Osamu Tezuka devolvió la vida al manga que casi desapareció durante la guerra y logró que se convirtiera en un fenómeno mundial. Creció durante una época difícil, era un joven lleno de pasión por los comics Japoneses, Europeos y Americanos además de las películas animadas. A sus 17 años vendió su primer obra profesional considerando a aquellos lectores que como él, querían mucho más que leer solamente cuatro páginas y que deseaban escapar de su realidad, la pobreza y la destrucción que había dejado la guerra. Tezuka decidió aceptar el rendimiento de Japón como una oportunidad de crear un nuevo mundo, por fin un mundo de paz.