Metáfora sobre la protección y la identidad

Estrenan The Coat en el Palacio Bellas Artes

Laleget Danza presentó tres visiones contemporáneas sobre aspectos fundamentales de la existencia



Después de su gran éxito en Ámsterdam, Países Bajos, Laleget Danza estrenó en México su nueva propuesta, The Coat, proyecto de colaboración artística entre Diego Vázquez, y la coreógrafa y bailarina holandesa, Faizán Grootens, convertido en una metáfora sobre la protección y la identidad, materializadas en un abrigo que, por momentos, es el personaje principal.

La noche de este viernes 3 de agosto, el Palacio de Bellas Artes se vistió de gala para recibir a la compañía, que bajo la dirección artística de su fundador, el bailarín y coreógrafo Diego Vázquez, se ha posicionado como una de las más importantes de México, llevando a escena nuevas propuestas coreográficas de un alto nivel técnico en su ejecución, caracterizadas por una mezcla entre lo clásico y lo contemporáneo.

Como parte de la Temporada de Danza 2018 del INBA, la agrupación, que ha sido merecedora de distintas becas y estímulos, deleitó al público con un programa, integrado también por su aclamado False Cognate, y el reestreno de Manasés y la esquizofrenia, obras que tienen como hilo conductor el cuestionamiento de la identidad y la necesidad de pertenencia, parte fundamental de la existencia humana.

La función comenzó con el tan esperado estreno de The Coat, pieza creada gracias al apoyo de una Residencia Artística del Fonca e interpretada por el dúo conformado por Diego y Faizán, quienes cubiertos por abrigos negros, realizaron una serie de acciones sincronizadas, para luego entrar en un juego de seducción corporal, acompañado por música de la agrupación cubana Camerata Romeu, primera orquesta de cuerdas femenina de América Latina.

Los bailarines se fueron despojando de sus largas vestimentas, la sensualidad aumentó en un cortejo que bien podría ser erótico o filial, mientras el abrigo cobró vida para convertirse en el personaje principal del montaje escénico; una persona con identidad propia que representa la protección, una metáfora de la comodidad y la seguridad.

Luego de una pequeña pausa, Diego Vázquez se apoderó por completo del escenario y del público, al ejecutar False Cognate, aclamada coreografía unipersonal basada en el Concierto para piano en Fa menor Op. 21, de Frédéric Chopin, que con recursos escenográficos minimalistas, enfrenta al ser humano consigo mismo, en cuanto a las falsas interpretaciones que tiene de sí.

Dentro y fuera de un camino de hojas de papel apiladas que asemejan a las de la Biblia, libro que crea en el artista el conflicto interno que inspiró este montaje, juega con movimientos que van de lo más clásico a lo contemporáneo, pasando por acciones de mimo dramático, hasta que el viento echa sobre él cientos de hojas más, que terminan por sepultarlo para finalmente salir de esa tumba simbólica.

False Cognate, se explica a sí misma desde el título, ya que se trata de una expresión utilizada para definir a ciertas palabras que de un idioma a otro, se escriben o pronuncian de una manera muy parecida, pero que tienen un significado distinto.

Luego del intermedio, Laleget Danza presentó Manasés y la esquizofrenia, coreografía, dividida en seis partes que narran desde la memoria de un hombre, una serie de eventos traumáticos que lo llevaron a la enfermedad mental y su búsqueda por recuperarse de ella.
La pieza inició con ocho bailarines acompañados por el Concierto para violín y violonchelo en La menor Op.102, de Johannes Brahms, que marca con sus tres movimientos, las primeras tres escenas de la obra, en la que el manejo del cuerpo, la danza, la teatralidad y el sonido, transmiten a la perfección el sufrimiento de vivir con mil voces dentro de la cabeza, sin poder distinguir lo real de la locura.
Destacó la pulida técnica del solista Jairo Cruz y el vestuario de la puesta, que sin duda realza la lograda obra, que en su última parte es acompañada por el aria Ombra mai fu de Serse de Georg Friedrich Händel, y que contó con dos interludios, compuestos por el miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, Andrés Solís.

Las cerca de dos horas de goce artístico, llegaron a su fin entre los generosos aplausos que el público obsequió a la agrupación y a su director, quien ha creado 27 obras, las cuales forman parte del repertorio de la Compañía Nacional de Danza del INBA, del Taller Coreográfico de la UNAM, del Ballet de Jalisco y de la Compañía Tania Pérez-Salas.
Desde su fundación en 2005, Laleget Danza ha llevado a cabo temporadas de presentaciones en los escenarios más importantes del país, como el Palacio de Bellas Artes, el Teatro de las Artes de Cenart y el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Se ha presentado exitosamente también en España, los Países Bajos, Eslovaquia y Curazao.
La compañía se caracteriza por utilizar frecuentemente obras completas de música sinfónica de compositores como Chopin, Schumann, Tchaikovski, Brahms, Bach, Stravinski, Pärt, Revueltas y Chávez.

FAC