La clave para lograr envases ecológicos
Por: Shoshana Kranish, Gerente Sénior de Comunicaciones del equipo de Publicaciones Corporativas de Dassault Systèmes.
Los consumidores se preocupan mucho por la sostenibilidad. Desde los coches que conducen hasta la ropa que compran, existe una tendencia a comprar productos teniendo en cuenta el medio ambiente. Esto se extiende a todos los aspectos de la industria minorista y de bienes de consumo envasados.
En particular, en lo que respecta al embalaje sostenible, los compradores tienen opiniones diversas.
Un estudio de 2019 reveló que más del 80 % de los compradores del Reino Unido intentaban comprar menos productos envueltos en plástico, considerándolos una forma derrochadora de comprar. Más del 60 % de los consumidores estaban dispuestos a pagar más por productos con embalaje sostenible, según un estudio de McKinsey de 2020.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), una de las principales limitaciones en el país es la escasa educación sobre el manejo y reciclaje adecuado de los envases, organismo que destaca dos grandes preocupaciones para el futuro del sector: La necesidad de fortalecer la colaboración, coordinación e implementación efectiva de iniciativas de ecodiseño entre todos los actores de la industria y la urgencia de incorporar innovaciones tecnológicas en los procesos de embalaje del sector alimentario, con el objetivo de acelerar la adopción de empaques sostenibles.
Aproximadamente el 80% del impacto ambiental de los envases se determina durante su etapa de diseño, la industria de alimentos y bebidas en México enfrenta importantes retos para crear empaques reciclables y promover un modelo de economía circular.
Este enfoque holístico y con visión de futuro crea un camino hacia un futuro más sostenible donde los materiales valiosos vuelvan continuamente a la producción y los entornos urbanos se conviertan en algo más que fuentes de consumo, sino en centros de recuperación sostenible de recursos.
La importancia de un embalaje sostenible
Para que un producto llegue a manos del consumidor, desde su concepción hasta su venta, se requieren aproximadamente 1001 pasos (a veces más). Desde algo tan simple como un lápiz hasta algo tan complejo como un mueble de cocina a medida, se requiere mucho para preparar un producto para el mercado, y el diseño de su embalaje también puede serlo.
Es crucial que las bolsas, botellas y cajas en las que se presentan los productos sean duraderas, funcionales y sostenibles.
Cada vez más, las empresas del sector de bienes de consumo envasados y minoristas priorizan la creación de embalajes resistentes y respetuosos con el medio ambiente, y utilizan la tecnología para lograrlo. Al igual que con el diseño de productos, el uso de herramientas como software de modelado y gemelos virtuales puede marcar una gran diferencia en la capacidad de una empresa para comercializar rápidamente un producto de calidad.
Incorporando tecnología a la mezcla
Apoyándose en el uso de inteligencia artificial, Coca-Cola anunció recientemente el lanzamiento de su bebida de edición limitada Y3000, cuya receta y envase fueron creados mediante IA.
Al igual que la incursión de Coca-Cola en la IA, de fácil acceso para el consumidor, representa un enfoque novedoso para integrar tecnología en un producto que no solemos considerar tecnológico, PepsiCo también utiliza la tecnología para aumentar la durabilidad del envase de sus productos.
La compañía buscaba una forma sostenible de garantizar que el envase de sus productos no se dañara durante el envío ni en el lineal del supermercado. Recurrieron a la tecnología —y a Dassault Systèmes— para lograrlo.
PepsiCo sigue un "Principio Virtual Primero" en su proceso de desarrollo y fabricación, realizando pruebas virtuales antes de producir prototipos físicos. Utilizar la solución Abaqus de SIMULA les ayudó a ahorrar más de un millón de dólares (952.000 euros), según la Dra. Ellie Vineyard, ingeniera principal asociada de PepsiCo. Utilizaron Abaqus para realizar diferentes simulaciones para recopilar la información necesaria para diseñar el espesor correcto del plástico de una botella y luego, más adelante en el proceso, realizaron más simulaciones para evaluar el rendimiento y optimizar en consecuencia. Utilizando tecnología de diseño y simulación, la empresa pudo producir un resultado superior sin crear desperdicios en el camino, ahorrándoles tiempo, dinero y producto.
¿Cómo encaja la sostenibilidad en este contexto?
Si has recorrido los pasillos de tu supermercado local, probablemente te hayas fijado en un producto envasado en una caja, bolsa o botella de Amcor. Desde botellas de kétchup hasta latas de café, la empresa participa en todos los aspectos del mercado.
La empresa, una potencia mundial en el sector del embalaje, lleva más de 15 años utilizando gemelos virtuales para crear plástico de forma sostenible. Al crear prototipos virtuales de sus productos con Abaqus, ha logrado producir plásticos más ligeros que son igual de duraderos que sus homólogos más pesados. Al diseñar plásticos hechos con, bueno, menos plástico, Amcor crea la misma cantidad de productos de calidad, pero con menos residuos.
Iniciativas como estas de Amcor, Coca-Cola y PepsiCo demuestran que comprenden los intereses y expectativas de sus clientes en cuanto a envases sostenibles.
Las empresas tienen todas las razones para trabajar en la implementación de envases sostenibles en sus prácticas, y con soluciones como los programas de diseño de gemelos virtuales, también cuentan con los recursos para hacerlo. Si bien no solemos pensar en la tecnología como parte esencial de la receta de los productos que compramos, desempeña un papel fundamental para que esos productos lleguen desde su concepción hasta nuestros carritos de compra.
Diseñar envases sostenibles que sean funcionales, duraderos y reconocibles es un reto para los fabricantes, pero no es algo insalvable, especialmente cuando se aprovecha la tecnología. Implementar herramientas como la IA y los gemelos virtuales puede ayudar a las empresas a innovar más rápido, mantenerse a la vanguardia de la competencia y crear envases sostenibles para todo tipo de productos. En definitiva, es lo que quieren los consumidores.