En el Museo del Estanquillo
Equidad de género y desarrollo humano aborda Silvia Gurrola en su libro La dignidad encarnada
ï‚· Interesante visión de África desde la óptica de una mexicana,
Bertha Alicia Esparza
La novela La dignidad encarnada narra el amor y determinación de
Zubaida, una mujer nacida en Mozambique quien en medio de un
entorno violento e injusto se pregunta si la vida puede ser mejor, si hay
oportunidad de forjar un futuro promisorio para sus hijos, por lo cual
emprende una lucha teniendo como única arma su voluntad y
dignidad.
La publicación, autoría de la pedagoga Silvia Gurrola Bonilla
(Valparaíso, Zacatecas, 9 de enero, 1966), fue presentada en el
Museo del Estanquillo. Colecciones Carlos Monsiváis, la noche del 11
de junio por Bertha Alicia Esparza, Rafael Fernández Flores, Henoc de
Santiago y la autora.
Compuesta por personajes ficticios y datos reales, Silvia Gurrola
aborda la discriminación y violencia de género; reproduce las
tradiciones, creencias y prácticas sobre la sexualidad, salud
reproductiva y el Sida, sirviéndose de notas tomadas a lo largo de los
dos periodos que vivió en Mozambique (Chimoio: julio de 1994 a
octubre de 1997, y Maputo: marzo de 2004 a diciembre de 2007).
La cofundadora de la empresa Bethics empleó para la
realización de La dignidad encarnada su experiencia profesional en
México, África, algunas ciudades de la desaparecida Unión Soviética y
el Caribe para plasmar una realidad sobre la desigualdad y violencia
de género.
La obra, a la cual Silvia Gurrola se dedicó por completo para
realizar en año y medio, no la escribió como un ensayo, porque, dijo,
su libro La dignidad encarnada ella estaba muy contaminada por una visión parcial del feminismo
donde las mujeres son las víctimas y tienen que luchar contra los
malos hombres.
Explicó que este trabajo bien pudo haber sido un ensayo, pero
quiso a través de la novela exponerle al lector otra visión sobre el tema
de género. “Muchas personas creen que la violencia de género no se
asocia a los hombres, hay muchos estereotipos al respecto. Creí que a
través de esta obra podría revelar esos errores y dar un mensaje de
que tantos hombres como mujeres podemos ganar”.
El titular del Museo del Estanquillo, Henoc de Santiago, afirmó
que La libertad encarnada es fascinante por la manera como Silvia
Gurrola hace uso de un lenguaje ágil que se traduce en una lectura
sencilla y amena. “Cuando uno lo empieza a leer cuesta trabajo
soltarlo, logra transmitir de forma cruda un sinnúmeros de tradiciones y
rituales que pueden resultarnos de barbarie”.
Destacó que en el desarrollo del libro Silvia Gurrola deja ver sus
intereses en la equidad de género, el desarrollo humano, la
discriminación, el derecho a decidir, el manejo de nuestros
sentimientos y principalmente el manejo mutuo para construir una
sociedad más justa.
Sobre los personajes que se presentan en el desarrollo de la
novela, Henoc de Santiago comentó que invitan a reflexionar sobre el
origen de mitos y supersticiones, y deja un mensaje claro: la
educación, la comunicación, la formación y el respeto a los derechos
humanos desarrolla sociedades más justas e igualitarias.
Para Bertha Alicia Esparza, egresada de la licenciatura en
Historia de la ENAH, la publicación exhibe mucha historia y una
interesante visión de África desde el punto de vista de una mexicana.
“Celebremos la aparición de una maravillosa novela cuya trama se
desarrolla en el corazón de Mozambique, teniendo como protagonista
a Zubaida, lleva al lector a sumergirse en las maravillas e infiernos a
los que debe enfrentarse".
Esparza destacó que en la novela abundan personajes con sus
claroscuros, y que la obra publicada por editorial Planeta guarda en
sus páginas una riqueza narrativa invaluable. “Su manufactura es
impecable, la narrativa es ágil que cada capítulo es un espejo de la
realidad africana, pero la universalidad de cada personaje y situación
pudiera estar reflejando la realidad de cualquier habitante del mundo
en este preciso momento”.
Aseguró que en este libro la autora plasmó a la antropóloga que
lleva dentro, a la socióloga que observa el mundo y que buscó explicar
el comportamiento humano dentro de un contexto social y geográfico,
así como a una narradora fantástica que relata un complejo tejido de
historias mágicas, de terror y hasta sublimes.
Finalmente, el autor de cuentos breves, Rafael Fernández Flores
coincidió que la obra reflexiona sobre el papel de la mujer y puntualizó:
“En La dignidad encarnada lo local se convierte universal”.
DAF