El estadounidense Jay Friedman dirigirá a la Orquesta Sinfónica Nacional en un programa que destaca las secciones de aliento-metal





o Con la participación del guatemalteco Oto Carrillo como cornista principal invitado y del trompetista norteamericano Chris Martin



o El viernes 10 de junio a las 20:00 y el domingo 12 a las 12:15 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes





Tres de las obras más importantes de la historia de la música que contienen partes fundamentales dedicadas a la sección de metales, interpretará la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) en su programa 13 de la temporada 2016, bajo la batuta de un experto en metales: el trombonista y director de orquesta estadounidense Jay Friedman.



Con la participación del guatemalteco Oto Carrillo como cornista principal invitado y del norteamericano Chris Martin en la trompeta, la OSN interpretará la obertura de la ópera El rapto del serrallo, K. 384, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791); Concierto para trompeta y orquesta en mi bemol mayor, Hob. VIIe: 1, de Franz Joseph Haydn (1732-1809), y la Sinfonía no. 4 en mi bemol mayor, Romántica, de Anton Bruckner (1824-1896).



Se trata --dijo en entrevista el director huésped Jay Friedman— de un programa ecléctico que incluye una de las obras sinfónicas de mi predilección que es la Sinfonía no. 4 en mi bemol mayor, Romántica, de Bruckner, la cual tiene una de las partes para metales más difíciles que se haya escritor en la historia de la música.



“Estoy muy emocionado con este viaje a México y con este programa, porque, además, tendremos a dos grandes solistas y especialistas en metales: Oto Carrillo en el corno y a Chris Martin en la trompeta, a quienes conozco, admiro y respeto, y con quienes he trabajado mucho”.



Jay Friedman, quien ha sido muchos años trombonista principal de la Orquesta Sinfónica de Chicago, comentó: “Si vemos en conjunto este programa, hay una gran diferencia entre Haydn y Mozart con Bruckner, ya que, me parece, la música que escribieron Haydn y Mozart es más ligera, de una orquestación sencilla, pero más feliz y alegre, mientras que con Brucker es todo lo contrario: es una música muy dramática, muy diferente en cuanto a su orquestación”.



Sin embargo, acotó, “hay algo que remarcar aquí y es el hecho de que la obra de Bruckner se compuso en un órgano de iglesia de aquel entonces, lo cual le dio un rango muy amplio de posibilidades, por lo que tiene muchas capas de sonido orquestal.



Esto no quiere decir –recalcó-- que Haydn y Mozart no las tengan sino que Bruckner las amplifica y las hace más evidentes, todo a partir de la dotación orquestal que requiere en su partitura. Entonces, sí hay diferencias entre los dos primeros con el tercero, pero los tres, en mi opinión, son creadores de una música perfecta”.



Jay Friedman adquirió conocimiento, experiencia y autoridad en la Universidad de Yale, donde estudió gracias a una beca, y se graduó en composición en la Universidad Roosevelt. Después de cuatro años con la Orquesta Cívica de Chicago y dos años con la Sinfónica de Florida, se unió a la Orquesta Sinfónica de Chicago en 1962 y dos años más tarde llegó al puesto de trombón principal.



Ha sido solista con la Sinfónica de Chicago en varias ocasiones, incluyendo su ejecución de un concierto de Ellen Taaffe Zwilich. Recientemente, Friedman dio a conocer el disco titulado The Singing Trombone, material de apoyo para estudiantes de este instrumento, pues ha sido profesor privado durante varios años y sus alumnos han llegado a posiciones importantes en diversas orquestas, como las de Gotemburgo, Atlanta y Baltimore.



Actualmente, Jay Friedman es maestro de trombón, director huésped principal y director de alientos y metales en el Colegio Chicago de Artes Escénicas de la Universidad Roosevelt, y en su trayectoria ha sido invitado a compartir sus técnicas en varios países del mundo.



Además de su trabajo como trombonista y profesor, Jay Friedman ha desarrollado una activa carrera como director de grupos y orquestas. También se ha presentado como director en Italia, Suecia y los Estados Unidos, y ha publicado diversos artículos sobre dirección y estilo orquestal en la revista The Instrumentalist.



Como especialista en instrumentos de aliento-metal, Friedman consideró que hoy en día los compositores “escriben mucho más música para estas secciones, en especial para trompeta y trombón, inclusive para la tuba, y lo están haciendo de manera más intensa, inteligente y más compleja incluso más que Haydn, Mozart y el propio Bruckner”.



En ese sentido, agregó que las técnicas han mejorado, los instrumentos han evolucionado tanto como la escritura y las técnicas de interpretación, es por esto que las secciones y las composiciones son ahora más elaboradas y consistentes.



En cuanto a los solistas de esta sesión, Oto Carrillo y Chris Martin aseguró: “Los conozco muy bien. Me parece que son maravillosos, los mejores, y he trabajado mucho con ellos, especialmente con Chris Martin, quien es uno de los favoritos en el mundo en materia de trompeta”.



Jay Friedman comentó que esta es su segunda visita a México: “Estoy entusiasmado porque, además, me gustan y me interesan los compositores clásicos mexicanos. Me parece importante e interesante Silvestre Revueltas, quien seguramente es uno de los más grandes compositores del siglo XX. Él estuvo en Chicago y dio clases a importantes músicos”.



Y concluyó: “Quiero decir que es un honor dirigir a una de las mejores de toda Latinoamérica, la Orquesta Sinfónica Nacional de México, que he escuchado en repetidas ocasiones, y es un honor hacer este repertorio, bien seleccionado, pues considero que es la música más interesante que se ha escrito para metales y orquesta”.