Llega a Xochicalco el “universo maravilloso” de las conchas y caracoles
* La muestra Conchas y caracoles, ese universo maravilloso se compone de 43 fotografías que
dan cuenta del amplio uso de estos materiales por las culturas prehispánicas
* Los pueblos mesoamericanos trabajaron la concha con gran perfección y sentido estético:
antropóloga Lourdes Suárez
Usada por casi todas las culturas antiguas del mundo, muy pocas trabajaron la concha con la
perfección que alcanzaron los pueblos mesoamericanos, comentó la antropóloga Lourdes Suárez.
Dedicada desde hace más de 50 años al estudio de las conchas y caracoles, la investigadora presenta
en el Museo de Sitio de Xochicalco, en Morelos, una serie de imágenes de gran formato que dan
cuenta del amplio uso de estos materiales con fines sagrados que les daban las culturas
prehispánicas.
Pionera a nivel internacional en el estudio del material conquiológico y malacológico, la
investigadora emérita del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) coordinó la
investigación para el montaje de esta muestra que se ha presentado en varios museos del país desde
hace más de una década.
La exposición Conchas y caracoles, ese universo maravilloso, compuesta por 43 fotografías
a color de Martha Alicia López Díaz, resalta el sentido mítico que los pueblos prehispánicos le
otorgaron a estos moluscos, que debido a su procedencia (el agua, vital para el desarrollo de la vida
humana) les conferían valores mágicos y sobrenaturales derivados de su imagen.
Imágenes de ornamentos, como collares de cuentas, pendientes, brazaletes, orejeras,
narigueras e incrustaciones, elaborados por diversas culturas mesoamericanas, forman parte de la
muestra, que también permite admirar pectorales decorados en altorrelieve y otros objetos sobre los
cuales se aplicaron distintas y variadas técnicas.
Éstos tenían, además de una función suntuaria, un simbolismo religioso, pues se portaban en
relación con las características de ciertas deidades, explicó la especialista. “Es un material muy
hermoso y significativo, de una profundidad muy grande, pero poco apreciado por la gente que
acude a los museos debido a que es pequeño”.
Sin embargo, subrayó que las sociedades mesoamericanas desarrollaron técnicas
extraordinarias para el trabajo de la concha, que también revela un sentido estético y encierra un
significado religioso y cósmico, en tanto que representa las estrellas del universo.
Comentó que donde ha encontrado mayor variedad de piezas y técnicas es en Guerrero, el
centro de México, y en las regiones maya y huasteca, pero particularmente en el norte, en Casas
Grandes, Chihuahua, donde el Museo de las Culturas del Norte resguarda un millón de objetos de
concha.
“Mis alumnos tienen un taller en el Museo del Templo Mayor en donde reproducen los
objetos en conchas actuales, pero utilizando las técnicas antiguas para poder estudiar y comprobar
cómo se trabajaron estos materiales. El taller es dirigido por Adrián Velázquez (quien fue alumno
de Lourdes Suárez), de tal manera que ya hay tres generaciones de investigadores de conchas y
caracoles”.
Consultada con frecuencia por especialistas de distintos países para solicitar su opinión y
asesoría, la antropóloga adscrita a la Dirección de Etnohistoria es autora de textos como Conchas y
caracoles. Ese universo maravilloso; Ecos del pasado coordinado junto con Adrián Velásquez, y La
joyería de concha de los dioses mexica, estudio de los abalorios de concha en los códices
prehispánicos.
Lourdes Suárez recordó que inicialmente, la exposición se integraba de piezas arqueológicas
con elementos de conchas o caracoles, y se presentó en varias ciudades del país, e incluso en Nueva
York y Washington, en Estados Unidos. “Teníamos objetos de los museos Nacional de
Antropología y del Templo Mayor, del Instituto Smithsoniano y de otros estados del país”.
Sin embargo, trasladarlos resultaba muy costoso y arriesgado, por lo que se decidió
fotografiarlos y exhibir las imágenes en diversas exposiciones. Actualmente se tiene un acervo de
200 fotografías.
La primera muestra gráfica se presentó en 2012, en Tepic, Nayarit, y a partir de entonces ha
itinerado por diversas ciudades, como Torreón, León, Tlaxcala, Guanajuato, Veracruz, Toluca,
Chilpancingo, Acapulco, Taxco, entre otras. De acuerdo con el espacio, se selecciona el número de
imágenes a exhibir, las cuales también retratan algunos códices donde aparecen dioses ataviados
con ornamentos de conchas.
El año pasado se presentó en el Palacio Postal, donde fue visitada por más de 8 mil
personas, y ahora permanecerá durante tres meses en el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de
Xochicalco, que se localiza en la Carretera Federal Xochicalco-Tetlama s/n, en Miacatlán, Morelos.
El acceso a la exposición es con el boleto de ingreso al sitio.