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Musica 2024-03-18 00:14

El legado de Mariano Elízaga y Cenobio Paniagua engalanó el concierto de la OSN y el Coro de Madrigalistas

El legado de Mariano Elízaga y Cenobio Paniagua engalanó el concierto de la OSN y el Coro de Madrigalistas



Con dirección de Carlos Aransay, se interpretaron piezas de ambos autores del siglo XIX, recuperadas con el apoyo del Cenidim
El público podrá apreciar el concierto nuevamente el domingo 17 de marzo a las 12:15 h en el Palacio de Bellas Artes



Más que un concierto, el programa Huellas musicales del México independiente, ofrecido por la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, con dirección de Carlos Aransay, la noche del viernes en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, fue una grata revelación.



Y es que estuvo enfocado hacia dos compositores mexicanos del siglo XIX que forjaron el camino de la historia de la música mexicana: Mariano Elízaga Prado (1786-1842) y Cenobio Paniagua Vázquez (1821-1882).



Antes de comenzar el concierto, Aransay reconoció al cantante y compositor Michel Hernández Lugo, especialista del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), por haber impulsado la investigación de estos autores y promover su legado, del que quedan algunos ejemplos, porque la mayoría se ha perdido.



Del primer compositor se presentó una larga obra: Miserere, que data de 1816, dividida en 11 partes y que tiene toques de Pergolesi, Vivaldi, Palestrina y los cantos gregorianos, entre otros elementos que la hacen única en nuestro país.



Como le ha sucedido a los grandes creadores, de Elízaga se conoce poco de su vida y obra, pero esta pieza, en la que mezcla cantos gregorianos con pasajes sinfónicos, ejemplifica muy bien lo que pudo haber sido una carrera prolífica.



Luego del intermedio, se interpretaron dos obras más de Elízaga: Liberame Dómine y Chistus Factus est, con claros giros religiosos y finas estampas barrocas.



Por su parte, Cenobio Paniagua encendió los ánimos nacionalistas con sus piezas tituladas ¡Viva Hidalgo! Himno y La independencia, ambas fechadas en 1862, cuando se conformaba la identidad mexicana. En las dos obras mencionadas se rinde homenaje al llamado Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla, y a Agustín de Iturbide. La pieza La independencia es una marcha compuesta y dedicada a la nación mexicana.



Este concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes se ofrecerá nuevamente el domingo 17 de marzo, a las 12:15 h, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

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