Ciclo Desde los Grandes Teatros del Mundo del Conaculta
Proyectan versión histórica de El lago de los cisnes con la
actuación de Rudolf Nureyev en versión digital restaurada
ï‚· La interpretación fue realizada en 1966 en la Ópera de Viena
y se transmitió en la Fonoteca Nacional
El lago de los cisnes transcurre entre el amor y la magia, entrelazando
en sus imágenes la eterna lucha entre el bien y el mal, en la que se
recrea la historia de una joven que, por el efecto de un hechizo,
durante el día es un cisne y por la noche vuelve a su condición
humana.
Este martes 12 de mayo, la Fonoteca Nacional ofreció la
histórica producción que forma parte del ciclo Desde los Grandes
Teatros del Mundo, coordinado por la Fonoteca Nacional y el
Programa de Animación Cultural del Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes (Conaculta).
El audiovisual presentado en el recinto cultural del Conaculta es
la versión interpretada en 1966 por Rudolf Nureyev (1938-1993) y
Dame Margot Fonteyn (1919-1991) en la Ópera de Viena, quienes
protagonizaron al príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven
convertida en cisne por el hechizo del malvado Von Rotbart y a Odile,
el cisne negro e hija del brujo.
Ambos bailarines, Dame Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev,
fueron considerados en aquel momento los bailarines más
destacados, reconocidos por su trabajo en la expresividad dramática y
el virtuosismo técnico que lograron.
Los actos que integran el ballet, transcurren en el palacio y en el
lago, el primer y tercer acto ocurren en el castillo, los cuales estuvieron
a cargo de Marius Petipa, mientras Lev Ivanov haría el segundo y
cuarto acto que acontecen en el lago.
En el primer acto, el príncipe Sigfrido celebra con amigos la
llegada de su mayoría de edad, 21 años, por lo que Reina le indica
que es momento de elegir esposa. Sigfrido recibe como regalo un
arco, y al ver una pléyade de cisnes volar cerca, emprende la marcha
para salir de cacería.
La función fue presentada por el crítico musical Raúl Díaz, quien
se refirió a la obra como una historia de amor romántica y con la más
pura escuela clásica, la cual se divide en cuatro actos.
En la Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional, el público
asistente tuvo la oportunidad de disfrutar una de las grandes
expresiones artísticas del ballet, además de conocer su historia.
La primera presentación tuvo lugar en el Teatro Bolshói de
Moscú con la coreografía de Julius Reisinger en 1877. Extrañamente,
no fue muy aceptado en su momento, siendo un fracaso. Sin embargo,
en 1895, con la nueva coreografía de Marius Petipa y de Lev Ivanov
esta obra logró un gran éxito en el Teatro Mariinsky de San
Petersburgo, comentó Raúl Díaz.
Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893), compositor de El Lago de los
cisnes, creó una de sus obras más hermosas y originales; pese al
escaso éxito de su estreno, es actualmente una de las piezas más
destacadas del repertorio, con números tan célebres como el Vals del
acto primero, la Introducción del segundo o las danzas características
del tercero. Las obras que suceden a este ballet son La Bella
Durmiente (1890) y El Cascanueces (1892).
Mencionó que los grandes coreógrafos de la primera mitad del
siglo XX, realizaron sus propias versiones de El lago de los cisnes,
sobre la base de Marius Petipa y de Lev Ivanov, por lo que
actualmente existen alrededor de 100 versiones distintas.
Estando ya en el lago, transcurre el segundo acto y en ese
momento el príncipe ve a una joven que parece ser a la vez cisne y
mujer, ataviada en un vestido puro y blanco, adornado con suavesplumas de cisne, y en su cabeza reposa la corona de la Reina de los
Cisnes, ella es Odette.
El príncipe no entiende porqué es la Reina de los Cisnes. El
lago, le explica que fue hecho con las lágrimas de su madre, porque
un hechicero malvado, llamado Von Rotbart, convirtió a su hija en la
Reina Cisne. Y seguirá siendo cisne, excepto entre la media noche y
el amanecer, a no ser que un hombre la ame, se case con ella y le sea
fiel. Sigfrido le dice que la ama y que se casará con ella. Sin embargo,
Von Rotbart los ha visto y sabe que el príncipe se tiene que casar al
día siguiente.
Por lo que en tercer acto, Von Rotbart se presenta en el gran
baile ofrecido en el castillo acompañado de su hija Odile, una hermosa
joven que es la viva imagen de Odette, el hechicero y su hija se han
transformado y disfrazado con el propósito de que el príncipe rompa la
promesa a Odette, de que nunca amaría a otra mujer. Sigfrido pide la
mano de la joven, convencido de que es su amada Odette, rompiendo
la promesa.
En el último acto, Sigfrido va en busca de Odette, a quien las
demás doncellas convertidas también en cisnes, tratan de consolar. Él
le ofrece una disculpa y le jura amor infinito, a pesar de que ella lo
perdona ya no hay nada que hacer, el malvado hechicero se la lleva y
provoca que el príncipe se ahogue en las aguas del lago.
El próximo martes 26 de mayo a las 19:00 horas, la Fonoteca
Nacional ofrecerá la proyección de la puesta en escena La Sylphide de
Jean Schneitzhoeffer, en el marco del Ciclo Desde los Grandes
Teatros del Mundo, desde la Ópera de París, en el Palais Garnier.
GVG