Coedición del Conaculta y Libros Magenta
Contra la fotografía de paisaje, o la recreación de una vida
literaria
ï‚· El escritor Fernando Fernández muestra cómo el género del
ensayo permite reflexionar sobre los más diversos temas
Lo describió y definió para todos Alfonso Reyes: “el ensayo es el
centauro de los géneros”; bajo ese trazo se forma el libro Contra la
fotografía de paisaje de Fernando Fernández, coeditado por el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Libros Magenta.
Probablemente un signo de nuestros apresurados, clickosos
tiempos, se revela en una preferencia cada vez más extendida por el
cuento, la velocidad permea todo, y caen en desuso géneros como el
del ensayo, perdiéndose una de las formas literarias más
enriquecedoras. El ensayo nos conduce al ejercicio de pensar, educa
en lo más diverso y nos prueba que absolutamente todo puede ser
materia de reflexión.
Plácidamente, el lector se encontrará en medio de un curso de
literatura que deriva, por el entusiasmo del propio autor, en uno
introductorio a la obra de Marcel Proust, En busca del tiempo perdido.
Y ahí comienza la anécdota. Una de las alumnas, la viuda
Rosenblueth, apasionada también de la obra, cuenta en una sesión
que posee una carta inédita de Proust, adquirida en París. Fernández,
quien por entonces editaba una revista literaria, hecha en el más
rudimentario estilo, recibe el ofrecimiento de publicar esa carta. La
breve misiva está dirigida a Robert de Montesquiou, en quien el
escritor francés se basó para crear el personaje del Barón de Charlus.
“En Mi carta de Proust, a subasta”, Fernández hace patente que la
literatura se hace de la afición por todos los niveles de ficción, incluso
aquellos que lo son menos.
Mucho le debemos a los editores la posibilidad de extraviarnos
en otras situaciones, mundos, sentimientos, ideas, eso nadie lo duda,
sin embargo, conocemos tan poco acerca de la propia historia de esos
hombres. En “Felipe Teixidor: un cierto orden clásico de la vida”, el
autor reseña el libro escrito por la historiadora Claudia Canales acerca
de uno de los más importantes editores en México, entre cuyos
proyectos más significativos destaca la colección Sepan Cuántos,
riquísima herencia que es en sí misma una biblioteca.
Felipe Teixidor, llegó de España movido sólo por la aventura, y
con la gran aportación que él mismo reconocía a sus compatriotas “las
ganas de trabajar”. Libre por decisión personal de los lazos con la
colonia española, el editor se ligó a México entrañablemente. Habla de
su mirada sobre la historia de la República Española, sobre el lenguaje
y el habla tan particular de los mexicanos, y también entrega su visión
sobre el país: “Era un México con mucho de solemne y ceremonioso,
los caballeros actuaban y hablaban como caballeros, sí, pero como
caballeros antiguos”. Recordó Teixidor a otros personajes como
Agustín Yáñez y Alfonso Reyes. Desde la evocación un hombre
característicamente callado, se vuelve al final un personaje.
Pleno en anécdotas, estudio, reflexión, Contra la fotografía de
paisaje, es un libro libre, que discurre entre escritores, de la
convivencia directa con ellos, de sus legados que acompañan las
obras; que definitivamente plasma lo que es vivir una vida
literariamente.