En función única en el Centro Cultural Helénico
Julian Sands cautiva al público mexicano con Celebration of
Harold Pinter
ï‚· El actor británico trajo a escena el universo poético del Nobel
de Literatura, su lenguaje, atmósferas, silencios y pausas
Aunque al escritor y dramaturgo Harold Pinter se le ha catalogado
como un representante del teatro del absurdo, su trabajo está marcado
por el realismo. Así se revela en el espectáculo a Celebration of Harold
Pinter, que se presentó en una única función la noche de este jueves
22 de mayo en el Centro Cultural Helénico del Conaculta.
El actor británico Julian Sands trajo a escena el universo poético
del Premio Nobel de Literatura 2005, su lenguaje, las atmósferas,
silencios y pausas tan características de su trabajo creativo y su visión
del amor, la muerte y el arte, con una presentación celebrada por el
público mexicano.
Antes de dar lectura a diversos poemas que se encuentran en el
libro Various voices: Prose, poetry, politics 1948-2005, el histrión habló
de su admiración hacia Harold Pinter desde que era un estudiante de
actuación.
También de cómo fue entrenado para leer en voz alta una
selección de poemas en la Iglesia de St. Stephen Walbrook, en
Londres, luego de que el escritor y dramaturgo viera afectado su tono
de voz a causa del cáncer que padecía.
"Este es un golpe. Esta es una pausa. Este es un silencio”, decía
Pinter que en voz de Julian Sands se escuchó de forma escalonada y
vibrante para mostrar los rasgos de la personalidad de un hombre
honesto, inteligente y con un sentido del humor muy negro.
La ironía, la sensibilidad y a veces el dolor se hicieron presentes
para abordar distintos aspectos de la vida del autor de obras como El
amante y Traición.
I know the place/ It is true/ Everything we do/ Corrects the space/
Between death/ and me/ And you, declamaba Julian Sands, quien
demostró que su sola presencia en el escenario fue suficiente para ser
el interlocutor de la obra de Pinter, bajo la dirección de John
Malkovich.
A través de los textos se da cuenta de su lado humano, su
capacidad de expresar el amor romántico con poemas dedicados a su
esposa Antonia Fraser y su postura clara como activista político en
contra de la guerra.
Además se ofrecen sus primeras obras líricas, escritas cuando
Pinter era un joven actor de gira en Irlanda, su gusto por el cricket a
través de un escrito hecho para el jugador Len Hutton y poemas que
tratan el tema de la muerte.
La obra no contó con subtítulos, lo que permitió captar los
efectos polifónicos de los poemas mediante el ritmo, la sonoridad, las
pausas, la atmósfera y la actitud que le imprimió el actor con más de
tres décadas de trayectoria.
CGP