Daniela Liebman y Ricardo Acosta debutarán en el Festival Internacional de Piano Blanco & Negro



Ofrecerán recitales por separado hoy y mañana, en el Auditorio Blas Galindo del Cenart

Las grandes jóvenes figuras mexicanas de la interpretación del piano con una sólida proyección internacional, Daniela Liebman y Ricardo Acosta se presentarán por vez primera en el marco del XXII Festival Internacional de Piano Blanco & Negro, hoy sábado y mañana domingo, respectivamente, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional para las Artes, con un recital de sus melodías predilectas.



Daniela Libertman ofrecerá su recital a las 19:00 horas. Su programa está conformado por las obras de: Beethoven: Rondó Op.51, número 1 y Sonata A Therese, Op.78; Schubert: Cuatro impromptus, Op.90; Chopin: Balada número 1, Op.23 Cuatro impromptus. Balada número 3, Op.47 y Prokofiev: Sonata número 3, D’un vieux cahier.



“El programa tiene una variedad que va muy bien con como yo me siento hoy como músico. Así que todas estas piezas son muy especiales para mí”.



Agregó: “me encanta abrir el recital con esa dos piezas de Beethoven porque ofrecen una cara muy diferente de este gran maestro que generalmente el público no está acostumbrado a ver.



“Para mí tiene fama de ser, con su pelo despeinado y las sinfonías que escribió, de ser un compositor muy directo y pesado con todas las voces al mismo tiempo.



“Pero esta sonata es muy dulce comparado con las otras sotanas escritas por este autor” y que confesó es de su favoritas. “Creo que es muy dulce, se puede oír. Me hacer muy feliz tocarla y compartir eso con el público. Es muy especial para mí”.



A Schubert lo calificó como su compositor favorito que al ser interpretado en el marco de este programa con las obras de Beethoven y Chopin, ofrece un excelente contrate musical que se crece al cerrar con Prokofiev, que resulta diferente y más moderno.



La pianista originaria de la ciudad de Guadalajara, Premio Nacional de la Juventud 2014, categoría expresiones artísticas y arte popular, y quien es ya invitada por grandes orquestas sinfónicas y ha ofrecido conciertos en cuatro continentes, calificó su inclusión en el programa del Festival como “uno premio nacional” porque muchos de los músicos que admira han estado presentes.



“Me siento afortunas de tener la posibilidad de tocar al lado de grandes músicos e interpretar estas grandes piezas que son tan especial. Por otra parte, es mi debut en la Ciudad de México con este festival. El significado es emocional porque desde chica sé que es el festival más importante de México”.



Comenzó sus estudios musicales a la edad de 5 años y tres años después porta el título de ser la pianista más joven en la historia de México que haya tocado con orquesta, debutando así como solista a los 8 años con la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.



Hoy como adolescente forja un importante cartel internacional en los mejores escenarios del mundo como solista y con reconocimientos y primeros lugares en competencias internacionales.



Recientemente debutó con la Orquesta Sinfónica Nacional y grabó su primer disco que está disponible en las plataformas digitales.



Como apasionada de la música clásica dice busca involucra a la juventud, por ello cuando ofrece conciertos visita escuelas para pláticas sobre música “para hacer que la música clásica sea accesible a todos y no solo para elites”.



Ricardo Acosta ofrecerá su recital el domingo 9 a las 13:30 horas. El repertorio que eligió son obras especiales por la riqueza emocional que le provocan y está conformado por los compositores: Widmam: idilio y abismo (Seis reminiscencias de Schubert); Schubert, Sonata número 19, D. 950. Dos creaciones de su propia inspiración: Preludio Soñador y Preludio, religioso, y de Schuber: Kreisleriana, Op.16.



“Para mí la música clásica, desde pequeño, desde que tengo memoria, es todo. Toda mi vida ha girado en torno a la música clásica. Esperaba que me recogieran del colegio para poner en el auto mi disco compacto de Beethoven. Todo ha sido la música y lo demás es aparte”.



El pianista que ha cosechado elogios de la crítica y del público dijo: “soy de la idea de que la música clásica es parte de lo que nos hace humanos. Bueno, el arte en general, pero la música clásica es la línea recta a las emociones.



“Para que la gente la disfrute sólo necesita exponerse. Eso es que lo va a llevar a disfrutar un obra, ya sea Beethoven, Wagner o Mozat, ya que está intrínseco, porque es música de humanos para humanos. Son emociones que trascienden en el tiempo.



Sin duda “es un música que rompe barrera, rompe clases, rompe todo”.



Las composiciones musicales para piano que presentará durante su recital son el resultado de muchos ensayos, de creaciones para satisfacción personal, el reflejo de sus emociones, de sus intentos de ser feliz y creativo para el instrumento de su pasión.



AAD