Recibirá la Medalla Bellas Artes el arquitecto Fernando López Carmona



Por sus méritos profesionales y sus aportaciones al arte y a la cultura de México



El sábado 31 de octubre en la ciudad de Querétaro



Por sus méritos profesionales, sus aportaciones al arte y a la cultura de México y su entrega apasionada a la arquitectura, Fernando López Carmona recibirá la Medalla Bellas Artes que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).




Calificado como una personalidad poseedora de una creatividad incansable, con un alto nivel de exigencia personal, el doctor en arquitectura Fernando López Carmona recibirá la presea el sábado 31 de octubre a las 12:00 en el Auditorio de Santa Rosa de Viterbo, en la ciudad de Querétaro, donde reside.




Fernando López Carmona (27 de septiembre de 1921, Ciudad de México), es arquitecto por la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En el campo profesional, desde la década de los años cuarenta ha destacado en rubros como la construcción de emblemáticas casas y mercados, así como en la arquitectura hospitalaria.




Se reconocen sus méritos y aportaciones en el área de la composición, la geometría, la construcción y especialmente en el área de las estructuras, al entender a estas como un camino para proponer la imagen formal de los edificios. Asimismo, ha dejado huella en la restructuración de monumentos históricos, algunos de ellos condenados a ser demolidos, pero que gracias a sus planteamientos de reconstrucción lograron ser rescatados.




En sus primeros años como arquitecto colaboró en el diseño y construcción de las iglesias de El Altillo (1954-1958) y de San Vicente de Paul (1958), así como en el salón de remates de la antigua Bolsa de Valores (1955) de la Ciudad de México. También sobresale su participación en las innovaciones para la iglesia de La Purísima en Monterrey (1946), así como en la edificación de las iglesias de San Antonio de las Huertas (1956) y de Santa Mónica (1965).




Después construyó la alberca del Colegio Simón Bolívar (1975) en Mixcoac, obra en la que se incorporó al proceso de prefabricación de los murales ideados por su hermano Armado, y en este mismo periodo edificó el templo de La Asunción de María para la Unidad Habitacional Alianza Popular Revolucionaria (1979 -1980), con el que ensayó una cubierta mediante el uso de pequeñas piezas prefabricadas.




López Carmona ha dedicado gran parte de su vida a la docencia. Fue coordinador de la carrera de diseño industrial de la Facultad de Arquitectura de la UNAM (1979), así como profesor del taller de tesis de la misma y jurado en ternas de exámenes profesionales. En 1981 fundó el laboratorio de cubiertas ligeras en el posgrado de la mencionada facultad, el cual dirigió hasta 1998.



Ha recibido importantes distinciones, entre ellas el Premio Universidad Nacional en Arquitectura y Diseño en 1992. Obtuvo el doctorado en arquitectura, con mención honorífica, con la tesis Estudios de la condición actual de la Catedral Metropolitana, las condiciones de la estructura en función del programa del suelo.




En el área de restauración ha participado en intervenciones a monumentos históricos de nuestro país y colaborado en la reestructuración de diversos templos y edificios. Estuvo a cargo de la supervisión del hundimiento de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y de su restauración, y realizó el análisis estático del comportamiento estructural del monumento.




El 6 de diciembre de 1994, el Honorable Consejo Universitario aprobó por unanimidad la propuesta de nombrar Profesor Emérito de la Facultad de Arquitectura a Fernando López Carmona.




Desde 1998 radica en la ciudad de Querétaro, donde continúa su labor como académico, investigador y de asesoría estructural que la Facultad de Arquitectura proporciona a la Dirección General de Sitios y Monumentos de Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La Academia Mexicana de Arquitectura le rindió homenaje por su desempeño y experiencia profesional.




Arquitecto de una gran calidad humana



El arquitecto Arturo Ríos Santa Cruz Polanco, quien ha compartido gran parte de su carrera profesional al lado de Fernando López Carmona, celebró la distinción que se otorgará a su colega y aseguró que sus logros y méritos “van desde su relación familiar y personal, hasta como incansable maestro y profesionista creativo”.




Consideró que su calidad humana siempre se ha manifestado en todo su quehacer como profesional y ser humano. “Desde joven ha mostrado una pasión y creatividad incansable, con un altísimo nivel de exigencia personal. Esta actitud le ha permitido mover los paradigmas y los límites establecidos dentro de la arquitectura en nuestro país”.




Asimismo, reconoció que la capacidad creativa de López Carmona le ha permitido “conectar el campo de la geometría, como la de poliedros y superficies de doble curvatura, con el oficio de la construcción, transformándolos en formas estructurales y arquitectónicas muy bellas, antes no vistas en nuestro país, y que apenas comenzaban a gestarse en el mundo”.




Destacó que el arquitecto López Carmona ha aportado grandes obras dentro de la construcción de casas habitación, de infraestructura para la educación y el deporte, de funcionales mercados y para el desarrollo de la industria.




Recordó que el homenajeado inició la creación del sistema de hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social e incursionó desde sus primeros años en el rescate y la construcción de recintos para el culto, y en todos los casos ha hecho grandes aportaciones en el área de la composición, la geometría, la construcción y especialmente en el campo de las estructuras.




Subrayó en especial su trabajo dedicado a la “corrección geométrica de la Catedral Metropolitana, que con la colaboración de expertos en mecánica de suelos como el ingeniero Enrique Santoyo Villa, desarrolló sistemas que permitieron recuperar la forma del templo y propuso recursos tan poderosos como la gravedad terrestre, que es gratis”.




Este sistema –aseveró– fue adoptado por expertos de otras partes del mundo, como en la corrección que se hizo a la torre de Pisa, donde antes se intentaron muchas propuestas sin éxito.




Finalmente, el arquitecto Arturo Ríos Santa Cruz Polanco señaló que el trabajo como docente de López Carmona tiene influencia en varias universidades, desde algunas en México hasta la de Harvard, donde fue llamado a dar conferencias sobre sus investigaciones durante más de un año.




“La huella que ha dejado en las generaciones a las que dio cátedra ha permitido sembrar ideas frescas para que sean desarrolladas por los nuevos arquitectos, y seguir las enseñanzas que nos ha dejado durante toda su vida”, concluyó.




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