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Teatro 2018-06-07 18:15

Casa calabaza, ganadora del Concurso Nacional de Teatro Penitenciario, permanecerá en El Galeón hasta el 17 de junio

Casa calabaza, ganadora del Concurso Nacional de Teatro Penitenciario, permanecerá en El Galeón hasta el 17 de junio



· La obra desgrana los estadios psicológicos por los que transita la protagonista



· Dirección escénica de Ismael Almanza y actuaciones de Manuel Domínguez, Ángeles Marín, Patricia Hernández, Mireya González y Gloria Castro





En las primeras páginas de La insoportable levedad del ser, Milan Kundera reflexiona respecto a ese agónico estado de repetición que engendra la idea del eterno retorno y asegura que gracias a nuestra visión histórica de las cosas los horrores del pasado se convierten en meras palabras, teorías, discusiones, se vuelven más ligeros y, por lo tanto, no dan miedo.



Sin embargo, hay horrores que se repiten, tal vez en diferentes grados e intensidades, pero reaparecen en el devenir humano, ya sea como aprendizaje social, enfermedad o virus, esto es a lo que nos enfrenta la puesta en escena Casa Calabaza, que inició temporada en el Teatro El Galeón.



El Instituto Nacional de Bellas Artes, por medio de la Coordinación Nacional de Teatro, en colaboración con la Compañía de Teatro Penitenciario y el Colectivo Escénico El Arce, presentan el primer Ciclo de Teatro Penitenciario en el Centro Cultural del Bosque.



La obra fue escrita por Mayela Moreno, interna del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, y ganadora del Concurso Nacional de Teatro Penitenciario 2014.



La anécdota es sencilla y es, además, un tema que ha sido tratado literariamente desde la Grecia clásica: una hija mata a su madre, el parricidio. Lo profundo de esta obra es que desgrana los estadios psicológicos por los que transita la protagonista para cometer esta acción. Es ahí donde el público encontrará el punto de contacto con la historia, pues la violencia familiar es un tema que no se extingue en la sociedad actual.



La obra se desarrolla al interior de la casa en la que conviven los tres integrantes de la familia: el papá, la mamá y Maye, la hija, o si se quiere, los cinco personajes de la obra, pues la agonía de la hija está dividida en tres: la inocencia, la madurez y el coraje. El público es un simple invitado a esa caótica cena en que se devela la historia.



Al inicio, los invitados a esta particular degustación transitarán por un túnel en el que verán cartas de la autora o de otros espectadores, será un trance del cual no se darán cuenta por apuro o mera distracción, hasta el final de la puesta escénica, cuando se evalúe el peso del mensaje.



El banquete inicia poniendo sobre la mesa el carácter y estado psicológico de cada personaje: una madre permanentemente molesta hasta el punto de la frustración, un padre contenido y la inocencia de una niña que empieza a descubrir el mundo y cuyo único oasis existencial son las esporádicas visitas de su abuela: panes de azúcar, describe.



Entre la educación muy “a modo” moralista, la violencia en casi todos sus grados, el deseo de control por el otro y las frustraciones de por medio, la ruptura viene cuando la abuela cae enferma y al cuidado de la familia, lo cual distorsiona el débil balance. Las emociones, las tensiones, las frustraciones, todo alcanza su máximo grado y la niña, el eslabón más débil de ésta y todas las familias, revienta y hace explotar “casa calabaza”.



La protagonista es entregada a las autoridades y -nos dice- aprende que “la vida sigue después de una tragedia”.



La dirección escénica está a cargo de Ismael Almanza, con actuaciones de Manuel Domínguez, Ángeles Marín, Patricia Hernández, Mireya González y Gloria Castro.



Las funciones son: jueves y viernes, a las 20:00 horas; sábados, 19:00, y domingos, a las 18:00 horas, hasta el 17 de junio en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque. Reforma y Campo Marte, colonia Chapultepec Polanco. Metro y Metrobús Auditorio

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