Petrit Halilaj: RUNIK, primera exhibición del artista kosovar en Latinoamérica.


La muestra integra piezas de gran formato, de aves y animales migratorios, así como flores multicolores, entre otras obras realizadas en al menos década y media de trayectoria
Petrit Halilaj mantiene fuertes raíces con Kosovo e Italia, aunque vive en Berlín, el artista ha aprendido a hacer un hogar donde sea que sienta un vínculo



Petrit Halilaj (1986) nació en Kosovo hace treinta y siete años, por conflictos bélicos emigró a Albania y luego a Italia, aunque actualmente vive en Berlín. Halilaj trabaja temas biográficos, de guerra, identidad y nacionalidad, detalló Ana Sampietro Brosa, integrante del equipo curatorial del Museo Tamayo, donde se exhibe por primera vez en Latinoamérica la obra de este artista kosovar.



Formada por instalaciones, esculturas, dibujos y disfraces que desafían las nociones de soberanía, identidad, pertenencia y migración, la muestra Petrit Halilaj: RUNIK, se localiza en las salas 1 y 2, así como en el patio del recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), con piezas de gran formato.



La estructura de su casa en la localidad de Runik, un pueblo al noroeste de Kosovo, que le da nombre a la exhibición, fue destruida por bombardeos en su tierra natal. Ahora, el artista recrea, por tercera ocasión, su hogar: una enorme instalación de madera que recuerda la casa que Halilaj y su familia tuvieron que construir en Pristina, luego de ser destruida por los bombardeos durante la guerra civil en la antigua Yugoslavia. La primera recreación fue en la Bienal de Berlín, la segunda en Milán y ahora podemos apreciarla en el Museo Tamayo, explicó Sampietro.



Su casa invade desde la sala 1 hasta el patio, apropiándose de la arquitectura del espacio museístico, en el que convive con figuras de gran formato, aves y animales migratorios. Destacan las enormes y largas patas metálicas doradas de garza que se levantan hasta el techo mismo del recinto, o algunas de menor tamaño con un par de hermosas y ligeras plumas, así como las flores gigantes que elaboró con su pareja Álvaro Urbano, artista español, que presentaron en el Palacio de Cristal, en Madrid y ahora en este contexto en el que se logra una unidad armoniosa con varias series de su obra realizada en al menos década y media de trayectoria, agregó la curadora asistente del museo.

Halilaj muestra de una manera fantástica cómo reconstruirse a partir de los desastres de la guerra. Siempre queda la naturaleza que renace, los animales y las flores enormes que reciben a los visitantes con colores vistosos y seductores, e incluso mostrando sus dibujos de cuando era pequeño y formando un paisaje con aves volando entre escenas de guerra, cruzando fronteras y emigrando más allá de conflictos en busca de realidades distintas a las que él mismo ha sido obligado a vivir.



Cuando comenzaron los bombardeos, las personas enterraban sus pertenencias de valor, y Petrit recreó un prendedor de mariposa, posesión de su madre, en el que la piedra preciosa es sustituida con escombro o cascajo, pues eso fue lo que quedó de su casa. Es una pieza de gran formato, una joya familiar que lograron recuperar, compartió Ana Sampietro.



Desafiando nociones de nacionalidad, lugar y pertenencia, en Petrit Halijah: RUNIK el artista sostiene que el arte no es sólo un vehículo para viajar y aprender del mundo, sino un medio a través del cual expresarse y explorar las complicadas emociones que rodean la historia de su tierra natal. Con el tiempo, su trabajo ha conseguido un gran peso político en el joven país de Kosovo, donde se ha convertido en un vocero cultural muy activo. Si bien ahora vive en Berlín, el artista mantiene fuertes raíces con Kosovo, así como lazos con Italia. Al igual que sus criaturas, Halilaj ha aprendido a hacer un hogar donde sea que sienta un vínculo.

Curada por José Esparza Chong Cuy, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y el Museo Tamayo agradece el apoyo de las galerías kurimanzutto, Ciudad de México/ Nueva york; ChertLuüdde, Berlín y Mennour, París, para la realización de este proyecto.

La muestra que se exhibe en el Museo Tamayo permanecerá hasta el 7 de abril de 2024, con horario de visita de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. El recinto se ubica en Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec.