Actividades educativas revelan la importancia del trabajo arqueológico



Dedican los talleres de julio a la cultura china y a Shielmann, descubridor de Troya
Las sesiones se efectuarán los sábados 4, 11, 18 y 25 de julio, a las 12:00 horas, en el Museo Nacional de las Culturas


Los talleres sabatinos de julio del Museo Nacional de las Culturas, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), estarán dedicados a los abanicos y el dragón chino, así como a Heinrich Schliemann, descubridor de la mítica ciudad de Troya.



Las sesiones inician con Un viaje con Schliemann a la ciudad de los gigantes, el sábado 4 de julio y continúan con El dragón chino: fantasía, imaginación y misticismo, el 11 y 25, y Aire, viento y cielo: abanicos chinos, el sábado 18 de julio, a las 12:00 horas.



El objetivo del taller Un viaje con Schliemann a la ciudad de los gigantes, es reflexionar acerca de la importancia del trabajo de campo que realizaron los primeros arqueólogos, quienes sentaron un precedente con sus descubrimientos.

A partir los viajes de los primeros exploradores es como se construyeron las colecciones de los museos antropología. Ellos salieron a buscar la vida del ser humano, de lo que hace el otro y, además, se descubrieron un poco a sí mismos, comentó en entrevista Monserrat Navarro, responsable del departamento de Comunicación Educativa del museo.



En el taller Un viaje con Schliemann a la ciudad de los gigantes, los participantes podrán reproducir con la técnica de repujado uno de los tesoros descubiertos por este viajero. Previo al taller se efectuará una charla introductoria a través de la cual se dará a conocer la fascinante historia de este personaje.



Schliemann fue precursor de la arqueología, su tenacidad, valor y amor al conocimiento, lo hicieron vivir una de las aventuras más emocionantes de la historia, viajó a lugares que se creía pertenecían al mito y la leyenda.



En entrevista, Laura López Zetina, responsable de impartir los talleres sabatinos comentó: “Schliemann desde la infancia, a los 9 o 10 años, leyó la Ilíada y la Odisea, y desde entonces quedó prendido de la historia de Homero y toda su vida pensó en viajar para descubrir las ruinas de la ciudad de Troya, de la que se habla en la Ilíada.



“Su padre era pastor en una iglesia y era viudo de su primer matrimonio. Se casó por segunda ocasión y como era poco precavido con sus finanzas, Shiliemann desde muy chico tuvo que trabajar como dependiente en una tienda, con el tiempo aprendió el oficio de comerciante, pero nunca dejó atrás la idea de viajar en búsqueda de Troya”.

López Zetina mencionó que la inquietud de Schliemann fue tal que, por su cuenta y de manera autodidacta, aprendió el griego clásico hasta que logró descifrar los poemas de Homero. Fruto de su trabajo en el comercio, consiguió a hacerse de un capital, y vivir con su esposa de sus rentas.



Es entonces cuando Schliemann, teniendo sólo como referencia la descripción que hace Homero de cómo llegar a Troya, se lanzó a la aventura para descubrir la existencia del lugar que habitaron los míticos héroes griegos: Agamenón, Helena, Héctor, Paris y Áquiles. Emprendió un viaje al viejo reino de Micenas en búsqueda de estos lugares y descubrió los vestigios de Troya, no la de Homero sino una más antigua.



“Cuando Schliemann llega a Micenas, descubre un tesoro, las joyas de oro que pensó eran de Helena, y una máscara que creyó había sido de Agamenón, pero correspondían a los gobernantes de la antigua ciudad. En el taller vamos a recrear estas piezas”, comentó la tallerista.



Los sábados 11 y 25 de julio, se impartirá el taller El dragón chino: fantasía, imaginación y misticismo. Los participantes podrán conocer durante la sesión, la interesante leyenda de este animal mitológico y legendario de China, que se conforma con partes de nueve animales, al tiempo que realizarán una representación de este ser mítico.



El dragón chino tiene una cierta religiosidad, es un símbolo imperial, sólo lo pueden portar los emperadores, es símbolo de vida y fertilidad. Previo a la sesión, se hará un recorrido por la sala permanente de China.



Aire, viento y cielo: abanicos chinos, es el título del taller que se ofrecerá el sábado 18 de julio, a las 12:00 horas. En China el abanico es utilizado en bailes, ceremonias y celebraciones como el Año Nuevo. En este taller los asistentes realizarán un abanico y conversarán acerca de su significado y tradición.



El abanico es actualmente un elemento de uso cotidiano y se considera una aportación a la humanidad, ya que se utiliza en varios países y muchos de ellos son decorados con elementos de la cultura china o del lugar en el que fueron confeccionados.



Los talleres sabatinos se realizarán el 4, 11, 18 y 25 de julio, a las 12:00 horas, en el Museo Nacional de las Culturas, ubicado en la calle de Moneda 13, Centro Histórico. Entrada gratuita. Cupo limitado a 25 lugares. Se recomienda llegar 15 minutos antes de la cita. Más información en Comunicación Educativa, teléfono 5542-0422 /1097/ 0165, ext. 116, o al correo: talleresmnc@gmail.com

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