En Xochimilco
El INAH entrega las pinturas restauradas del retablo de San
Bernardino de Siena
· La restauración de las ocho pinturas sobre tabla y dos lienzos sobre tela requirió 2 millones 800
mil pesos
· Durante un año las obras fueron intervenidas en la Coordinación Nacional de Conservación del
Patrimonio Cultural
Tras un año de trabajos, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
entregaron formalmente las obras pictóricas restauradas del retablo principal del Templo del San
Bernardino de Siena a la comunidad de Xochimilco. Se trata de ocho pinturas sobre tabla atribuidas a
Baltazar Echave Orio y dos lienzos sobre tela anónimos del siglo XVII.
Asimismo, se inauguró una muestra fotográfica sobre las obras intervenidas, en la que se
aprecian los pormenores del proceso de restauración realizado por especialistas de la Coordinación
Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).
Durante la ceremonia de entrega, que se realizó este martes, la titular de la CNCPC, Liliana
Giorguli, mencionó que México cuenta con un merecido reconocimiento internacional por sus acertados
esfuerzos en la defensa y la conservación de su legado patrimonial paleontológico, arqueológico,
histórico y artístico.
Explicó que en el caso de los trabajos de conservación y restauración de las obras del Templo de
San Bernardino de Siena, en Xochimilco —que se concluyeron en días pasados—, el INAH realizó una
inversión de aproximadamente 2 millones ochocientos mil pesos, que incluyó el pago de salarios de
restauradores, químicos, fotógrafos y demás personal requerido para el trabajo interdisciplinar; la
adquisición de materiales y el pago de servicios necesarios para su conservación.
Giorguli Chávez dijo que se puede constatar el aumento en la toma de conciencia de la
ciudadanía, en el sentido de que todos somos custodios de nuestro patrimonio y debemos intensificar su
cuidado y permanencia para beneficio de las generaciones futuras.
Las actividades de restauración iniciadas en enero de 2015 se centraron en retomar los trabajos
de limpieza y reintegración cromática de las pinturas, además de desarrollar estudios para la
caracterización de los materiales constitutivos, la técnica de factura y el estado de conservación de las
obras.
“Los estudios permitieron comprender los deterioros y las alteraciones de las piezas que se
habían acumulado a lo largo de sus ya cuatrocientos años de existencia; y a partir de ese conocimiento,
se establecieron los tratamientos de restauración y los niveles de intervención necesarios para lograr la
estabilidad material de las pinturas y con ello poner en valor sus cualidades pictóricas, simbólicas,
históricas y sociales”, apuntó la especialista.
En la ceremonia, que contó con la presencia de la comunidad, estuvieron presentes Andrés
Vargas, obispo de la octava vicaría de la arquidiócesis de México, quien agradeció el trabajo; Avelino
Méndez, delegado de Xochimilco; el presbítero Salvador González Morales, administrador parroquial
del templo, y Verónica Jiménez, representante del comité coadyuvante con el INAH.
Verónica Jiménez, integrante de Comisión para la Conservación de la Parroquia y Ex Convento
de San Bernardino de Siena, Xochimilco, organismo coadyuvante del INAH, agradeció al Instituto
porque hizo posible que las piezas recobraran su belleza, así como a los restauradores que durante el
tiempo que las pinturas permanecieron en la coordinación les permitieron visitarlas en 16 ocasiones y
constatar todos los procesos de intervención.
Las pinturas sobre tabla, con un peso aproximado de 300 kilos y dimensiones de 2.75 m de alto x
1.75 m de ancho, narran la vida de Jesús y la Virgen María, y están dispuestas en las dos calles laterales
del retablo. Del lado izquierdo se aprecian La Ascensión de Cristo, La Resurrección, La Circuncisión
del Niño Jesús y La Anunciación, y remata en lo alto el lienzo de María Magdalena, que mide 59 cm de
alto por 92 cm de ancho).
En la calle lateral derecha se muestran los pasajes de La Asunción de la Virgen, Pentecostés, La
adoración de los Reyes Magos y La adoración de los pastores, y en lo alto de la calle la pintura sobre
tela de Santa María Egipcia, cuyas dimensiones son de 59 cm de alto por 92 cm de ancho.
El restaurador Nathael Cano, adscrito a la CNCPC, señaló que el retablo tiene una clara
influencia renacentista, con un orden clásico y una distribución reticular de cajas equilibradas que
permiten una lectura clara de la pintura y de las esculturas.
La exposición estará un mes en el atrio del templo; la integran 10 imágenes de gran formato de
las obras ya restauradas e igual número de cédulas que dan cuenta del proceso de intervención de las
pinturas del siglo XVII.