LA LAPIDARIA DEL TEMPLO MAYOR, UN VIAJE LÍTICO POR TENOCHTITLAN
La presentación del ejemplar estuvo a cargo de Eduardo Matos Moctezuma, Adrián Velázquez Castro y el autor
Académicos, arqueólogos y entusiastas de la historia se reunieron en el Auditorio Eduardo Matos Moctezuma, del Museo del Templo Mayor, para la presentación del libro La lapidaria del Templo Mayor. Estilos y tradiciones tecnológicas, de Emiliano Ricardo Melgar Tísoc, una investigación que representa 21 años de trabajo centrado en el estudio de casi diez mil objetos lapidarios hallados en ofrendas del recinto principal de la capital tenochca.
Acompañado por el investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Eduardo Matos Moctezuma y del investigador del INAH Adrián Velázquez Castro, el autor expuso que con la publicación propone una mirada integral para descifrar los secretos que aún guardan las piedras labradas de Tenochtitlan.
El ejemplar, distinguido con el Premio INAH 2024 a la Mejor Investigación en Arqueología, se adentra en el universo de las piedras trabajadas –la lapidaria– como evidencia de tradiciones tecnológicas, simbolismos religiosos y redes de intercambio mesoamericanas.
A través de técnicas como la arqueología experimental y la traceología (análisis de las huellas microscópicas que deja el proceso de fabricación), Melgar Tísoc reconstruyó cómo se elaboraron los objetos y dónde, por quiénes y con qué intenciones culturales.
Durante su intervención, Adrián Velázquez subrayó que el libro es un resultado muy importante, pues el autor “no solo hizo una investigación arqueológica profunda, sino también documental, en fuentes históricas, para entender quiénes eran los lapidarios”.
Los artesanos, dijo, “tenían el corazón endiosado” y eran considerados portadores de un don espiritual, pues “los dioses se manifestaban a través de ellos. No eran meros talladores, sino intérpretes sagrados que trabajaban bajo reglas de abstinencia, ayuno y ritual”.
A su vez, Matos Moctezuma destacó el giro que la obra representa frente a los antiguos enfoques de la arqueología mesoamericana: “Cuando estudiaba en los años sesenta, todo lo que fuera piedra se catalogaba como ‘piedras verdes’ y se mandaba al fondo del cajón. Hoy, gracias a investigaciones como esta, sabemos que hay una gran variedad geológica, tecnológica y simbólica en cada uno de esos objetos”.
Subrayó que “la lítica mesoamericana comienza a tener hoy el mismo nivel de atención que la cerámica, que por décadas acaparó los estudios”.
Referente para futuras investigaciones, “es un parteaguas”, dijo Matos Moctezuma porque “abre una veta metodológica, conceptual y técnica que otros podrán seguir. Y lo hace desde la evidencia, sin temerle a los debates académicos. Incluso cuestiona a vacas sagradas, pero lo hace con argumentos sólidos y rigor”, bromeó.
Aportes para el estudio de la historia
Una de las aportaciones del libro es la definición, con base en huellas de manufactura, de un “estilo tenochca” en la lapidaria; al respecto, Melgar explicó que por mucho tiempo se asumía que la mayoría de los objetos hallados en el Templo Mayor eran tributos o piezas traídas de otras regiones. Sin embargo, los análisis demuestran que muchas de dichas piezas, aunque simulan estilos mixtecos, olmecas o teotihuacanos, fueron manufacturadas en Tenochtitlan.
“No eran simples imitaciones, eran recreaciones hechas con fines específicos, desde una lógica imperial”, agregó el autor del libro.
Para llegar a estos resultados, el investigador analizó objetos de seis estilos diferentes (olmeca, mezcala, teotihuacano, maya, mixteco y azteca/mexica), en cinco tipos de piedra (obsidiana, travertino, turquesa, mármol y piedra verde) y con la utilización de tres niveles de observación: a simple vista, con microscopios de bajo aumento y con microscopía electrónica de barrido.
Finalmente, Melgar compartió que la publicación era una deuda que tenía con el Museo del Templo Mayor, su casa académica desde hace más de dos décadas. “Entré el 16 de marzo de 2004, hace exactamente 21 años. Esta investigación es la mitad de mi vida. Si bien publiqué artículos y curé exposiciones, hacía falta reunir todo en un solo volumen robusto”.
La lapidaria del Templo Mayor. Estilos y tradiciones tecnológicas está disponible en versión física con precio especial de lanzamiento, así como en acceso libre a través de la Mediateca del INAH.
VEC
PIE DE FOTOS: Con la publicación, el autor propone una mirada integral para descifrar los secretos que aún guardan las piedras labradas de Tenochtitlan.
Fotografías: Abraham Goldsmith / Secretaría de Cultura