Cuarteto de México ofrecerá un viaje por las sonoridades de la guitarra



Integrado por Daniel Olmos, Carlos Viramontes, Arody García y Antonio Laguna, se presentará el 11 de agosto en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes



El Cuarteto de México ofrecerá un concierto que llevará al público por las diferentes sonoridades de la guitarra el viernes 11 de agosto, a las 18:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en el marco del ciclo La guitarra hoy, que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura a través de la Coordinación Nacional del Música y Ópera (CNMO).



El programa está integrado por obras que muestran el sincretismo de la música latinoamericana. “Hicimos una selección muy cuidada para ofrecer un concierto colorido, lleno de matices y atmósferas que transportarán al público por distintos estados del alma”, comentó en entrevista el también concertista del Inbal, Daniel Olmos, quien integra la agrupación junto a Carlos Viramontes, Arody García y Antonio Laguna.



“Incluimos a compositores latinoamericanos —aunque no todas las obras tienen la influencia de la región— como Fantasía, de Antonio Laguna (México, 1986), una pieza en cuatro movimientos que inicia con un movimiento de inspiración evidentemente latinoamericana, Introducción y Huapango, y termina con una fuga, una forma que viene del barroco europeo”.



Seguirá Tres ofrendas a Santa Cecilia, de Julio César Oliva (México, 1947), “que es un homenaje a la patrona de los músicos. Antes de esta obra no había una pieza dedicada a ella para cuarteto de cuerdas y el maestro se dio a la tarea de escribirla, influenciada por los compositores barrocos, con inflexiones armónicas que recuerdan a (Johann Sebastian) Bach y a (Antonio) Vivaldi”, explicó.



“Tendremos dos obras colombianas: Porro, del gran compositor y guitarrista Gentil Montaña (Colombia, 1942-2011), y Ancestro, un bambuco (género tradicional de la región andina), que originalmente está escrito para piano y ensamble tradicional colombiano”, de German Darío Pérez (Colombia, 1968). Ambas piezas con arreglos de Edwin Guevara.



El concierto continuará con una obra icónica, El amor brujo, de Manuel de Falla (España, 1876 – Argentina, 1946), escrita originalmente para orquesta, de la cual eligieron los movimientos: Canción del amor dolido, Círculo mágico, Sortilegios, Canción del fuego fatuo y Danza ritual del fuego, con adaptación de Wim Hoogerwerf para cuarteto de guitarras.



El viaje musical culminará con una selección de piezas compuestas por Andrew York (Estados Unidos, 1958): “Él es una figura importante de la guitarra clásica. Fue integrante del Cuarteto de Los Ángeles, referente internacional para los cuartetos de guitarra, y que todavía sigue activo, solo que el maestro ya no está. Andrew York tuvo la gentileza de proporcionarnos algunas obras y partituras que ha escrito a lo largo de los años, algunas de ellas serán interpretadas en el concierto, como Bantu, Storm Front, Quiccan y Djembé, composiciones modernas influenciadas por la música popular estadounidense y que resultan interesantes por los efectos y recursos que utiliza”, detalló.



Olmos explicó que uno de los objetivos del cuarteto es difundir obras que no se conocen. La agrupación surgió en 2022, a partir de la grabación del disco La región más transparente, que estuvo integrado por obras de nueva comisión, de corte contemporáneo. “Somos músicos de mucha trayectoria, que reunimos más de 90 premios nacionales e internacionales. Parte de nuestra misión es abarcar la mayor cantidad de repertorio posible, dando preferencia y difusión al repertorio que no se toca mucho, por ello la agrupación se ha dado a la tarea de abarcar un crisol amplio de estilos y épocas”.



Finalmente, el músico aseguró que el concierto será un viaje sonoro cautivador para el público y añadió que la mayoría de las piezas son adaptaciones, es decir, música que no fue escrita originalmente para cuarteto de guitarra, por lo que es interesante ver cómo este instrumento adapta una cantidad impresionante de colores, y si eso lo multiplicamos por cuatro, tenemos una gama casi orquestal. “Esta es una de las grandes bellezas que ofrece el programa y que permite apreciar una de las virtudes de la guitarra”, concluyó.