Rememoran participación de la ENAH en el movimiento estudiantil del 68



*** Se realizó el Conversatorio el 68 y la ENAH, en el Museo Nacional de Antropología



*** El antropólogo Enrique Méndez Martínez y el etnólogo Samuel Villela recordaron sus experiencias en dicho suceso





A raíz del movimiento del 68, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) hubo cambios importantes en el rubro académico y la gestión educativa. Se creó un movimiento que le dio origen a la llamada Comisión Mixta, en 1971, donde hubo injerencia directa de los estudiantes en la dirección de la escuela, en el diseño de los contenidos educativos, entre otros sucesos importantes, y se crearon formas de participación más horizontales.



El maestro en etnología por la ENAH, Samuel Villela Flores, expuso lo anterior en el Conversatorio el 68 y la ENAH, realizado con sede en el Museo Nacional de Antropología (MNA), como parte de las actividades de XXIX Feria Internacional de Antropología e Historia (FILAH).



El coordinador del equipo regional Montaña de Guerrero del Proyecto Nacional Etnografía de las Regiones Indígenas de México, indicó que en lo referente a la etnología derivada de los frutos del movimiento del 68, “se comenzó a cuestionar lo que en aquel entonces llamábamos la ‘etnografía del huipil y del huarache’, era un poco una crítica hacia esa etnografía que se regodeaba en cuestiones como las artesanías o las danzas folclóricas, que banalizaban parte del folclore, pero que se olvidaban completamente de la precaria situación de los pueblos indígenas, portadores de esta riqueza cultural”.



Villela rememoró que en el momento de la llegada del movimiento estudiantil, la ENAH ya estaba en paro. En abril de ese año se había iniciado un movimiento contra una docente a la que se le reprochaban sus métodos académicos, era acusada de anacronismo en sus clases, los estudiantes que no estaban de acuerdo con esas forma de enseñanza, impugnaron pero no hubo respuesta de la autoridad escolar por lo que la institución académica se fue a paro.



Destacó la participación de la escuela en el diseño de las estrategias de lucha. “Tengo entendido que la Marcha del Silencio (13 de septiembre) y la del 27 de agosto, se realizaron por iniciativa de la ENAH, hubo muchas formas en las que la institución participó en el movimiento estudiantil”.



En ese entonces, recordó el etnólogo, “daba clases en una escuela primaria y como parte de su actividad política, colaboraba en el diseño de los volantes, entre otras actividades, como el acudir a los sectores populares para convencer a la gente de que apoyara al movimiento.



“Eso fue muy significativo e indicativo de cómo el movimiento estaba penetrando en amplias capas de la población y, lo más importante, lo hacía en estas estructuras corporativas, cerradas, verticales, en las cuales se apoyaba el Estado mexicano, las cuales se estaban resquebrajando”.



En su intervención, el antropólogo Enrique Méndez Martínez subrayó que la ENAH tuvo mucha participación y fue muy combativa en el movimiento estudiantil de 1968, suceso que se tradujo en un gran avance en la actualización de la investigación y la docencia.



El catedrático de la institución educativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), rememoró su participación en la brigada conocida como Z25, la cual se dedicaba a “botear” para conseguir recursos con los que se pudieran adquirir papel y tinta y elaborar sus volantes.



El maestro en antropología, con 59 años de laborar en el INAH, rememoró su etapa como estudiante en la ENAH —con sede, en ese entonces, en la parte superior del MNA—, época en la que se dedicó a la recolección de fondos para la producción de propaganda que se distribuía por toda la Ciudad de México.



Dijo que, previo a los fatídicos sucesos de la tarde del 2 de octubre de 1968, se reunían para decidir cómo actuar ante la inminente represión gubernamental, ya que se acercaban los Juegos Olímpicos y el gobierno quería que no hubiera disturbios, y el país diera una buena impresión al mundo.



“En la manifestación en Tlatelolco, al momento de los disparos salí corriendo por detrás del edificio de Relaciones Exteriores, me metí debajo de un coche y cuando cesó un poco la balacera, salí por Flores Magón y pase frente a la Unidad de Tlatelolco”.



Por último, Méndez Martínez refirió que a algunos compañeros de la ENAH los desaparecieron, no se sabe si lo mataron en la Plaza de las Tres Culturas o los desaparecieron en el Campo Militar número 1, a donde se los llevaron; hay fotografías que dan fe de este hecho.