Recuerdan a Guillermina Bravo a casi un año y medio de su fallecimiento
ï‚· Se presentó el libro Guillermina Bravo. Testimonial, editado
por Cenidi Danza
ï‚· La llamada Bruja de la Danza fue precursora de la danza
contemporánea en México
A casi un año y medio de su fallecimiento, la figura de Guillermina
Bravo (Chacaltianguis, Veracruz, 13 de noviembre de 1920 - Santiago
de Querétaro, Querétaro, 6 de noviembre de 2013) , precursora de la
danza contemporánea en México, fue recordada por amigos, colegas
y personajes de la cultura, la noche de este jueves 16 de abril en la
Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a través de un
Conversatorio y la presentación del libro Guillermina Bravo.
Testimonial.
Elizabeth Cámara, directora del Cenidi Danza destacó que la
publicación editada por el Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información de la Danza José Limón del INBA,
reúne 14 entrevistas, notas y documentos sobre Guillermina Bravo,
además de la memoria visual de la vida del Ballet Nacional, del cual la
coreógrafa, maestra y artista fue fundadora.
“Gracias a ella y su tenacidad y amor por el cuerpo, existe hoy la
danza que tenemos en México. Le debemos la creación de la danza
contemporánea. Su segundo aporte fue transformar la danza moderna
con tema nacionalista hasta llegar a la danza abstracta para hablar de
la realidad de México. Tenía interés en indagar el comportamiento
humano con todas sus pasiones”, consideró la bailarina Rossana
Filomarino.en el Conversatorio y compartieron con los asistentes anécdotas y
experiencias al lado de la ganadora del Premio Nacional Ciencias y
Artes en el área de Bellas Artes 1979.
Lucio Sánchez Bravo, hijo de la llamada Bruja de la Danza,
aprovechó la ocasión para hacer entrega de seis DVD’s que contienen
18 danzas y fragmentos de obras de Guillermina Bravo a Saúl Juárez,
quien acudió en representación de Rafael Tovar y de Teresa,
presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
(Conaculta), con el fin de que los videos sean revisados y se analice
cuáles ameritan ser restaurados.
Aseguró que a pesar de que su madre sostuvo que la danza era
efímera y no necesitaba ser registrada, finalmente cambió de opinión y
desde 2006 se empredió la labor de rescatar sus obras con el fin de
que las nuevas generaciones conocieran su legado, por lo que se
inició el respaldo digital de programas de mano, fotografías y
materiales visuales.
El músico Mario Lavista, quien tuvo la oportunidad de acompañar
como intérprete a Guillermina Bravo en presentaciones del Ballet
Nacional, señaló que su propuesta de una nueva articulación en el
movimiento del cuerpo, también se reflejó en la música y la literatura
de la década de los sesenta del siglo pasado.
“Fue una revelación y una confirmación de que no estábamos
mal en lo que se empezaba a experimentar en la música con un
movimiento alterno al nacionalismo y que detonó una tendencia
vanguardista”.
En cuanto a los vasos comunicantes que Guillermina Bravo
sostuvo con el teatro, el director de la Compañía Nacional de Teatro,
Luis de Tavira, la describió como una alquimista prodigiosa para quien
la idea no podía nacer separada del movimiento.
También subrayó la importancia de su papel como gestora
cultural y su compromiso pedagógico al formar a nuevas generaciones
de bailarines.
Guillermo Baclay, Federico Castro, Luis Fandiño, Rosenda
Monteros, Orlando Scheker e Ignacio Toscano, también participaron
Al término de la charla moderada por Jorge S. Gutiérrez,
subdirector general de Educación e Investigación Artísticas del
Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se proyectó un video con la
semblanza de Guillermina Bravo (1920-2013), fundadora y codirectora
de la Academia de Danza Mexicana y del Ballet Nacional de México.
CGP