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Libros 2015-07-15 15:51

Celebrar los 75 años de Francisco Toledo

“Es un artista aún insatisfecho y exigente con su trabajo”



Celebrar los 75 años de Francisco Toledo, motivo de alegría y esperanza: Angélica Abelleyra



· De espejos y Espejismos, publicado en la colección Periodismo Cultural del Conaculta contiene un registro de la visión del artista con respecto al arte en Oaxaca


Conaculta celebra los 75 años del artista oaxaqueño Francisco Toledo (Juchitán, 1940) con un testimonio de la periodista Angélica Abelleyra y recordando la serie de charlas que en 2001 publicó en el libro De espejos y espejismos de la colección Periodismo Cultural del Conaculta.



Para escribir el título en el que se refleja la realidad del arte en Oaxaca de esa época, Angélica Abelleyra realizó una exhaustiva investigación a lo largo de dos años (abril de 1998- abril de 2000) y fue en esa oportunidad y dada la coyuntura del tema, que sostuvo largas conversaciones con el creador plástico Francisco Toledo, quien con respecto a las galerías le expresó que “hay una función que deben hacer las galerías, que es vender. Por eso las instituciones no venden”.



“Hay gente que se maneja desde su casa y sus esposas son también sus promotoras, venden en la casa y ven a los coleccionistas. En ese sentido, al menos para mí las galerías funcionan porque yo no podría tener en orden todo. El reclamo a ellas viene con los altos porcentajes”, señaló Francisco Toledo.



El pintor se mostraba inconforme con las galerías ante los altos porcentajes que cobran a los artistas “Está por entendido que va desde el 40 por ciento hasta otras estimaciones. En mi caso es 33 por ciento. Pero es muy alto para los jóvenes”, además aseguraba que si no fuera por ellos, las galerías ni existirían, aunque decía sentirse cómodo con galerías con las que había trabajado, ya que “mientras ellas hacen el trabajo a uno le queda tiempo para ir y regar las plantas”.



En aquel momento refirió también que a pesar de que se abren y cierran galerías, existen variados inconvenientes para la pintura, pues aunque algunas galerías les abran las puertas a artistas jóvenes y extranjeros, en Oaxaca no todos sus habitantes están interesados en comprarlo o siquiera visitar alguna galería o museo y a pesar de que se conozca que en el país se dé más esta rama del arte no todo los turistas “son educados” y no todos van para comprar obras y si lo hacen van sobre algo en concreto “no creo que un turista que pase por enfrente de la galería diga “voy a comprar esto”.



A propósito del 75 aniversario de Francisco Toledo, la periodista expresó para Conaculta que “es un motivo de alegría y de esperanza el celebrar los 75 años de Francisco Toledo. ¿Por qué?, por la constancia que él ha manifestado en estas múltiples aristas que lo conforman, por un lado este artista plástico que sigue experimentando con los materiales, que sigue retomando las imágenes de Durero, por ejemplo, para hacer portadas para cuadernos para los niños, para que los niños tengan otra visión sobre el cuerpo humano y que no sean estas mujeres encueradas de las que él habla, o que no sean estos personajes de Disney, que les dicen muy poco a ciertos niños de zonas pobres de Oaxaca”.



Señala que Francisco Toledo “es este artista que sigue insatisfecho con su propio trabajo, muy exigente con su propio trabajo y con el de los demás, es este artista con esta constancia en la generosidad como el coleccionista que siempre ha sido, como el coleccionista que integró este acervo increíble y riquísimo del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) -y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo-, que se conforma por 125 mil obras y que en enero de este 2015 él donó al INBA”. Asimismo expresó su deseo de que “ojalá el INBA, independientemente de los funcionarios que estén al frente, honre este legado a través del adecuado mantenimiento de ese acervo, que se continúe alimentando ese acervo como lo ha hecho Francisco Toledo durante 26 o 27 años.



Angélica Abelleyra destaca la importancia de que “el IAGO continúe con este espíritu de calidez y de profesionalismo con el cual todo su personal atiende e invita a los visitantes a consultar libros, a estar ahí, a tomarse un café, a disfrutar el patio con las flores, es decir, que se continúe con el sentido humano de una institución como el IAGO para que todos los que hemos sido asiduos de ese espacio, lo sigamos sintiendo como nuestro”.



Recordó que hace muchos años, la hija de Francisco Toledo, Natalia, que es una poeta que trata de rescatar la lengua zapoteca, que da clases a los niños y que escribe en zapoteco, le dijo “un artista es para nadie”, lo que la llevó a expresar “a mí me gustaría que Francisco siga siendo de todos nosotros porque lo hemos adoptado como nuestro, que él siga insatisfecho con su trabajo, exigente con el trabajo y generoso con el trabajo, tanto plástico como en el activismo social, y que siga interesado en los problemas que sólo desde la civilidad y el trabajo colectivo podrían tener solución en este país como el tema de la ecología, contra el maíz transgénico, contra la depredación de los bosques y contra la falta de educación.



“Felicidades a Francisco Toledo e sus 75 años y que tenga larga vida”, concluyó la autora de los libros De espejos y espejismos y Retrato biográfico de Francisco Toledo (Plaza y Janés), entre otros títulos.

Semblanza:



En 1940, nace Francisco Toledo, en Juchitán, Oaxaca. En los cincuentas, inicia sus estudios artísticos en la gráfica, en el taller de grabado de Arturo García Bustos. Posteriormente ingresa al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la ciudad de México. En 1972 comenzó su interés por difundir las artes en Oaxaca con la fundación de la Casa de Cultura de Juchitán, además constituyó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, el Taller Arte Papel Oaxaca, el Centro de Artes de San Agustín, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Cine Club El Pochote, el Jardín Etnobotánico, la Fonoteca Eduardo Mata, la Biblioteca Francisco de Burgoa, la editorial Ediciones Toledo, las revistas Guchachi Reza (Iguana Rajada) y Alcaraván. Ha donado pinturas, cerámica, grabados, esculturas, y libros a diversas instituciones. Diseñó la urna en donde desde junio de 2011 descansan las cenizas del escritor Carlos Monsiváis en la Sala de Lectura del Museo del Estanquillo, la pieza es de barro pintada al óleo, que simboliza a un gato que juega con una pelota. Este año dono al INBA dos de sus propiedades: el IAGO y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo que resguardan un acervo conformado por más de 125 mil objetos de arte.



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