img
Libros 2015-12-14 17:50

Diario deviaje narra la travesia jesuita un tras su destierro de la Nueva España

Diario de un viaje narra la travesía jesuita tras su destierro de la

Nueva España

· Escrito hace más de 200 años, el documento inédito pertenece a los archivos de la Compañía de

Jesús

· Relata desde su salida de Tepotzotlán hasta su llegada a Bolonia, Italia

Las vicisitudes que pasaron los jesuitas tras su expulsión del Colegio Noviciado de Tepotzotlán, el 25 de

junio de 1767, hasta su llegada a Bolonia, un año y cuatro meses después, se narran en el libro Hacia el

destierro. Diario de viaje de un jesuita expulso de Tepotzotlán, texto escrito hace más de 200 años.

La obra, coeditada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Plaza y

Valdez, pertenece a los archivos de la Compañía de Jesús de la Ciudad de México. Este pequeño diario

es de enorme interés porque da cuenta de un capítulo de la historia del Antiguo Colegio de Tepotzotlán,

hoy Museo Nacional del Virreinato.

“El diario detalla minuciosamente aspectos de la vida cotidiana en una embarcación del siglo

XVIII y el estado de ánimo en que se encontraban los expulsos de Tepotzotlán”, explicó la doctora

Alma Montero, coordinadora del área de investigación del MNV, quien realizó el trabajo paleográfico

del texto.

Su interés por indagar sobre la forma de vida de la orden religiosa la llevó a varios archivos. En

México, Luis Octavio Solís Lozano, sacerdote jesuita y director del archivo, le proporcionó diferentes

materiales para su investigación, entre ellos un pequeño libro que narraba uno de los episodios más

trascendentales de la Compañía de Jesús: la expulsión.

“Acudí al archivo de la Compañía de Jesús y el padre Luis Octavio Solís me permitió estudiar el

documento de excelente caligrafía, escrito con el interés en dejar un testimonio de lo ocurrido tras su

salida de Tepotzotlán; desconocemos quién lo redactó, pero suponemos que fue uno de los jóvenes

novicios”, asevera la historiadora.

El diario anónimo, de más de 70 fojas, comienza la madrugada del jueves 25 de junio de 1767,

cuando a las puertas del recinto se presentaron José Villarroel, real comisionado, su asesor Francisco

Londoño y la guardia real para leer el decreto de expulsión firmado por el rey Carlos III de España.
Una vez que abandonaron Tepotzotlán, iniciaron su periplo hacia Veracruz, donde esperaron dos

largos meses para embarcarse; eso ocasionó que muchos se contagiaran de fiebre amarilla. Finalmente

lograron subir a una pésima nave llamada San Miguel (La Bizarra), que los condujo hasta puertos

españoles para seguir por tierra hasta Bolonia. Ahí fueron recibidos los jesuitas de la Nueva España y de

los otros virreinatos.

La doctora en historia de América Latina señala que el viaje emprendido por los jesuitas de

Tepotzotlán a Italia fue extremadamente largo, porque en el siglo XVIII el recorrido por barco de

Veracruz a Europa tardaba aproximadamente tres meses; sin embargo, ellos hicieron un año, dos meses

y veintiún días desde su salida de Tepotzotlán a Bolonia, Italia.

“El retraso se debió a que los llevaron por caminos secundarios. La Corona temía que se

desataran revueltas en las grandes ciudades porque gran parte de la población no quería que se fueran, y

tras su retraso de dos meses en Veracruz se embarcaron hacia La Habana. En el trayecto, el mal tiempo

los hizo perder el timón y se quedaron en Cuba una temporada para reparar la nave”. Finalmente

arribaron al puerto de Santa María, España; de ahí continuaron su viaje por tierra a Bolonia, Italia,

donde los humanistas iniciaron sus clases el 19 de octubre de 1768.

La investigadora señaló que el libro contiene toda la transcripción paleográfica del documento

para que los lectores conozcan un hecho histórico y disfruten de una gran narración, porque está escrita

de una forma casi novelada. “Sólo se hicieron notas de pie de página, una introducción y se incluyen

resúmenes sobre las biografías de los jesuitas expulsos”.

La expulsión de la Compañía de Jesús no sólo se dio en Tepotzotlán, sino en otros centros

jesuitas de la Nueva España. En 1767 los campanarios fueron intervenidos y las tropas se apostaron en

las puertas de los templos.

“De los 678 jesuitas que salieron al destierro, 34 perdieron la vida por vómito prieto (fiebre

amarilla) en el puerto de Veracruz; 19 murieron en La Habana; 11 más en altamar y 9 en el Puerto de

Santa María, España, sin tener en cuenta a los misioneros del noroeste que salieron de Sonora y Sinaloa,

de los cuales fallecieron 20”.

El destierro y la continua persecución de la compañía provocaron que dos de los jesuitas

expulsos de Tepotzotlán perdieran la razón: Mariano José Calderón y José Castañeda, quienes están

enterrados en Bolonia, Italia, de acuerdo con documentos localizados en esa ciudad italiana.

El relato, más allá de hablar de posturas religiosas, es una historia muy intensa de una situación

que vivió un grupo de personas, apuntó la especialista.

Alma Montero dijo que el diario termina en el intento de organización de la Compañía en

Bolonia, “pero ya no narra el momento más dramático que ocurrió seis años después, en 1773, cuando el

papa Clemente XIV suprimió la orden y ya no podían llamarse jesuitas ni vestirse como tales, por lo que

muchos de los jóvenes novicios que no habían realizado sus votos se casaron con italianas”.

El hallazgo de este material forma parte de un estudio más amplio realizado por Alma Montero,

que incluyó el análisis de documentos de archivo, fuentes bibliográficas y un registro fotográfico

realizado en México, España e Italia.

Con base en ese trabajo curó la exposición Jesuitas. Vida y expulsión en Tepotzotlán, presentada

en octubre de 2008 en el MNV, y el libro Jesuitas de Tepotzotlán: la expulsión y el amargo destierro.

Mas Articulos