Fue presentado Capricho catalán de Rodrigo Nefthalí, disco que aborda a los maestros fundadores del repertorio guitarrístico




Ø Estos compositores son los padres de la guitarra a nivel mundial: Rodrigo Nefthalí




Ø La nueva producción incluye obras de Fernando Sor, Isaac Albéniz, Miguel Llobet y Emilio Pujol




Más allá de la tradición, hay un núcleo fundamental que debe recorrerse para entender el boom guitarrístico mexicano, y es el de los grandes maestros que se desvelan en el disco Capricho catalán del guitarrista mexicano Rodrigo Nefthalí, el cual fue presentado el pasado fin de semana en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.


El álbum incluye piezas de Fernando Sor, Isaac Albéniz, Miguel Llobet y Emilio Pujol, “los padres de la guitarra a nivel mundial, a quienes les debemos las escuelas española y latinoamericana”, señaló en entrevista Rodrigo Nefthalí.




“Para mí este es un disco semilla, porque los guitarristas catalanes son los maestros de maestros. Todos estos autores no solo escribieron particularmente para guitarra, sino que además fueron fundadores de importantes escuelas de guitarristas.




“Por ejemplo, se habla de Andrés Segovia, el padre del movimiento moderno de la guitarra, pero él fue alumno de Pujol y Llobet. Con esto no quiero decir que la escuela catalana sea la mejor, porque no existe eso, pero sí es el origen”.




Para el guitarrista y profesor, este álbum, su primero como solista, es un homenaje a ese origen y una remembranza a su estadía en España. “No intento copiar el estilo. No podría, además”, refirió, y agregó que, por ello, incluyó en el disco la pieza Capricho catalán de Albéniz, originalmente para piano: “Este es un guiño que, como mexicano, hago en homenaje a estos autores, porque no soy de origen catalán, como esta obra no es para guitarra”.




Una particularidad a resaltar de este disco son los instrumentos que utilizó el músico para interpretar las obras: dos guitarras completamente diferentes, con lo cual genera una dinámica distinta en la selección de los compositores, señaló el guitarrista michoacano Abel García en la presentación.




“Una fue construida en Madrid, en 2004, en madera de palosanto de Madagascar, la caja acústica, y en cedro rojo canadiense, la tapa armónica, por Pablo Manuel Contreras, guitarrero que falleció muy joven (en 2011), heredero del afamado Manuel Contreras, de la dinastía de José Ramírez, de España, con la que Rodrigo Nefthalí grabó las obras de la época de la guitarra moderna: Pujol y Llobet.




“La segunda es una guitarra de la laudera mexicana Verónica Ayala, copia fiel de una Stauffer Legnani construida en 1830, sin barras de abanico interno, lo cual proporciona una sonoridad típica del siglo XIX. Con instrumentos de este tipo, Fernando Sor trabajó por mucho tiempo”.




Estas características, concluyó García, “hacen del disco un registro fonográfico con cualidades únicas en las que pueden descubrirse nuevos detalles en cada audición”.