Analizan aportes de Arturo Warman a la concepción del
indigenismo en México
*** Su libro Los indios mexicanos en el umbral del milenio es un documento indispensable para
hacer un balance del indigenismo y dar cuenta de su realidad contemporánea: Diego Prieto
*** Se cumplen 10 años del premio de la Cátedra Arturo Warman, en la que participan
investigadores de la UNAM, el INAH, el CIESAS, la UAM, entre otras instituciones
El libro Los indios mexicanos en el umbral del milenio, de Arturo Warman, es un documento
indispensable para hacer un balance del indigenismo en el país y dar cuenta de la realidad
contemporánea de esta abstracción —para él era una generalización el llamarlos pueblos
indígenas de México—, que sólo cobra sentido si se muestra la profunda heterogeneidad,
diversidad y riqueza cultural e histórica de todos los pueblos y comunidades que se incluyen en
este concepto, expuso Diego Prieto Hernández, secretario técnico y encargado de la Dirección
General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En su calidad de presidente del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, Prieto
Hernández moderó la mesa en torno a esta publicación, realizada en el marco de la celebración
de los “Diez años del premio a la mejor tesis de licenciatura, maestría y doctorado en Ciencias
Sociales y Humanidades, de la Cátedra Interinstitucional Arturo Warman. Repensando su obra
académica: pertinencia y actualidad de su contribución antropológica”, cuya sede fue la Casa
Chata, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS),
en el centro de Tlalpan.
Sobre el texto publicado en 2002, y previo a la participación de los ponentes, el
secretario técnico del INAH sostuvo que el volumen involucra una discusión fundamental y
necesaria para la comprensión de lo que se podría llamar la emergencia indígena de nuestro
país.
“Se trata de un proceso muy complejo, contradictorio, que involucra, por un lado, el
reconocimiento de nuestra sociedad como diversa, plural, pluricultural, de acuerdo con la
Constitución, pero también profundamente desigual, en el que esta heterogeneidad no es
precisamente motivo de enriquecimiento, de encuentro igualitario, sino de sometimiento,
discriminación y desigualdad”.
A propósito de la publicación en cuestión, Diego Prieto hizo un llamado a la reflexión en
torno a los recientes acontecimientos sucedidos en territorio yaqui, donde diversas
comunidades de esta etnia se enfrentan entre sí; confrontación que, como decía Warman, hace
que la realidad indígena se piense no de manera idílica, unitaria u homogénea, sino en
contradicción, en conflicto, diferencias que muchas veces son capitalizadas por sectores
externos para introducir intereses ajenos a los de los pueblos.
Para Federico Mancera Valencia, del Centro de Investigación y Docencia en Chihuahua,
releer hoy la obra de Arturo Warman es esclarecedor para reevaluar el indigenismo en el norte
de México.
El investigador del Instituto Nacional Indigenista (INI) de 1990-1998, recordó los aportes
del etnólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) a la política
indigenista del país, cuyas ideas marcaron y delinearon las acciones que se gestaron en el INI.
Mancera Valencia destacó que Warman, en su momento, buscaba desarrollar un
proyecto que examinara la condición de los pueblos indígenas de México para contribuir al
debate nacional sobre el tema, en el que desafortunadamente predominaban (y predominan)
los datos poco actualizados, los estereotipos y las posiciones ideológicas intransigentes.
Sobre el libro analizado, afirmó que los once capítulos que conforman este trabajo se
estructuran como una suerte de vórtice con otros vórtices fractales, es decir, una especie de
espirales alrededor de las cuales suceden otros procesos y, en el centro, se ubican los pueblos
originarios y la noción indígena.
“Alrededor de ellos se bifurcan múltiples espirales en las que se ubican historia,
arqueología, demografía, economía, política, religión, geografía cultural y lingüística, en suma,
la antropología del indigenismo mexicano”, comentó.
Por ello, continuó Federico Mancera, cada capítulo es una excelente síntesis de lo que
implica la complejidad disciplinaria e interdisciplinaria que concilia el conocimiento de los
pueblos indios.
Jaime Martínez Veloz, titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas
de México (Codipim), expuso que el libro de Arturo Warman tiene que ver con las cuestiones
que hoy se viven en el país y ofrece un diagnóstico inobjetable de lo que son los pueblos
indígenas.
En su análisis del volumen, se refirió a la historia reciente y a su relación con el debate
sobre el tema indígena a partir del levantamiento zapatista. “Para Warman, la identidad étnica
comunitaria es uno de los recursos más eficaces para la autonomía y la resistencia cultural que
no hay que menospreciar, ya que es el nivel primario de organización e identificación con el que
cuentan los pueblos indígenas”.
La Cátedra Arturo Warman es un acuerdo de colaboración, instaurado en 2004, entre
instituciones nacionales de carácter académico, en las que colaboró el propio etnólogo;
participan investigadores de la UNAM, el INAH, el CIESAS, las universidades Autónoma
Metropolitana e Iberoamericana, así como de los colegios de México y de Etnólogos y
Antropólogos Sociales.