Mira el nuevo mural de Sego y Ovbal muy cerca del Monumento a la Revolución
Como parte de sus últimos proyectos de 2018, Sego y Ovbal tuvo entrevista con el equipo de Dickies México en la cual nos platica sobre su trabajo como artista
Ciudad de México, 26 de febrero de 2019.– La Ciudad de México y otras grandes urbes del país albergan cientos de manifestaciones artísticas. Aunque si hablamos de visibilidad es imposible ignorar el manto de spray que cobija a las ciudades y que se conoce como graffiti. Para Carlos Segovia Alanís que pasó su adolescencia entre el color de los aerosoles- el graffiti otorga energía y vitalidad a las junglas de concreto. Actualmente “Sego” utiliza el aerosol como un pincel, su corriente pictórica ya es otra y eso lo catapultó como uno de los artistas urbanos mexicanos de mayor proyección internacional.
El muralismo (al igual que el graffiti) es una extensión de la pintura tradicional que otorga acceso a la cultura en plena vía pública. El joven muralista afirma que el arte que se aprecia en los espacios públicos fomenta el talento emergente, otorga estética a zonas de las ciudades que no son tan visitadas, genera espacios para el diálogo sobre el ecosistema urbano, y forja ciudadanos con una sólida cultura de la pertenencia.
El originario de la capital mexicana confiesa que la identidad es un tema que está muy presente en sus creaciones. Con tal motivo, en 2018 inició un serie de obras en las que, a su estilo, inmortaliza a figuras emblemáticas de la historia de México. “Tenemos muchos referentes históricos ejemplares y a veces se nos olvidan. Ellos forman parte de nuestro acervo cultural, eran personas comprometidas con sus ideales y de alguna manera quería acercarlos a las personas de modo diferente, que no sea tan solemne, al contrario mostrarlos como seres mitológicos”, expresó.
Entre el sentido de la pertenencia y los personajes históricos, Sego se acuerda de un movimiento de identidad que surgió en la costa oeste de Estados Unidos. Apunta que en California los mexicano-estadounidenses lucharon años para poder izar su propia bandera de identidad; muchos de ellos nacieron allá pero se sienten mexicanos y otros por su ascendencia azteca no encajaban entre la sociedad norteamericana. Poco a poco lograron encontrar componentes con los que elaboraron un hilo cultural.
Respecto a lo anterior, Sego y Obval, quien además forma parte de la comunidad de “makers” de Dickies (personas que trabajan bajo su propio estilo de una forma novedosa, creativa y auténtica), afirma que la marca Dickies contribuyó a definir la identidad de varios grupos, como el del sector trabajador de la comunidad chicana, que usaba la ropa como un elemento diferenciador.
Todas las propiedades de un maker se pueden notar en el impresionante trabajo que realizó en el nuevo restaurante llamado Arango, desde desarrollar un estilo único que Sego aplicó en su diseño, hasta su constancia y trabajo duro, que fue un punto clave para que el restaurante pudiera hacer su apertura a tiempo, el trabajo en equipo junto con su asistente, inspirar a las siguientes generaciones de artistas y dedicarse a lo que más le apasiona.
Para este proyecto, Sego fue citado por los dueños del restaurante en donde ilustró un imponente Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa. El muralista nos relata que fue una experiencia muy enriquecedora y diferente, ya que se sintió parte de algo que apenas se estaba construyendo y que una de las cosas que más le agradó de este momento fue el ambiente que generaban los colaboradores del restaurante, entre ellos chefs, arquitectos, ayudantes de obra e ingenieros, entre otros. Todos unidos para conseguir un excelente resultado final.
El colorido trabajo de Carlos ha sido expuesto en diversas partes del mundo y ha logrado propagar fragmentos del folklore mexicano con una óptica más creativa. El artista manifiesta en sus pinturas un discurso gráfico de identidad; obras que nos recuerdan la lucha de grafiteros, muralistas, chicanos y otros grupos sociales por construir su propio cosmos de pertenencia.