El Museo del Palacio de Bellas Artes se despide de la exposición fotográfica Nacho López. Fotógrafo de México, que estará hasta el 10 de julio.
Te damos cinco razones para que no te pierdas el trabajo de este fotógrafo mexicano:
Nacho en todas sus facetas
Es el primer homenaje que se realiza a los 30 años del fallecimiento del artista de la lente. Reúne gran parte de su trabajo dentro del fotoperiodismo, la danza, la cinematografía, la literatura, e incluso, su etapa experimental.
Deja ver la modernidad naciente del siglo XX, la vida de la ciudad y sus rostros que, sin duda, constituyen una forma de entablar comunicación con nuestro presente.
Visualmente diferente
En sus imágenes se puede ver el sentido del humor y la picardía, características de sus composiciones dedicadas a retratar la vida cultural y social del México de mediados del siglo pasado, especialmente las de su ciudad y sus transeúntes.
Aprendizaje indígena
Su interés no sólo estuvo basado en la vida citadina, sino también en imágenes del mundo indígena, el cual concibió como un espacio de enseñanza y aprendizaje. En sus piezas puede apreciarse la convivencia de diversas etnias y sus tradiciones ancestrales.
Artista experimental
La exposición nos muestra la etapa experimental que pocas veces se indagó anteriormente. Los fotomontajes, sus imágenes abstractas sobre cuerpos y objetos, sus propuestas para capturar imágenes aún sin cámara fotográfica, así como exploraciones técnicas como las basadas en vaselina (vasedactigrafías) ocupan esta selección.
Nacho López más allá de las fotografías
Por último, esta exposición no sólo está compuesta por fotografías sino por objetos personales como tarjetas de presentación, sellos para fotos y las cámaras que utilizó, lo que permite recrear y conocer al artista desde todos sus ángulos. Además se muestra el trabajo fílmico en el que incursionó como pasión fehaciente de su carrera.