“Yo sí puedo salir a la calle sin que nadie me reproche nada”:

Nieves Paniagua


Ø Público aplaude 40 años de la Compañía Nacional de Danza Folklórica



Ø Convirtió en auténtica fiesta la celebración en el Palacio de Bellas Artes



Ø “No me arrepiento de haber dedicado 40 años de mi vida a la danza”, dijo la coreógrafa





El Palacio de Bellas Artes se vistió de gala y fue testigo de un acontecimiento importante para el arte y la cultura de nuestro país: se celebró el 40 aniversario de una de las compañías de danza folclórica más importantes de México: la Compañía Nacional de Danza Folklórica que dirige la maestra Nieves Paniagua.



Junto con el público, los integrantes de dicha agrupación bailaron, cantaron y corearon el Cielito Lindo, sonaron las palmas, silbaron y no faltaron las porras: un ambiente festivo el que se vivió en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.



En el desarrollo del programa la fundadora y directora del ballet no perdió detalle de cada uno de los pasos que daban los bailarines de su compañía; al finalizar, el público la ovacionó de pie, ella agradeció y dijo estar satisfecha de haber formado generaciones de profesionistas.



Minutos antes de que iniciara la función comentó: “En estos momentos Nieves Paniagua hace una reminiscencia de toda su carrera profesional; fui muy feliz bailando en Bellas Artes, practicando y disfrutando los estilos de la danza. La danza contemporánea me permitió expresarme en una forma amplia, con temática hacia lo que somos y tuve la suerte de tener maestros tan extraordinarios como un José Limón”.



El programa inició con una Danza azteca en la que no faltaron los tambores, flautas, cascabeles, con un Emperador Cuauhtémoc que literalmente pasó los pies por el fuego.



Luego vinieron danzas de Chiapas con música de marimba en vivo; la Huasteca y Nayarit, para dar paso al intermedio, momento que aprovecharon amigos, alumnos y público para acercarse a la coreógrafa y tomarse fotografías con ella.



Los bailes tradicionales de Oaxaca, Nuevo León, Veracruz y Sonora también se hicieron presentes con auténticas puestas en escena de La bamba, La bruja y El venado, entre otros que fueron muy aplaudidos. Al final, el mariachi apareció en escena y con él los bailes de Jalisco. La negra y El Jarabe Tapatío, los más representativos, permitieron el lucimiento de los bailarines.



“Tengo una gran satisfacción, porque los jóvenes aprendieron a amar a su país por medio de sus danzas, algunos han creado sus propios grupos, otros se alejaron de malas compañías y aprovecharon su tiempo libre.



“A nadie se le ha cobrado nunca por enseñarle, muchos viven ahora de lo que aprendieron en la compañía; también viví experiencias preciosas en el proceso de investigación de las danzas en sus lugares de origen”, dijo Nieves Paniagua.



Y concluyó: “Cuando presenté el Huapango hidalguense, con todo y banda del lugar, me otorgaron un diploma al mejor programa ese año en el Palacio de Bellas Artes. No me arrepiento de haber dedicado 40 años de mi vida a la danza; yo sí puedo salir a la calle sin que nadie me reproche nada”, finalizó la bailarina y coreógrafa.