Segundo concierto en la Ciudad de México
Joshua Bell y la Academy of St. Martin in the Fields conquistan al
Palacio de Bellas Artes
ï‚· El violinista estadounidense y la orquesta de cámara
londinense interpretaron a Beethoven, Brunch y Prokófiev
Con un repertorio de obras de Ludwig van Beethoven, Max Brunch y
Sergei Prokófiev, el violinista Joshua Bell, también director musical de
la Academy of St. Martin in the Fields, logró una ovación de pie y
aplausos que se prolongaron por varios minutos, tras su segunda
presentación en nuestro país, realizada la noche de este lunes en el
Palacio de Bellas Artes.
Quien es considerado uno de los violinistas más famosos de
nuestro tiempo, demostró ante el público mexicano sus dotes en ese
instrumento de cuerdas, el cual toca desde los 12 años de edad.
Al frente de la Academy of St. Martin in the Fields, el violinista
estadounidense Joshua Bell dio inicio al concierto con la Sinfonía n° 1
en re mayor op. 25, Clásica de Sergei Prokófiev, hermosa melodía de
tintes festivos que se tornaban en dramáticos.
Ahí ejecutó el violín junto con la orquesta, realizando en
ocasiones movimientos enérgicos de todo su cuerpo, pero también
con el arco para dirigir a la agrupación.
El recital continuó con el Concierto para violín n° 1 en sol menor
op. 26, de Max Brunch, en el cual Joshua Bell fungió como solista y
mostró la maestría lograda en la ejecución de su instrumento.
Su técnica brilló al conseguir los registros más altos en el violín,
a veces tocando de manera tenue, en ocasiones de forma enérgica, pero siempre con gran emotividad de acuerdo con el dramatismo de
esa pieza del compositor alemán.
Lo mejor quedó al final: la Sinfonía n° 7 en la mayor op. 92, de
Ludwig van Beethoven, la cual fue interpretada con singular
virtuosismo por parte de Joshua Bell y el acompañamiento de la
Academy of St. Martin in the Fields, considerada por especialistas
como poseedora de un pulido y refinado sonido enraizado en una
excepcional maestría musical.
El primer movimiento, Poco sostenuto–vivace, de música festiva
que, tras pasajes cargados de misterio comienza a adquirir intensidad,
a través de cuerdas, alientos y percusiones, dio paso al segundo, el
famoso Allegretto de notas suaves y melódicas.
La obra continuó con el tercer movimiento, Presto, de rápidos e
intensos acordes para cerrar con broche de oro el impresionante
movimiento final Allegro con brio, ejecutado a gran velocidad y con
una fuerte carga dramática.
Tras casi dos horas de concierto, Joshua Bell y la Academy of
St. Martin in the Fields, cautivaron al público que ovacionó de pie a los
músicos por interpretación en un concierto que fue transmitido de
manera gratuita a las afueras del Palacio de Bellas Artes en una
pantalla gigante.
AGB