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Museos 2018-09-05 19:00

Colegas y amigos rinden homenaje al arqueólogo Raúl Arana por 55 años de incansable labor en el INAH

Colegas y amigos rinden homenaje al arqueólogo Raúl Arana por 55 años de incansable labor en el INAH



*** En el Museo Nacional de Antropología se realizó un ciclo de conferencias sobre la obra del destacado investigador



*** En 1978, participó en el salvamento de la Coyolxauhqui, diosa de la luna, con lo que se inició el Proyecto Templo Mayor





Amigos, colegas y autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se reunieron en torno al arqueólogo nayarita Raúl Arana Álvarez, en el Museo Nacional de Antropología (MNA), con motivo de sus 55 años de incansable labor en la institución.



El antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó que la figura de Raúl Arana representa la tradición, la experiencia y el compromiso, “un gran compañero, investigador, maestro y defensor del patrimonio arqueológico de México.



“Raúl Arana ha sabido combinar la investigación y la docencia, con sus encargos institucionales, donde a lo largo de más de once lustros ha realizado dictámenes, peritajes y salvamentos arqueológicos”.



Asimismo, dijo, representa, en buena medida, lo que se celebrará en los próximos meses: “el 80 aniversario del INAH, la gran institución que ha combinado la investigación científica con el ejercicio de la autoridad para la aplicación de una ley que cuida los monumentos históricos, arqueológicos y paleontológicos.



“Los 80 años del instituto serán el escenario donde podamos recuperar tradición, experiencia, talento y enseñanzas de quienes nos han precedido, pero también repensar a esta institución en las nuevas circunstancias del país, y el INAH debe estar presente para documentar la memoria de México”.



Hasta el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún, donde se desarrolló un ciclo de conferencias sobre su obra, llegaron muchos de sus compañeros de vida, quienes con emotivas anécdotas, recordaron sus años de infancia en su natal Nayarit, su juventud en la Facultad de Derecho de la Ciudad de México y su ingreso a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), que lo llevó a adentrarse en la riquezas de las culturas prehispánicas que se desarrollaron a lo largo y ancho del país.



La ceremonia de inauguración del homenaje al arqueólogo Raúl Arana estuvo encabezada por la doctora Aída Castilleja, secretaria técnica del INAH, así como por los coordinadores nacionales de Antropología y Arqueología, María Elisa Velázquez y Pedro Francisco Sánchez Nava, respectivamente, y Juan José Atilano, subdirector de Investigación de la ENAH.



La secretaria técnica del INAH calificó al doctor en arquitectura y urbanismo prehispánico como un “hombre de sonrisa franca, quien ha dedicado su vida al instituto; ha trabajado desde Nayarit hasta Chiapas, pasando por Puebla, Guerreo y la Ciudad de México, donde encontró a la emblemática Coyolxauhqui”.



Asimismo, destacó que Raúl Arana ha puesto en alto el nombre del INAH, porque ha realizado un trabajo serio, académico y comprometido con la institución y con el patrimonio cultural de México.



En su intervención, Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología, expresó su gran satisfacción por ser parte del homenaje a su maestro, su jefe y quien ha sido un ejemplo de ética, de profesionalismo, “fue el iniciador del salvamento arqueológico de una forma sistemática en México”.



Recordó que a finales de los años sesenta del siglo pasado, Raúl Arana fue profesor y le brindó su primera oportunidad de trabajo nada menos que en las excavaciones de la Coyolxauhqui.



Juan José Atilano, subdirector de Investigación de la ENAH, precisó que “Raúl Arana es el INAH en sí mismo, su trayectoria profesional lo avala, es un hombre que renunció a todo por ser arqueólogo. Su historial académico lo hace un gran ser humano y un sabio”.



Al hacer uso de la palabra, María Elisa Velázquez, coordinadora nacional de Antropología, resaltó que el homenajeado es un hombre muy apreciado por la comunidad del INAH. “En sus 55 años de trayectoria en el instituto se ha dedicado a la investigación, la proyección y conservación de los monumentos arqueológicos, en proyectos que abarcan el Occidente y el Altiplano Central”.



Además del hallazgo de la Coyolxauhqui, el maestro Arana registró descubrimientos importantes en las zonas arqueológicas de Ixtlán, Nayarit, en la Zona de Monumentos Históricos y Arqueológicos del Puerto de San Blas, y en diversas excavaciones de la planicie costera nayarita.



Tras inaugurarse el ciclo de conferencias, la maestra Pilar Luna, pionera de la arqueología subacuática en México, dictó la ponencia Raúl Arana: Arana un regalo en mi vida, en la que más que hablar del arqueólogo e investigador, recordó algunos momentos de su etapa estudiantil en la que su maestro le enseñó desde tomar una brújula hasta realizar su primera excavación.



“Han pasado 45 años y desde entonces puedo asegurarles que Raúl ha estado siempre tendiéndome su mano, su conocimiento y su atinado consejo. Todo ello se fue convirtiendo en una relación de hermandad entrañable, que con los años fue creciendo e incluyendo a su esposa Carmen y a su hijo Luis Raúl”.



En el homenaje, Carlos Martínez Plata, escritor y amigo del arqueólogo Arana, le hizo entrega de un diploma que le otorgó la asociación civil Comunidad Nayarita en el Valle de Anáhuac, en reconocimiento por sus 55 años de labor de investigación y conservación de las raíces de la mexicanidad.



La arqueóloga Rosa María Reina Robles, de la Dirección de Salvamento Arqueológico, exhibió una serie de imágenes sobre diversos momentos de la vida de Raúl Arana, desde su infancia hasta su etapa como investigador.



Al final del ciclo de conferencias, el arqueólogo Raúl Arana agradeció el cariño y la presencia de tantos colegas, alumnos y autoridades, quienes le hicieron recordar tantos años de alegría y grandes momentos que ha vivido en el INAH.



“Vine a la Ciudad de México a estudiar derecho, pero en el camino me encontré con la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde fui alumno de grandes maestros y eso fue como sacarme la lotería”.



El arqueólogo Arana abundó que durante estos años he tenido la oportunidad de conocer a grandes personas dentro del instituto, pero también en las comunidades donde hizo arqueología y aprendió de los grupos indígenas y de su historia.



Cabe mencionar que el homenaje fue organizado por la Coordinación Nacional de Antropología, a través del Grupo Multidisciplinario de Estudios Sobre Guerrero y Regiones Vecinas, y por la antropóloga Carmen Chacón, esposa del destacado investigador.

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