complementó con el Motete núm. 2 op. 29 Oh, Dios, crea en mí un corazón limpio y puro, de Johannes Brahms, el cual permitió, dada su condición de obra a capella, a manera de introducción, mostrar las virtudes vocales del coro invitado: VocalEssence de Minnesota, Estados Unidos, dirigido por el maestro Philip Brunelle.



Las tres obras, en conjunto, formaron el concierto de clausura y de gala que contó, además, con la participación de cuatro destacadas voces solistas; la soprano canadiense Katherine Whyte, la mezzosoprano mexicana Grace Echauri, el tenor Thomas Studebaker y el bajo-barítono Kevin Deas, ambos de origen estadounidense, así como el Coro de la OSM.



Luego del motete de Brahms vino la Sinfonía núm. 8 en fa mayor, op. 93, de Beethoven, una obra que en la ejecución de la OSM y con la batuta de su director artístico, Carlos Miguel Prieto, mostró un gran poderío sonoro, a ratos sublime, pero siempre con una gran fuerza dramática, hasta en sus movimientos más vivos y alegres.



La apoteosis llegó con la Sinfonía núm. 9 en re menor, op. 125, Coral, la última de las sinfonías compuestas por Beethoven, estrenada cuando el genio de Bonn ya se encontraba sin el sentido del oído.



En sus primeros cuatro movimientos, la orquesta universitaria permitió un diálogo perfecto entre las cuerdas y los metales, inclusive las escasas percusiones, pero en su último movimiento alcanzó el punto climático. Para ello, un coro de cerca de cien voces se sumó a la obra, así como los cuatro solistas, especializados en esta que fue la primera sinfonía coral que conoció el mundo en la historia de la música.



Orquesta, coros y solistas, de la mano de Carlos Miguel Prieto, llevaron al público por una especie de limbo en el que se entonaron los famosos cantos de la hermandad del ser humano en el universo, esta vez en una plegaria para que el texto del poeta alemán Schiller realmente se cumpla, hoy que es más necesario que nunca. El público, en éxtasis, premio la interpretación con un aplauso que se extendió más de diez minutos y que habría continuado si no es porque los artistas repitieron un parte de la obra.



El concierto de clausura de la Orquesta Sinfónica de Minería de este viernes 31 de agosto en el Palacio de Bellas Artes fue el marco para la entrega de dos reconocimientos por parte de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho.



El primero fue para la propia orquesta con motivo de su 40 aniversario, y el segundo para el director del Coro VocalEssence de Minnesota, el maestro Philip Brunelle, quien se ha distinguido por hacer una amplia difusión de la música mexicana en Estados Unidos por medio del programa ¡Cantaré!, que involucra tanto a artistas mexicanos como a compositores residentes.



A nombre de la Academia de Música del Palacio de Minería y de la OSM, el presidente del Consejo Directivo de dicho organismo, Gerardo Suárez Reynoso, agradeció a la Secretaría de Cultura y al INBA el haber abierto las puertas del Palacio de Bellas Artes para la celebración de los 40 años de la orquesta, mientras que Philip Brunelle externó su beneplácito por estar en México al frente del coro VocalEssence y recibir el reconocimiento de los mexicanos.

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