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Museos 2015-09-01 14:10

La Galería José María Velasco llega a sus 64 años cada vez más revitalizada...

La Galería José María Velasco llega a sus 64 años cada vez más revitalizada y como un espacio artístico incluyente




El recinto ubicado en Tepito busca diversificar aún más sus propuestas para llegar a un público más amplio




La Galería José María Velasco (GJMV) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) no es una institución vertical con respecto a su relación con Tepito –donde se ubica–, sino que es un espacio incluyente que ha buscado aquellos aspectos que el barrio puede aportar para el resto de la sociedad en materia de arte y cultura.




Lo anterior fue expresado en entrevista por Alfredo Matus, director de la GJMV, al hablar acerca de lo logros y retos del recinto en el marco de su próximo 64º aniversario, que se cumplirá el 7 de septiembre, pero el cual será celebrado a partir del 19 de este mes con un proyecto documental.




“La Galería llega a este aniversario cada vez más revitalizada. Se ha logrado posicionar de mejor forma dentro del escenario de los recintos culturales en la ciudad, fiel a su vocación sobre el tipo de artistas que exhibe y en la formación de nuevos públicos para el arte, dado el contexto en el que nos encontramos: el barrio de Tepito y La Lagunilla”.




De acuerdo al director, para fortalecer su relación con la comunidad circundante se ha desarrollado una serie de actividades no necesariamente con un enfoque en las artes visuales: “Encontramos que con propuestas más dinámicas podríamos atrapar a la población del entorno. Nos enfocamos en ciertos sectores, como el infantil, con el cual se trabaja desde las artes escénicas: danza aérea, teatro, pantomima y demás disciplinas para atrapar su curiosidad.




“Otro aspecto que consideramos preponderante es nuestro vínculo con los adultos. Por ello se pensó en el diplomado en albures para nuestra programación. Para muchos sonaba como un acto de cinismo e incoherencia, pero se ha ido forjando una legitimidad de que el albur es parte del patrimonio cultural intangible de nuestra sociedad, al cual debe considerársele en ese sentido, como lo han hecho los alumnos que asisten al diplomado, que son desde lingüistas, antropólogos y sociólogos, hasta mujeres, sector que ha quedado excluido de este ejercicio del habla.




“Ahí hay una inversión, y en ese sentido tratamos de ser incluyentes, lo cual a veces se deja de lado, pues hay instituciones que llevan a cabo programas ambiciosos sobre enseñanza del grabado, el video o el diseño, pero sin permitir que las comunidades propongan proyectos relacionados con su identidad y su cultura”, refirió Matus.




Diversificar propuestas




“Muchos de nuestros proyectos no son particularmente dirigidos a la comunidad del barrio, sino que hemos buscado trabajar con poblaciones concretas, como artistas urbanos o recién egresados de las escuelas de arte. Comenzamos a desarrollar un programa con reclusorios y comunidades específicas interesadas en expresiones como la cultura del tatuaje”.




Alfredo Matus adelantó que el recinto está por iniciar un taller de oralidad: “Hemos detectado que la memoria y la nostalgia tienen un papel fundamental en la comunidad del barrio, por lo que creemos que la narración oral es el punto para el desarrollo de anécdotas de modo profesional que pueda permitir a las personas del barrio volverse actores y escritores de sus historias, como una especie de performers de la vida del barrio”.




Entre los retos más apremiantes de la Galería, el director consideró que se encuentra situarla dentro del imaginario colectivo y de ubicación espacial, para que el público la visite sin temor y desde una visión incluyente. Al respecto, subrayó el interés de continuar programando actividades para diversos tipos de público.




“Este espacio podría ser más visitado si se logra quitar ese estigma de que es peligroso rondar por aquí. Tenemos un acuerdo con la delegación Cuauhtémoc, dentro del cual trabajamos en conjunto y reunimos a un grupo de vecinos para que conozcan el espacio y las actividades que realiza la Galería.




“Entre los proyectos que continúan está establecer enlaces con los estados de la Republica. Este año trabajamos con artistas urbanos de Querétaro y Ciudad Juárez, y próximamente haremos una colaboración con creadores de San Luis Potosí. Queremos romper con ese cerco centralizador, ser un foco difusor y acoger propuestas interesantes de otras entidades, para que los ciudadanos de esta capital las conozcan”.




Para conmemorar el 64º aniversario de la GJMV, su titular señaló que se eligió el 19 de septiembre para que coincida con el 30º aniversario del terremoto de 1985.




“Abriremos ese día una exposición documental que ejemplifica nuestra vocación. Es una muestra de un grupo de la colonia Guerrero que fue modelo en transparencia y organización en la realización de viviendas de autoconstrucción.




“Presentaremos tanto fotografías como planos y entrevistas de personas que no solo obtuvieron su casa después del sismo, sino que demostraron que podían, de modo independiente y autogestivo, ser una asociación.




“Más que conmemorar el luto, celebraremos la fuerza. Es por ello que esta exposición se volverá emblemática de la visión y la misión de la Galería y del enlace que tenemos con comunidades específicas y barriales”. Concluyó Alfredo Matus.




Asimismo, se impartirá el diplomado en albures, del 22 de septiembre al 13 de octubre; el proyecto Giros y malabares para niños, a partir del 26 de septiembre, y el taller de artes escénicas para adolescentes, desde el 27 del mismo mes.




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