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Museos 2023-11-16 20:04

La SAPS reúne obras escultóricas, pictóricas e instalaciones de 15 artistas contemporáneos

La SAPS reúne obras escultóricas, pictóricas e instalaciones de 15 artistas contemporáneos



· La revolución se bajó del caballo y el caballo del muro. De nuevos muralismos y otras heterodoxias es parte de una investigación sobre el muralismo post revolucionario, explorando prácticas artísticas relacionadas con elementos históricos, gráficos, económicos y políticos

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La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), presentan la exposición La revolución se bajó del caballo y el caballo del muro. De nuevos muralismos y otras heterodoxias, integrada por obras escultóricas, pictóricas e instalaciones de 15 artistas contemporáneos, así como material documental de las décadas de 1970 y 1980, perteneciente al Centro de Investigación y Documentación Siqueiros, en diálogo con los murales y ejercicios plásticos de David Alfaro Siqueiros localizados en este recinto de la Red de Museos del Inbal.



Curada por Natalia de la Rosa y Julio García Murillo, la muestra se inscribe en una investigación alrededor del muralismo post revolucionario en México, así como de alternativas surgidas frente a éste en nuestro país y en otras latitudes.



Las obras contemporáneas reunidas provienen de reflexiones que sus autoras y autores han hecho en torno a elementos históricos, gráficos, económicos, políticos, icónicos y materiales del muralismo. El objetivo es explorar las diversas formas de práctica artística que surgen al considerar tanto el muralismo tradicional como las corrientes contemporáneas conocidas como "nuevos muralismos". Las piezas desplegadas en espacios expositivos de la SAPS presentan repertorios del arte en su sentido público y realista.



El núcleo de obras contemporáneas dialoga con los murales de Siqueiros albergados por la Sala de Arte Público, a saber, Homenaje a Vietnam, 1968-1970; Mural para una escuela del Estado de México, 1972-1973; y Trazos de composición espacial del mural La marcha de la humanidad, 1972-1973, realizados por el pintor en y para los espacios donde se encuentran desde hace cinco décadas.



Estas tres obras monumentales corresponden a la última etapa de trabajo de Siqueiros, momento en que reproduce, interviene y cita murales previos con montajes fotográficos y superposiciones gráficas, operaciones en las que se advierte un germen por desplazar el mural a otras pedagogías y otras formas críticas, señalan De la Rosa y García Murillo.



Panorama del uso del término “nuevos muralismos”



En los años setenta del siglo XX, críticas y críticos de arte emplearon los términos “nuevos muralismos mexicanos”, “nuevos muralismos en México” o “nuevo mural” para nombrar prácticas de arte público que fueron críticas del muralismo de aquella década en nuestro país, en el cual el relato post-revolucionario estaba instrumentalizado política e institucionalmente, señala Natalia de la Rosa. Además, el contexto histórico de aquel momento estaba marcado por la Guerra Fría y el 68 mexicano, precisa la curadora.



Fernando Gamboa, Raquel Tibol, Juan Acha e Ida Rodríguez Prampolini se refirieron con estos términos a obras y procesos de Manuel Felguérez, Lilia Carrillo y Arnaldo Coen, en disputa con Arnold Belkin, Felipe Ehrenberg, Arnulfo Aquino, Melecio Galván y Melquiades Herrera.



En los años 70 –la década en que David Alfaro Siqueiros falleció— la noción de arte público dejó de identificarse con el muralismo mexicano y “sus montajes histórico-épicos”, dice De la Rosa; incluso, en algunos casos, se apartó del realismo social.



Desde la perspectiva de la curadora, en su mayoría, estas prácticas artísticas disidentes sostenían un enfoque que buscaba intervenir en cuestiones sociales vinculadas a las narrativas del Tercer Mundo, presentaban una crítica profunda al sistema capitalista, realizaban experimentación tanto en el ámbito social como en el artístico y desarrollaban un estilo que se manifestaba en contextos museales o ambientales.



