Últimas funciones de El Inspector v.01: Los impecables en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque





El sábado 29 y el domingo 30 de agosto a las 13:00 horas





Sensibilizar a la comunidad de adolescentes y universitarios sobre nuestras responsabilidades sociales es uno de los objetivos de la obra El Inspector v.01: Los impecables, afirmó Clarissa Malheiros, directora de la puesta en escena presentada por la compañía La Máquina de Teatro.



Las últimas funciones del montaje en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque serán el sábado 29 y el domingo 30 de agosto a las 13:00 horas.



Responsabilidad social es un tema muy amplio, señaló la directora, e incluye “el trato que damos a nuestros semejantes, a la persona que está a nuestro lado. Muchas veces, en una ciudad tan grande y estresante, no sabemos cómo relacionarnos como comunidad. Esto genera una reacción en cadena, una especie de falta de cuidado con el otro, lo que es fatal en una sociedad”.



El Inspector v.01: Los impecables es una adaptación de la Trilogía del tiempo de J. B. Priestley –autor británico costumbrista de mediados del siglo pasado–, “que juega con la idea de no saber realmente si los hechos sucedieron o no. La historia es un thriller que va enganchando al público.



“Lo que hice, con la colaboración artística de Juliana Faesler, tiene un foco muy claro en el movimiento corporal. Las coreografías son muy exuberantes en términos de energía, por lo que es un espectáculo que capta la atención de los adolescentes. Hay una excelencia actoral y de movimiento que les abre una ventana al mundo artístico.



“Creemos que lo más importante del teatro es entablar una relación directa entre el actor y los espectadores. Esa es la emoción que nos dan las artes vivas y en especial el teatro: el dialogo, saber qué piensa el otro, escuchar su respiración, compartir una idea, estar de acuerdo o no.



“Y nos importa hacer comunidad para intentar rescatar esta confianza que debemos tener en nosotros como ciudadanos. A veces sentimos que se nos escapa nuestro poder de ciudadanía”.



Con La Máquina de Teatro, Clarissa Malheiros ha realizado otros montajes, como La maizada (basada en el Popol Vuh), Niño de octubre y La mujer que mató a los peces. Su interés es abordar temas que lleven a la reflexión sobre la forma en la que podemos actuar para crear una convivencia más armónica.



“Mi motivación es dialogar con los jóvenes, porque son ellos los que pueden transformar la situación que vivimos”, concluyó.