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Noticias 2023-05-14 22:47

Abordan la maternidad en el México prehispánico desde la etnohistoria y la arqueología

Abordan la maternidad en el México prehispánico desde la etnohistoria y la arqueología



· La antropóloga Miriam López Hernández analiza el tema el No. 11 de la Revista de Estudios de Antropología Sexual



· Refiere que es posible apreciar representaciones de madres en los códices Tudela, Mendoza, Borbónico y Florentino



En las civilizaciones mesoamericanas, el peligro al que se exponía una mujer durante el parto era comparado con lo que vivía un guerrero que luchaba por su pueblo; asimismo, su cuerpo y la capacidad de dar vida se equiparaba con el poder de fertilidad de la tierra.

Así lo refiere la antropóloga Miriam López Hernández, en el No. 11 de la Revista de Estudios de Antropología Sexual, donde señala que en el mundo prehispánico las madres representaban la esencia de la vida comunal y la supervivencia del grupo, ya que eran las encargadas de la reproducción social, la educación, la crianza y eran las proveedoras de los mantenimientos.

En la publicación, editada por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Dirección de Antropología Física, la investigadora brinda un acercamiento desde las fuentes etnohistóricas y la arqueología a la maternidad entre los nahuas prehispánicos y otros grupos mesoamericanos.

Al respecto, refiere sobre la cosmovisión en torno a las cuevas y los cerros como elementos fundamentales en la mitología precolombina, las cuales se asociaban con las entradas a la tierra, en cuyo interior estaban las aguas primigenias y eran pensados como lugares de origen, aspecto que relacionaban con la matriz de las mujeres.

López Hernández argumenta que esa asociación se refleja en la Lámina 16v del Códice Historia Tolteca-Chichimeca, donde las paredes de las cavernas de Chicomoztoc simulan un tejido endometrial; en tanto, en la Lámina 1 del Códice Selden se presentan dos deidades que desde el cielo lanzan un dardo que preña a un cerro de agua, de cuya abertura nace un individuo.

Además de esos ejemplos, es posible apreciar representaciones de madres en códices como Tudela, Mendoza, Borbónico y Florentino, realizando actividades domésticas, crianza de hijos o rituales. A su vez, la arqueología mexicana también da cuenta de ellas por medio de figurillas con vulva pronunciada, vientres embarazados, ataviadas de acuerdo al grupo que pertenecen y con grandes tocados.

La antropóloga destaca un registro arqueológico femenino del periodo Preclásico (2500-1200 a.C.), compuesto por figurillas de cerámica procedentes de Tlatilco, sitio que se asentó a las orillas del lago de Texcoco, las cuales representaban a mujeres con caderas anchas, llamadas por los arqueólogos “pretty ladies”, estilo que destaca su capacidad de reproducción y se relaciona con el culto a la fertilidad.

Indica que en aquellas figuras en las que aparecen sentadas, la postura de reposar las nalgas sobre los pies o el suelo permite que se muestre la abertura vaginal y pone en contacto su sexualidad con la tierra, así, se establece una conexión entre la idea de la tierra fertilizadora con la fecundidad de las mujeres.

La investigadora destaca que, durante el periodo Posclásico (900-1521 d.C.), entre los nahuas prevaleció la utilización del temazcalli para dar baños a las preñadas y acomodar la salida correcta del bebé; en el acto, a las parturientas se les daba de beber la raíz molida de la hierba cihuapatli (Montanoa tomentosa), para expulsar al pequeño de manera natural, pero si eso no ocurría, era necesario la extracción manual, la cual ejecutaba la partera.

Un rubro no menos importante para las madres era la lactancia, respecto a ella, la antropóloga indica que, en varias figurillas del Posclásico se ve a los recién nacidos acomodados en la espalda o la cadera de la madre, o enfrente de ella, para tener acceso directo al pecho.

Finaliza que, para los nahuas precolombinos el busto carecía de significado sensual y su único fin era el de amamantar. Al momento del destete, los niños eran instruidos por el padre en tareas propias de su género; y las niñas comenzaban un proceso educativo a cargo de sus progenitoras, el cual incluía las actividades de preparación para la maternidad, como el cuidado de la casa y los niños. El ensayo completo se puede descargar en esta liga.

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