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Libros 2015-05-20 16:52

Muestran la riqueza cultural de Culhuacán en libro.

MUESTRAN LA RIQUEZA CULTURAL DE CULHUACÁN EN LIBRO


*** Culhuacán. Luz de la memoria da cuenta del legado histórico que identifica a uno de los pueblos originarios más antiguos de la Cuenca de México

*** El volumen será presentado el 21 de mayo, a las 18:00 horas, en el auditorio Leonardo Manrique, de la Coordinación Nacional de Antropología

El conocimiento de diversos aspectos de la cultura de uno de los pueblos originarios más antiguos de la Cuenca de México, sus antecedentes prehispánicos, la forma en que la transición colonial se plasmó en un complejo calendario festivo, entre otras características de esta población, se abordan en el libro Culhuacán. Luz de la memoria.
El volumen, escrito por la antropóloga María Elena Morales Anduaga, la historiadora Ana María Luisa Velasco Lozano y el arquitecto Mario García Soto, deriva de la exposición que se montó con el mismo nombre en el Museo Nacional de Antropología (MNA) durante la XXIII Feria del Libro de Antropología e Historia. Integrado por 10 capítulos, se presentará el 21 de mayo, a las 18:00 horas, en el Auditorio Leonardo Manrique, de la Coordinación Nacional de Antropología.
Para los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), adscritos a la Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS), la obra permitirá conocer, apreciar y conservar el rico patrimonio cultural del pueblo de Culhuacán.
El libro fue emprendido por los autores luego de ser testigos del orgullo que dicha exposición de las reliquias, tradiciones y ritos en el MNA generó en los habitantes de ese lugar; ese detalle los llevó a ahondar en temas como la trascendencia de este pueblo originario en su devenir histórico en la Cuenca de México, desde la época prehispánica a la fecha, tal como se detalla en el capítulo “Culhuacán en la historia”.
El apartado “El patrimonio cultural del Pueblo de Culhuacán” es un breve recuento de sitios de gran valor histórico, como los vestigios arqueológicos ubicados en el Cerro de la Estrella y las construcciones novohispanas, entre ellos el ex convento agustino del siglo XVI que alojó el Seminario de Lenguas y el primer molino de papel que utilizó energía hidráulica en la Nueva España.
Culhuacán es un pueblo originario cuya religiosidad es fundamental para poder entenderlo, lo cual se aprecia en el capítulo “La festividad de la Santísima Trinidad y de Corpus Christi”; se trata de una las festividades más importantes del complejo calendario festivo del pueblo, integrado por una gran cantidad de fiestas distribuidas en el año.
Completan el libro “Demandita del pueblo de Santa María Tomatlán”, que muestra cómo estas imágenes y los estandartes representan, identifican y vinculan a santos, barrios y pueblos a través de su vida ritual, y “La comida festiva”, el cual profundiza sobre una de las formas de participación comunitaria y de trabajo recíproco más destacadas durante las festividades: la preparación de alimentos (tamales, mole, arroz y otros guisados).
Para la antropóloga María Elena Morales Anduaga, estas actividades refuerzan los vínculos sociales del pueblo y reivindican sus orígenes que, a la par con su resistencia al embate cultural de la gran urbe, forman parte medular de su identidad.
Por su parte, la historiadora Ana María Luisa Velasco Lozano destacó que la construcción de obras de infraestructura urbana en Culhuacán en la década de los años sesenta dividió políticamente a sus 11 barrios: cuatro se ubicaron en la delegación Coyoacán, y siete en Iztapalapa; empero, los barrios siguen funcionando como una sola entidad, principalmente en torno a sus festividades religiosas.
El arquitecto Mario García Soto destacó que el territorio de este pueblo originario se reconoce a partir de la cartografía histórica; en ella se muestra en los planos históricos y códices su permanencia hasta el día de hoy. “Ejemplo de ello son avenidas como Tláhuac y Taxqueña, que aparecen en los planos antiguos y en la actualidad son principales arterias viales para conectar a la Ciudad de México”, dijo.
El antiguo pueblo de Culhuacán se localiza en las faldas del lado poniente del Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa. A pesar del crecimiento urbano, mantiene su organización tradicional conformada por 11 barrios: San Juan Evangelista Culhuacán, Los Reyes, San Antonio, San Simón, San José Tula, San Andrés, Santa María Tomatlán, La Magdalena, San Juan Bautista, Santa Ana y San Francisco.
En la época prehispánica su papel fue fundamental por ser un pueblo de tradición tolteca en la Cuenca de México, cuando estuvo ocupada por grupos de cazadores o chichimecas.
Los mexicas tenían la tradición de realizar la ceremonia del Fuego Nuevo, rito que se celebró en la Cuenca de México en el Cerro de la Estrella, antes de la llegada de los españoles.
Formaron parte de los pueblos de tradición lacustre y de chinampas, que mantuvieron esta forma de vida hasta mediados del siglo XX.
Los investigadores del INAH coincidieron en que el patrimonio cultural de Culhuacán no sólo está expresado en su complejo calendario ritual, sus festividades o su gastronomía, sino en la forma en que nombran en náhuatl a ciertos sitios o lugares, incluso para denominar objetos de uso cotidiano o formas de trabajo que provenían de sus ancestros.

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