Por su parte, García Murillo comenta que el título de la exposición ─y de la investigación que ha realizado en colaboración con Natalia de la Rosa─ proviene de una expresión empleada por el artista mexicano Melquiades Herrera en el video Vendedores ambulantes (uno por 5, 3 por diez), de 1993, para TV UNAM. La expresión proviene, a su vez, de una frase del periodista mexicano Carlos Denigri plasmada en la novela El vendedor de silencio, escrita por Enrique Serna.



Arte contemporáneo en la exposición



En La revolución se bajó del caballo y el caballo del muro, las obras de arte contemporáneo son de las y los artistas: Arhat Alejandro, Citlali del Río, Daniel Aguilar Ruvalcaba, Frieda Toranzo Jaeger, Giovanni Fabián Guerrero, Iosu Aramburu, Jesh Martin, Josué Mejía, Marco Aviña, Natalia Millán, Sofía Hinojosa, Urmeer, Vicente Razo y Wendy Cabrera Rubio.



Arhat Alejandro (Maravatío, 2000) participa con caricaturas y discursos críticos vinculados con el legado de Melquiades Herrera, pionero del arte acción en México; Urmeer también reflexiona sobre la obra de Herrera, así como acerca de la plasticidad y la cultura pop.



En tanto, Josué Mejía presenta una pieza mediante la cual reflexiona sobre los murales de José Clemente Orozco y la cúpula del Hospicio Cabañas.



Wendy Cabrera Rubio (Ciudad de México, 1993) muestra la escultura Plasmogénesis, que alude a las conversaciones sobre temas científicos entre Diego Rivera e Isaac Ochoterena, docente e investigador mexicano de biología.



Por su parte, Citlali del Río hace una interpretación de prácticas discrepantes del muralismo, surgidas en los años setenta del siglo XX. Del artista peruano Iosu Aramburu se incluye una pintura relacionada con la representación de la cultura andina durante la posguerra.



Daniel Aguilar Ruvalcaba (León, 1988) presenta un comentario sobre la legalidad de la reproducción de composiciones murales, por ejemplo, en billetes en circulación, a modo de cuestionamiento de los discursos fundacionales del neoliberalismo.



Asimismo, Vicente Razo (Ciudad de México, 1971) presenta tres ediciones de su obra Mural, en la cual texto e imágenes aluden a la dimensión política del mural impreso y su carácter informativo.



La participación de Giovanni Fabián Guerrero (Cherán, 1993) consiste en una talla en madera basada en murales que ha hecho con sus colaboradores en su ciudad natal, que se refiere a la crisis de la producción de aguacate en Michoacán y a imaginarios del pueblo purépecha.



Natalia Millán presenta la instalación Bandera de la lucha de las trabajadoras de la industria del regalo. Por su parte, Marco Aviña (Ciudad de México, 1986) alude a la iconografía de consumo popular e imaginarios esotéricos de la cultura y la ritualidad urbanas. La instalación Alberca de escritorio es una obra de Sofía Hinojosa (Cuernavaca, 1992), que forma parte de la serie Descanse, y con la cual se refiere a la imposibilidad del descanso en la vida contemporánea.



Frieda Toranzo Jaeger muestra una reflexión esculto-pictórica sobre imaginarios tecnológicos con una perspectiva erótica y queer. Otras interpretaciones de carácter queer, pero de diseños corporativos de marcas globales, son presentadas por Jesh Martin (Morelia, 1996).



La inauguración de La revolución se bajó del caballo y el caballo del muro se realizará el jueves 16 de noviembre de 2023 a las 19:00 horas. La exposición permanecerá en los espacios expositivos de la Sala de Arte Público Siqueiros hasta el 31 de marzo de 2024. El museo se encuentra en el número 29 de la calle Tres Picos, en Polanco, en la Ciudad de México. El horario de atención es de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. El costo de entrada es de 45 pesos. Todos los días entran gratuitamente estudiantes, docentes y adultos mayores al presentar su credencial vigente en taquilla. El domingo la entrada es libre para todas las personas visitantes.


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