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Museos 2015-10-01 18:19

Dedican talleres a Polinesia y la antigua Grecia en el Museo Nacional de las Culturas

Dedican talleres a Polinesia y la antigua Grecia

en el Museo Nacional de las Culturas



Las sesiones se realizarán los sábados 3, 10, 17, 24 y 31 de octubre, de 12:00 a 14:00 horas, en el recinto de Moneda 13, Centro Histórico



El valor de los tatuajes en la Isla de Pascua y la manera en que aprendían los niños en las escuelas de la antigua Mesopotamia y Grecia son los temas que abordarán en los talleres del Museo Nacional de las Culturas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los sábados 3, 10, 17, 24 y 31 de octubre, de 12:00 a 14:00 horas.



El personal de Comunicación Educativa del recinto impartirá el taller Takona: El tatuaje Rapa Nui los días 3 y 17 de octubre. Durante la sesión los participantes conocerán el significado ritual que los rapanui le dan a esta práctica, además podrán realizarse un tatuaje temporal de manera gratuita.



“El tatuaje y la pintura corporal aún son expresiones culturales vigentes de los habitantes de Rapa Nui que están ligadas a los pueblos polinesios, quienes adornan su cuerpo con diseños que encierran diferentes significados, de eso hablaremos en el taller”, comentó en entrevista la historiadora Laura López Zetina, asesora educativa del museo.



Los rapanui utilizan elementos de la tierra para crear una gama de colores, predominan los tonos amarillos y cafés, el negro generalmente lo obtienen del carbón, después los mezclan con el zumo de algunos frutos que se dan en la isla, los mezclan y hacen tintas, el proceso es un poco parecido como lo hacen en el amazonas, comentó López.



La historiadora dijo que actualmente algunos rapanui ocupan para realizarse tatuajes permanentes agujas hechas con huesos de animales y un pequeño martillo de madera, “es un prueba de valor porque va sin anestesia y mediante la punción de la epidermis se va aplicando la tinta”.



Los tatuajes son de gran importancia en ritos de paso o de iniciación como cuando un adolescente pasa de niño a hombre o cuando los chamanes se inician como tatuadores, lo hacen después de haber sido preparados por mucho tiempo para esa labor, debido a que se ocupan símbolos sagrados, como el mana, que es un poder sobrenatural, conferido únicamente al chamán.



Algunas tribus rapanui utilizan los mismos símbolos para sus tatuajes, estos son una herencia transmitida a sus descendientes de generación en generación, una marca de cultura que pasa de familia en familia, generalmente estos símbolos se tatúan en la barbilla, una práctica común entre pueblos polinesios.



El 10 y 24 octubre se realizará el taller Edubba: la casa de las tablillas, donde el público conocerá como fue la educación de Mesopotamia, lugar donde nacieron las primeras escuelas y el primer sistema educativo de todo el mundo, que data de 3 mil 500 años antes de nuestra era.



Esto sucedió en Uruk, una de las primeras ciudades sumerias, en ese tiempo los niños utilizaban como cuadernos tablillas de barro en las que trazaban signos que hoy conocemos como escritura cuneiforme, que es un sistema hecho a base de cuñas.



“En este lugar se encontraron una gran cantidad de tablillas con signos que se presume eran ejercicios escolares. En el taller vamos a leer un texto que cuenta cómo los niños se preparaban para ir a la escuela, como sucede en la actualidad”, comentó López.



En Mesopotamia tenían dos niveles escolares, en el primero la formación era básica, aprendían a leer y a escribir; en el segundo se preparaban de manera más ardua para ser escribas, “en el taller vamos a elaborar un punzón y a reproducir algunos símbolos de esta escritura”, mencionó la asesora.



Las tabillas que fueron hechas de barro se consideran los primeros libros de la antigüedad, desde entonces existen las bibliotecas, pues afortunadamente se conservó una importante cantidad de estos materiales.



Son prueba documental de la existencia de los primeros centros educativos, y aunque en un principio sólo se adiestraba a gobernantes y sacerdotes con el tiempo esta práctica se secularizó. Estas escuelas formaban astrólogos, matemáticos y cirujanos que tenían conocimiento científico del cuerpo humano pero lo relacionaban con los astros.



Por otra parte, en el taller Paideia griega, que se efectuará el 31 de octubre, los asesores de Comunicación Educativa explicarán cómo era el sistema educativo en Grecia en la antigüedad. En la sesión se elaborará un templo griego con ingeniería de papel y escribirán algunos textos a partir del alfabeto griego.



Respecto a cómo educaban a los niños en Grecia, López Zetina comentó que para los atenienses era muy importante formar a los individuos tomando en cuenta un modelo ideal que implicaba el desarrollo físico, intelectual y moral del ser humano.



Agregó: “los niños atenienses de 0 a 6 años permanecían con la madre en el gineceo, una estancia de las antiguas casa griegas que solo habitaban mujeres para la crianza con sus hijos”.



Después de cumplir seis años el menor pasaba a un tutor, que era el encargado de formarlo hasta los 18 años. Los padres pagaban a los maestros la educación que se impartía a sus hijos. El sistema escolar les enseñaba a leer y a escribir, también materias como aritmética, geometría, filosofía, poesía e historia, consideradas éstas últimas como artes.



También se les proporcionaba educación física, pues se pretendía formar seres humanos muy completos con valores. Para ello se auxiliaban de la literatura, sus libros de texto eran la Ilíada y la Odisea, en los cuales se exaltaba la “virtud”, que es conocida entre los atenienses como la aréte, con esto se les impulsaba a tener los valores más altos como ciudadanos.



La situación de los niños espartanos era muy diferente, pues desde los seis años el Estado se hacía cargo completamente de su educación, con el propósito de formar guerreros, desde pequeños eran separados de sus casas y eran ingresados en una escuela internado en la que estaban a cargo de sus maestros para que aprendieran el arte de la guerra.



En estas escuelas se le enseñaba a tener resistencia y eran sometidos a pruebas muy duras, incluso se les daba poco alimento para que desarrollaran astucia y buscarán conseguirlo por sus propios medios.



Se les enseñaba pugilismo, manejo de armas, estrategia de guerra, resistencia física, emocional, espiritual y a los ocho años les ponían una prueba de valor: los abandonaban en el bosque, solos, sin comida ni abrigo y ellos tenían que resistir y adaptarse al medio. Con ello pretendían inculcarles fuerza, valor, astucia, destreza, agilidad, perspicacia, inteligencia y estrategia militar.



Los talleres sabatinos se realizarán los sábados 3, 10, 17, 24 y 31 de octubre, de 12:00 a 14:00 horas, en el Museo Nacional de las Culturas ubicado en la calle de Moneda 13, Centro Histórico. Entrada gratuita. Cupo limitado a 25 lugares. Se recomienda llegar 15 minutos antes de la cita. Más información en Comunicación Educativa, teléfono: 5542-0422 /1097/ 0165, ext. 116, o al correo: talleresmnc@gmail.com

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