Charlas de cinefilia del Centro de Documentación
En la Cineteca analizan discurso amoroso en las películas de la
Época de oro
ï‚· El melodrama fue la educación emocional de más de una
generación: Andrés Foglia Ortegate
En Colombia es casi imposible pensar que un presidente no sea
católico o no tenga una familia nuclear —mamá, papá e hijos—, y así
hay varias situaciones que definen a los cuerpos emocionales que
actúan como sujetos políticos en un espacio de representación social,
aseguró Andrés Foglia Ortegate durante la charla Vivir y morir por los
cuerpos que llamamos Amor: una aproximación crítica a la razón del
Yo enamorado en la Edad de oro del cine mexicano, que se llevó a
cabo en la Sala 4, Arcady Boytler.
Organizada por el Centro de Documentación de la Cineteca
Nacional y la Asociación de Análisis y Teoría Cinematográfica
(Sepancine), la conferencia del magister en Investigación en prácticas
artísticas y visuales partió del análisis de ciertas características en el
cine mexicano de aquel periodo, como sus temas y personajes
femeninos, para establecer la forma en que el discurso amoroso
influye los modos de actuar en sociedad.
De acuerdo con el artista plástico, el melodrama fílmico
mexicano que predominó desde los años treinta hasta los cincuenta,
tanto en sus versiones ranchera, indigenista o urbanista, fue la
educación emocional de más de una generación. “Bajo el lema de ‘el
amor lo puede todo’, se consolidaron modelos y conductas para la vida
emocional y social”, aseguró.
El profesor colombiano identificó una transición psicológica en
las representaciones melodramáticas del cine mexicano: los
personajes y sus conflictos internos pasaron de exponer ideas propias
de la moral judeo-cristiana, como el recato o el amor pecaminoso, a
una temática fundamentada en la creciente popularidad del
psicoanálisis, a la que el ponente denominó como “razón emocional”.
Esta razón emocional quedó consolidada en la formación de
arquetipos del amor (la figura del matrimonio como sociedad natural, el
amor-sacrificio o los tipos patológicos como “la loca”, “el marica”, “la
bandida”, etcétera), así como en la purga terapéutica que el público
mexicano encontraba en el cine.
Entre los arquetipos más destacados, Foglia enunció seis
femeninos que se distinguen por representar dos conceptos
contrastantes con la masculinidad de los protagonistas: la inferioridad
y el peligro. La figura de la madre, la hermana, la esposa y la novia,
ilustran la inferioridad; “la mala” o la prostituta representan el peligro y
la amante combina las dos ideas.
Sin embargo, también expuso ejemplos que rompen con estas
convenciones, como la mayoría de los personajes de María Félix
(interpretación que en la charla fue ejemplificada con un fragmento de
Doña Diabla, Tito Davison, 1950) o Ninón Sevilla en Aventurera
(Alberto Gout, 1950), quienes se separaron del ideal femenino
hegemónico por su fiereza y rebelión sexual.
Las Charlas de cinefilia del Centro de Documentación
continuarán el miércoles 4 de mayo con la conferencia de David
Maciel: La reconquista cinematográfica: Los orígenes, desarrollo y
futuro del cine chicano, que tendrá lugar en la Sala 4, a las 18:00
horas.
RGY